Nunca es demasiado tarde

Rodolfo Díaz Fonseca
21 agosto 2020

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@rodolfodiazf

 

En alguna colaboración hicimos referencia a una frase que pronuncia Violetta Valery en la escena cuarta del tercer acto de la ópera La Traviata, al leer una carta de Giorgio Germont, padre de su amado Alfredo, en la que le dice que ya no habrá ningún impedimento para su amor y felicidad: “é tardi” (demasiado tarde), pues la tuberculosis estaba ya cerca de poner fin a su vida.

Sin embargo, el pronóstico no tiene por qué ser determinantemente fatalista. No siempre es demasiado tarde; incluso, mejor dicho, nunca es demasiado tarde, como lo demuestra la historia de un alumno que se graduó con honores el 29 de julio como Licenciado en Filosofía e Historia por la Universidad de Palermo.

Giuseppe Paternó se convirtió en el estudiante italiano más longevo en graduarse, al hacerlo a sus 96 años. Nació en esa ciudad en 1923 -en la posguerra de la primera conflagración mundial y del nacimiento del fascismo- en el seno de una familia pobre que no tenía recursos para sostener a muchos miembros con un solo salario.

Así pues, a los 7 años comenzó a trabajar en una cervecería ayudando a su padre. A los 14 se empleó como botones en un hotel y a los 31 obtuvo un diploma de topógrafo en una escuela nocturna para adultos, con lo que consiguió empleo en la compañía estatal de ferrocarriles, donde se jubiló después de 42 años de trabajo.

Nunca perdió la esperanza de realizar estudios universitarios y hace tres años se inscribió en la universidad para cumplir su propósito. Sus trabajos académicos los realizaba en una vieja máquina de escribir, pero tuvo que acoplarse al uso de las nuevas tecnologías y a las clases virtuales a causa de la pandemia.

¿Pongo límites a mi edad?