Pleito legislativo: integrar Mesa Directiva

Alejandro Sicairos
30 agosto 2020

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alexsicairos@hotmail.com


¿Partir en 4 partes lo que le toca al PAN?

Es posible que en el Congreso de Sinaloa sea reeditada la pelea que se registra en la Cámara de Diputados federal por presidir la Mesa Directiva, ya que a nivel local le debería corresponder esa posición a la minoría que encabeza el Partido Acción Nacional después de que en el primer año de los trabajos legislativos la ocupó la bancada petista y actualmente el grupo priista. Esto, aunque se piense que es un asunto de mero trámite interno, tiene relevancia por la coyuntura electoral que viene.

En San Lázaro está en veremos si funciona el albazo orquestado por el Partido del Trabajo, a cuya bancada se sumaron dos diputados independientes con tal de convertir al bloque del PT en tercera fuerza política y pueda presidir el tercer año de ejercicio de la 64 Legislatura federal que empieza el primero de septiembre. En la sesión preparatoria a celebrarse hoy en la Ciudad de México se resolverá qué sucede.

Sin embargo, en Sinaloa podría surgir un problema de mayor complejidad al asomar la posible propuesta de la fracción parlamentaria del Movimiento Regeneración Nacional para que el último año de trabajos de la 63 Legislatura se divida entre las cuatro minorías que no han accedido a la Presidencia de la Mesa Directiva: el PAN, que tiene dos diputados y PRD, PAS y PES que cuentan con solamente uno.

Tomando en cuenta el criterio de que es la tercera fuerza política, la praxis camaral en términos justos definiría que le corresponde a la panista Roxana Rubio Valdez relevar a la priista Gloria Himelda Félix Niebla, ya que Jorge Villalobos Seáñez no podría, según lo establece el artículo 48 de la Ley Orgánica, por ser el coordinador de la bancada albiazul. Morena tampoco tiene esa posibilidad de presidir la Asamblea porque encabeza la Junta de Coordinación Política.

Sin embargo, lo más sencillo puede transformarse en lo más complejo por una cuestión de fondo: si el PAN preside todo el tercer año, de octubre de 2020 a septiembre de 2021, le tocará llevar la dirección de la tarea camaral cuando se desarrolle paralelamente el proceso electoral que culminará el domingo 6 de junio con las votaciones para gobernador, alcaldes y diputados que integrarán el 64 Congreso de Sinaloa. Aquí está el meollo de la complicada decisión.

Además, Morena está percibiendo la posibilidad de que el PAN vaya en alianza con el PRI para competir en 2021 por cargos de elección popular, quizá la Gubernatura, y teme que desde las actividades legislativas se enderecen decisiones, temáticas o estrategias de índole comicial. ¿Quién no quisiera llevar la batuta de la Mesa Directiva del Congreso en la coyuntura histórica en la que se definirá si el PRI retiene la titularidad del Ejecutivo Estatal o si Morena la gana?

El artículo 37 de la normatividad doméstica del Poder Legislativo determina que la Mesa Directiva durará en funciones un año, pudiendo ser reelecta y en ningún momento establece que el año puede ser fraccionado en varios períodos para que se turnen todos los partidos representados en el Congreso. La experiencia de la representación social ha respetado que las fuerzas políticas se turnen de acuerdo a la posición que ocupen por el número de diputados que las integran.

Está cañón que los apetitos de control se pongan por encima de la legalidad. A Morena no le gustó que el PT se colocara en contra de los planes de la Cuarta Transformación al implementar la maniobra chapucera de jalar a dos diputados federales independientes para erigirse como tercera mayoría y pelear la Mesa Directiva de San Lázaro.

En el caso nacional, a reserva de lo que ocurra hoy en la Ciudad de México, Mario Delgado coordinador de los diputados morenistas y presidente de la Junta de Coordinación Política, dijo en su cuenta de Twitter que “en #Morena estamos convencidos de que para tener autoridad política hay que tener autoridad moral. En la elección de la mesa directiva de @MxDiputados vamos a respetar puntualmente la ley. No vamos a “maniobrar” para obtener un cargo. Nos guían los principios, no las ambiciones”.

Lo que se resuelva en la Cámara federal marcará pauta a lo que hará Morena en el Congreso del Estado. En los dos casos, el premeditado ardid petista para tomar por asalto la presidencia de la Mesa Directiva del Legislativo federal, y la eventual artimaña para quitarle al PAN en el Congreso de Sinaloa el derecho de presidir un año la Asamblea local, significarían conflictuar la acción parlamentaria y perder en reyertas injustificadas el tiempo valioso para atender asuntos de alta prioridad, como abatir el rezago legislativo.

Reverso
En esos berrinches tan asiduos,
A una nueva guerra van,
Para pelear por los residuos,
Que en la Mesa hay de PAN.

El Congreso son ellos
Es de justicia y camaradería la decisión de la Diputada Graciela Domínguez Nava, presidenta de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, al reconocer a quienes son el alma y motor del Congreso de Sinaloa. Felicidades a la estimada legisladora vitalicia, Marthita Arredondo, que con gran profesionalismo se ha convertido en mano derecha de 20 legislaturas, así como a Dalia Margarita Madrigal Ojeda, Gertrudis Eunice Meza López, Elisa María Moreno Almada, Miguel Fernando Peregrina Peraza, Rebeca María Rivas Herrera, Jesús Germán Torres Osuna y José Alonso Valenzuela Montaño, por 25 años de servicio. También a Ángel Flores Acosta, Olivia Elenes Angulo, Gilberto Pérez López y Héctor Manuel Zambada Vallejo, por 30 años. Ya quisieran algunos diputados tener la lealtad que ustedes le muestran a los sinaloenses.