Oposición en Sinaloa sin PRI en 2027
Paola Gárate: seguir a ‘Alito’ a ciegas

Alejandro Sicairos
24 julio 2024

Aún con la urgencia que tiene el Partido Revolucionario Institucional de evolucionar, pero a sabiendas de que con Alejandro Moreno Cárdenas como dirigente nacional la transformación acabará en mascarada, en Sinaloa le espera al PRI la soledad propia de los desterrados en la intención del voto porque cualquier propuesta que se le haga al electorado dentro de poco menos de tres años deberá ser construida en amalgama con siglas políticas confiables y acción ciudadana apartidista y de liderazgos sobresalientes.

Quien quiera hacer en 2027 un esfuerzo competitivo para tratar de ganarle a la candidata o al candidato del Movimiento Regeneración Nacional a la gubernatura de Sinaloa, postulante que sea quien sea tendrá todo el apoyo de la Presidenta Claudia Sheinbaum y del Gobernador Rubén Rocha, tendría que iniciar desde ahora con los lavados de cara y de manos construyendo a perfiles que le inspiren certidumbres a la sociedad civil.

Y el PRI no está en estos planes pues dejó de ser fiable al comportarse como camarilla capaz de sacrificar lo fundamental para asirse de la banalidad, en la desesperación por sobrevivir así sea en el fondo de las sentinas del poder. Nunca otra elección como la del reciente 2 de junio se había encargado de leerle la cartilla a la caterva priista a manera de extremaunción que le anuncia la breve vida que le quedan o de testamento social que lo despoja de todo.

En Sinaloa es a estas alturas imposible el necesario alejamiento de la estructura directiva local con los apetitos de “Alito” por absorberle al PRI los últimos huesos, hasta el tuétano. La mujer entrona y de armas tomar que era Paloma Gárate Valenzuela acabó sometida a los designios de aquel que en vez de dejar ir al partido que mató, se aferra al sarcófago como única plañidera que estelariza la versión defectuosa del episodio de “Lázaro, levántate y anda”, no obstante que al Revolucionario Institucional lo atropelló el tráiler del sufragio a manera de ajuste de cuentas.

En sus colaboraciones en medios de comunicación y participaciones en redes sociales, Gárate se muestra impedida a ofrecerle a “Alito” el indispensable ejercicio de autocrítica, la crucial circunstancia del mea culpa, y le elogia cuanto disparate ofrece el líder de un partido de fachada, hueco de militancias y vacío de principios. Recorre Sinaloa hablando de la reconstrucción del PRI mientras que en el contexto nacional Moreno Cárdenas continúa con la demolición del tricolor con los marrazos del empecinamiento en perpetuarse por ocho años más al lado del cadáver político del que muy pronto quedará sólo el petate del muerto.

Es mucho decir que el Partido Acción Nacional hizo mejor papel en Sinaloa, destacando junto con Movimiento Ciudadano en la palestra donde se gana la confianza pública. Roxana Rubio Valdez, otra mujer que no se anda por las ramas, demasiado calculadora y sagaz, llevó al PAN a un desenlace más honorable que el que tuvo el PRI en los comicios pasados, situando al albiazul como segunda fuerza política local. Supo esquivar las salpicaduras de los pactos perversos priistas que rociaron a la coalición opositora.

Fue la primera en pintar la raya de la desastrosa alianza que integraron el PRI, PAN, PRD y PAS, tratando la panista de apresurar el “sálvese quien pueda” antes de que la ola poselectoral arrasara con Acción Nacional así como devastó al partido del sol azteca, damnificó al tricolor y convirtió al pasismo y a su dirigente Héctor Melesio Cuén Ojeda en náufrago asido de la tabla de salvación que le da “Alito”.

En este panorama de la partidocracia sinaloense, la elección de Gobernador de 2027 podría ser otro día de campo para Morena y aliados tomando en cuenta que a la Oposición, si es que puede llamársele así al PRI del que Moreno Cárdenas lucra en sus estertores, y al PAS disminuido a acompañante incómodo, optaría por rediseñar alternativas en unidad con siglas que crecen en la aceptación de los sufragantes, además de constituirse en bloque con núcleos cívicos que sí dan votos y fundamentalmente dignifican la acción política. No se diga si prospera la intentona de “Alito” por alargar el secuestro programático del PRI, lo cual sería como el tiro de gracia, el colmo de la desfachatez, para el priismo.

Y si Paola Gárate se aferra a las dramáticas tácticas que implementa su líder nacional igual perderá las adhesiones que le sostienen en Sinaloa grupos político y económicos, que la soltarán de la mano dejándola caer en el voladero al que la lleva Moreno Cárdenas. Ni siquiera habrá epitafio porque el suicidio político es lo que ella eligió.

El PRI va en la misma ruta de descalabros en la que Moreno Cárdenas lo ha llevado en sólo cinco años. Lo siguen a ciegas los de la cúpula tricolor en Sinaloa, sobre todo Paola Gárate y Bernardino Antelo, que también ponen su granito de arena para que el partido continúe ese viaje a la nada, sin boleto de retorno.

Si Gárate le sigue el caminar,

A ‘Alito’ en sus mil resbalones,

Desde ahora ella debe notar:

El abismo no tiene escalones.

Otra mujer valiosa y de gran inteligencia política le queda al PRI de Sinaloa para efectuar la nada fácil misión de convencer al disminuido priismo estatal de que árbol que nace torcido a veces sí su tronco endereza. Ella es Paloma Sánchez Ramos que desde la más alta tribuna legislativa, la Cámara de Senadores, se convertirá en la figura más importante que tenga el partido tricolor sinaloense en el intento por lograr la transfiguración de lo vil a lo digno. Ojalá sea, porque al Revolucionario Institucional le urgen, de esas palomas que cruzan el pantano en que se ahoga “Alito” sin que manche ella su plumaje.

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