Política monetaria y coronavirus
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En su última decisión de política monetaria (14/mayo/2020), el Banco de México redujo su tasa de referencia (la tasa de interés interbancaria) en 0.5 puntos adicionales, para quedar en 5.5 por ciento. La Junta de Gobierno de esta institución tomó esta medida por unanimidad, a diferencia de lo sucedido en ocasiones anteriores. Este es ya un cambio importante.
Además, explícitamente toma la decisión en atención a la reducción de la actividad económica que se espera en el segundo trimestre, el cual, por cierto, ya está muy avanzado, y en respuesta al choque financiero (salida de capital de economías de menor desarrollo hacia activos de menor riesgo y apreciación de dólar frente a otras monedas). Tradicionalmente su postura había sido desatenderse de la dinámica económica para centrarse en la inflación.
Tiene presente que en el periodo han existido presiones deflacionarias, pues la tasa de inflación cayó en abril a 2.15 por ciento anual. La inflación objetivo del Banco de México es del 3 por ciento, con un margen de 1 por ciento hacia arriba y hacia abajo; por lo tanto, la tasa se ha desplazado hacia el margen inferior, debido sustancialmente a la caída del precio de los energéticos.
La tasa de interés real se define como la diferencia entre tasa de interés nominal y tasa de inflación. En tal sentido, la tasa de interés real, dada la tasa de referencia enunciada por el Banco de México, sería de 3.35 por ciento (5.5 por ciento - 2.15 por ciento); que se compara favorablemente con tasas de interés real negativas en países europeos o cerca de cero en Estados Unidos.
Como caso de contraste, el Tesoro del Reino Unido ha emitido recientemente bonos a un tipo nominal negativo, de -0.03 por ciento, en niveles muy demandados. Esta tasa implica que se paga al Tesoro para que tome el dinero de los tenedores de bonos, ante el temor de mayores presiones deflacionarias. Es posible que el Banco Central del Reino Unido termine adoptado una tasa de referencia negativa, actualmente de 0.1 por ciento.
El Banco de México, en realidad, todavía tiene margen para un mayor recorte, dada la fuerte caída en las presiones inflacionarias y en la actividad económica. En ese sentido, la política monetaria todavía sigue siendo restrictiva, de frente a un contexto económico que es fuertemente recesivo.
El descenso de la tasa de referencia es particularmente importante a corto plazo para empresas medianas y grandes. Es una vía para facilitar el acceso a fondos líquidos para continuar operando, si bien ejerce una pobre influencia sobre la inversión, dada la contracción ocurrida en la demanda de bienes y servicios. Sin embargo, si se sostiene, puede jugar un buen papel en la recuperación económica, pues existe un significativo consumo pospuesto.
Por otra parte, la efectividad de la reducción de la tasa de referencia está condicionada por su transmisión a través del sistema bancario. Los márgenes entre las tasas a las cuales los bancos toman el dinero para préstamos y las tasas a las que prestan a sus clientes son muy amplios. Adicionalmente, las exigencias para acceder a créditos pueden ser muy costosas. De manera que la reducción de la tasa de referencia de Banxico puede no reflejarse como se quisiera en beneficios de consumidores y empresas. Este es un problema estructural, de largo plazo, que no ha sido resuelto.
Según los resultados de la encuesta trimestral de evaluación del mercado crediticio, del Banco de México, para el periodo enero-marzo de 2020, las fuentes de financiamiento empleadas por las empresas son: proveedores (75.9 por ciento de las empresas encuestadas), crédito de la banca comercial (36.5 por ciento), empresas del mismo grupo corporativo y/o la matriz (21.3 por ciento), la banca de desarrollo (5.6 por ciento), banca domiciliada en el extranjero (4.8 por ciento) y emisión de deuda (2.4 por ciento).
La fuente más importante de financiamiento de las empresas son los proveedores, este es un defecto de la estructura productiva y de distribución en el país. No obstante, respecto al periodo previo las empresas que recurrían al financiamiento de la banca comercial pasaron de representar el 34.1 por ciento a 36.5 por ciento. Comportamiento que está relacionado con la reducción de tasas.
Luis Niño de Rivera, presidente de la Asociación de Bancos de México, señala que en respuesta a la pandemia de coronavirus ha ocurrido una reducción de la demanda de crédito y en el uso de tarjetas de crédito en un 46 por ciento, pero que a diferencia de crisis anteriores la banca comercial no representa un problema. Los datos sobre fuentes de financiamiento explican hasta cierto punto por qué, así como factores que explican la alta rentabilidad de la banca comercial en México ante cualquier circunstancia, no abordados aquí.
Ciertamente, la disponibilidad de fondos en la banca comercial no será una restricción para efectos de recuperación económica, según lo afirmado por Niño de Rivera.