Nuestro pequeño Judas
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@rodolfodiazf
Taylor Caldwell, excelente escritora que legó historias noveladas de grandes personajes, como Saulo de Tarso, Lucas, Cicerón, presentó también la controvertida figura del tesorero del grupo integrado por Jesús: la persona de Judas Iscariote.
En efecto, en una extraordinaria narración que tituló “Yo, Judas”, descubrió el perfil humano de ese repudiado apóstol. La historia comienza cuando Iberías, un monje egipcio cristiano, descubrió entre las ruinas de la Biblioteca de Alejandría un manuscrito que, afortunadamente, logró sobrevivir al tremendo incendio que acabó con ese recinto cultural.
Engolosinado, Ibería se refugió en el Valle de los Reyes y comenzó a leer aquel escrito en griego culto, que resultó ser el diario de Judas, quien provenía de una familia judía y farisea.
Se trata de un libro en que se tiene un acercamiento diferente a la figura de este miembro de los 12. En su homilía de ayer, el Papa Francisco también invitó a descubrir qué tanto de Judas tenemos cada uno de nosotros:
“Hay Judas que venden a sus hermanos y hermanas: explotándolos en el trabajo, no pagando lo justo, no reconociendo sus deberes… Es más, venden muchas veces las cosas más queridas. Pienso que, para estar más cómodo, un hombre es capaz de alejar a sus padres y no verlos más; meterlos en una residencia y no ir a verlos”.
Bergoglio añadió: “Pensemos en tantos Judas institucionalizados de este mundo, que explotan a la gente. Y pensemos también en el pequeño Judas que cada uno lleva dentro a la hora de elegir: entre lealtad o interés. Cada uno tiene la capacidad de traicionar, de vender, de escoger por su propio interés. Cada uno tiene la posibilidad de dejarse atraer por el amor al dinero o a los bienes o al bienestar futuro”.
¿Actúo como pequeño Judas?