Periodismo amedrentado, no rendido
Los 7 de Junio son para adquirir valor
Sacándolos de donde casi no los hay, el periodismo sinaloense renovó ánimos ayer durante la conmemoración del Día de la Libertad de Expresión para resistir en la misión de informar en el contexto de peligro, miedo y muchos modos de desventajas, porque la vocación puede más que los sacrificios ya pagados o los que quieran cobrar en lo sucesivo la delincuencia y corrupción organizadas. La fraternidad gremial y la reivindicación de la nota cultural operaron como remansos en el panorama triste de prensa amenazada.
Como cada año, el abrazo del colega, los parabienes de actores sociales, la rememoración de los caídos y el ejercicio de detección oportuna de dificultades le abren posibilidad al arrojo periodístico, aquel denuedo de valentía que asombrosamente persiste en el campo minado de la noticia. Buscamos la aguja de la palabra correcta en el pajar de las intolerancias como último reducto de la misión de poder alertar a tiempo a la ciudadanía de las amenazas en ciernes. Nos estremecemos, en ocasiones hasta implementamos treguas como protocolos de protección, pero no claudicamos.
Construimos siempre nuestros particulares asideros. Por cada periodista victimado, el grito de justicia. A los oídos sordos, la movilización que haga que nos escuchen. Un compañero en peligro recibe el temporal cobijo gremial. Así hemos ido durante décadas sorteando las artimañas del silenciamiento por miedo o con plomo. Pudimos desarrollar el instinto de cuidarnos por medios propios para lograr sobrevivir. Aprendimos a entrar a los campos de guerra y recibir las esquirlas que corresponden.
Ayer volvimos a la costumbre cíclica del refill de la esperanza. En el primer evento, la Asociación de Periodistas y Comunicadores 7 de Junio encomió la aportación de la prensa al fortalecimiento de las libertades, homenajeando el modelo ejemplar de la maestra María Teresa Zazueta, la entrañable “Techa”, cuyo brillo de satisfacción en su mirada aun acuciosa opera como evidencia de misión cumplida y faro que guía en los insondables retos que enfrentan las generaciones de reporteros que ella forjó.
Se trató de un acto sobrio, con poco tiempo para la celebración, porque la presidenta de la 7 de Junio, Lidia Oralia Sarabia Abraján, convocó a “no olvidar los agravios que hemos vivido con los asesinatos de grandes compañeros, amigos y periodistas, que han sido inmolados sólo por hacer el trabajo de informar. Exigimos justicia para ellos, en su memoria, y para sus familias”. “Hay voces que parecieran no entender que el ejercicio del periodismo libre no se ve de la misma manera cuando están en la oposición que cuando están en el servicio público”, recriminó.
Más tarde se realizó en el Casino de la Cultura de Culiacán la actividad “Diálogo sobre periodismo cultural”, organizado a propósito de la fecha por la Coordinación de Comunicación Social del Gobierno del Estado que preside Adriana Ochoa Del Toro. El conversatorio, moderado por Georgina Martínez, la periodista que mayor relieve le ha dado a la escena artística de Sinaloa, colocó en primer término la sección cultural de los medios a la cual se le destina cada vez menos espacio y socialización, según los ponentes.
Los periodistas culturales fueron los protagonistas frente a tendencias de penetración mediática que la apuestan mucho a la nota roja. Ulises Cisneros, con más de 40 años bregando en dicha área, dijo que desde la temática cultural también es posible entrar en discrepancias que generan debate y construyen puntos de acuerdo. Marisela González, del diario Noroeste, destacó que el hecho de ser puente la sección cultural entre el artista y la ciudadanía ayuda a los jóvenes a que cumplan sus sueños y alcancen sus metas. Por su parte, Richard Osuna, del periódico El Debate, consideró que lo menos que debe hacerse en el desempeño de esta profesión es reporteo y labor de investigación para darles información sustentada a las audiencias. En su turno Azucena Manjarrez, del semanario Ríodoce, se refirió a la transición entre las notas de 10 mil caracteres a las de 3 mil porque estas secciones son las más pequeñas de los medios impresos.
Finalmente resultó un buen día para revisar las condiciones para hacer periodismo, repasar los pros y los contras, tomar conciencia de la importancia de mantenernos firmes en la generación de ideas y salidas de emergencia, entender que no vale la pena que un periodista comprometa la vida en lograr la mejor primicia. Un 7 de junio, como tantos otros, donde descorremos la película de la vida de cada uno hurgando en lo mal y lo bien hecho.
Y así, entre la deliberación espontánea que emerge del reencuentro con los hermanos del oficio sacamos hipótesis a botepronto del por qué seguimos en esto con plena conciencia de los peligros y dificultades que invariablemente estarán en el camino. Lo traemos en la sangre, resolvemos. Es el apostolado que nos toca, elucubramos. Lo hacemos por la sociedad, nos atribuimos.
Nada nuevo. El idealismo del periodismo sigue intacto después de cruzar mil y una barricadas.
Que sirva el 7 de junio,
Para que refrende la prensa,
la misión de ir en defensa,
De los hijos del infortunio.
En un momento crucial para el presente y futuro de la Universidad Autónoma de Sinaloa, la opinión pública buscará señales hoy en el segundo informe de labores del Rector Jesús Madueña Molina que indiquen el rumbo que tomará el alma máter, ya sea en confirmación de la senda del diálogo a la que parece haber entrado, o bien la continuidad del conflicto entre quienes proponen reformarla y aquellos que consideran afectado el concepto de autonomía. Sea lo que sea, que prevalezca la dignidad de la casa educativa que es del pueblo y cuyo decoro le importa también a la sociedad entera.