O todos coludos o todos rabones
“El Químico” anunció muy orgulloso que el Ayuntamiento irá jurídicamente contra los responsables del daño patrimonial sufrido por el municipio a raíz del caso NAFTA.
Eso está muy bien y como él mismo lo dice, es su deber porque de lo contrario cometería faltas administrativas por omisión.
Lo interesante es que, ni tardo ni perezoso, “El Químico” declara que las denuncias que presentará el Ayuntamiento no irán contra Alejandro Higuera Osuna, que era el Presidente Municipal en funciones cuando se expidió el permiso de construcción ilegal que dio origen posteriormente al juicio que ganó NAFTA.
¿Qué raro verdad? Si el origen del juicio que ganó NAFTA es que le entregaron un permiso de construcción irregular que se vino abajo por un amparo y eso provocó los daños reclamados y cobrados por la empresa ¿No deberían demandar también al que era Presidente Municipal y al Director de Planeación que otorgaron el permiso?
La respuesta es obviamente que sí. Puede que Alejandro Higuera Osuna no tenga responsabilidad porque no expidió directamente el permiso (lo hizo su Director de Planeación), pero como el permiso se vino abajo durante su administración, tenía el deber de presentar la denuncia por la falta administrativa cometida por su Director de Planeación y si el permiso se vino abajo terminada su administración, al menos era el jefe del Director de Planeación que no se mandaba solo.
Para que “El Químico” lo entienda mejor y de una vez le dé órdenes a sus abogados para que corrijan sus denuncias. Sin permiso NO hubiera existido el juicio ganado por NAFTA. Sin ese juicio no se hubiera dictado sentencia contra el Ayuntamiento. Sin sentencia en contra, el Ayuntamiento no hubiera tenido que pagar lo que pagó. Así de claro.
Entonces, por si las moscas, las denuncias cacaraqueadas por el Alcalde deben ir también contra el responsable de la administración municipal cuando se expidió el permiso (el que era Presidente Municipal) y contra el Director de Planeación que firmó el permiso de construcción.
“El Químico” se apresuró a quitarles cualquier responsabilidad como si fuera su abogado defensor. ¿Encubrimiento? No lo sé, pero de que algo raro hay no hay duda.
El Alcalde tiene el deber de hacer todo lo necesario para recuperar de los culpables todo el dinero que pagó a NAFTA y todo el dinero que gastó el Ayuntamiento “defendiendo” el asunto (honorarios millonarios de dos abogados externos).
Pues resulta y resalta que no lo está haciendo. De entrada, está dejando ir a quienes estaban en funciones cuando entregaron el permiso de construcción que resultó ilegal.
El sentido común es suficiente para que, sin necesidad de ser un doctor en derecho, todos sepamos que quienes entregaron el permiso ilegal son los principales invitados al baile y “El Químico” no quiere invitarlos, ¿les tendrá miedito?