Paternar

Isaac Aranguré
18 junio 2024

Existe una conclusión generalizada en el mundo de la lingüística en el que se acepta el rol del lenguaje como fundamental en la forma que pensamos y percibimos el mundo. Diversos especialistas y lingüistas como Wittgenstein, sostienen que el lenguaje es fundamental para la forma en que entendemos el mundo y que los límites de nuestro lenguaje son también los límites de nuestro mundo. Por ello cada vez que este mundo se expande, así también lo tiene que hacer nuestro lenguaje o tal vez se expande porque nuestro lenguaje también lo hace. Otros estudiosos sugieren que nuestro lenguaje influye en nuestra cognición, en como categorizamos la realidad y como procesamos la información.

Y a razón de este domingo pensé en cuán importante es celebrar la evolución de la paternidad. Paternar, hoy se refiere a la presencia masculina en la crianza y al papel que los hombres desempeñan en esta más allá de ser padres biológicos o proveedores. Este término refleja una evolución en las expectativas de género y en la manera en la que se concibe la paternidad en la actualidad, fomentando una mayor implicación y responsabilidad de los padres en la crianza de los hijos.

Antes de continuar quisiera aclarar que lo expuesto aquí es una expresión generalizada de los fenómenos y que por supuesto estos se comportan de manera similar en mayor o menor medida cuando los contextos lo permiten. Es decir; claro que habrá quien en el pasado rompió las estructuras tradicionales y fue una parte que se involucró en la crianza y por otro lado habrá quien en el contexto actual tampoco esté ejerciendo esta nueva expectativa social.

Lo cierto es, que me parece fundamental celebrarlo como una victoria en la equidad de género, donde los mayores beneficiados son las infancias que pueden ver estos nuevos modelos de dinámica social y por supuesto mejorarlos. Además, este ejemplo muestra la importancia que tiene la participación de un lenguaje dinámico y vivo a la hora de trazar las ideas de nuevas dinámicas sociales, por ello no solo términos como paternar, carga mental, equidad de género, sino además sus identidades y las formas en las que nos relacionamos son tan importantes en estos nuevos contextos sociales.

Con mucha alegría y tal vez demasiado optimismo producto de mi experiencia, observo cada vez más padres involucrados en las dinámicas familiares, en la educación, formación y acompañamiento de las infancias e incluso replanteando (con intención o no) nuevas masculinidades.

Esto no solo tiene un impacto positivo en el núcleo familiar, socialmente nos acerca mucho más a la justicia al dividir las tareas del hogar, las horas de cuidado de los niños y la carga mental que esto implica. Por supuesto, los números son dispares, algunos estudios han mostrado que las mujeres pueden dedicar hasta el doble o el triple de tiempo que los hombres en tareas del hogar en ciertos contextos, diferencias que todavía están arraigadas en nuestras normas culturales, roles de género tradicionales y otros factores sociales, sin embargo, paternar es un buen principio.

Celebro la seguridad que mi padre nos dio y nos sigue dando aún a varios años de su fallecimiento, no hay día que no pase que no le extrañe y me gustaría hacerle una consulta o dos, sin embargo y él lo supo, me hubiera encantado que jugáramos por lo menos dos veces juntos en el parque que estaba al cruzar la calle. Mi padre fue el resultado de su contexto, y por eso la aspiración a modificar estas realidades es tan importante. Pensarlo es la posibilidad primera.

Quizá por eso escribo, por eso insisto en contar más y más relatos, porque un día me convencí que si era posible pensarlo tal vez sería posible construirlo. Y todo lo que aquí escribo, pretende construir, un mundo más justo, más honesto, más simple y sobretodo uno conectado con el otro.

Gracias a mi padre por enseñarme que no solo había que pensarlo, habría que trabajarlo todos los días.

Te extraño Pa, por si puedes leer esto.

Los amo hijos, por si un día lo leen.

Y Felicidades a todos los que padres que están ahí afuera, paternando. Gracias por leer hasta aquí, nos leemos pronto.

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@isaacarangureconacentoenlae