Noticias
de Ucrania
Con la advertencia de Demagog sobre el “recuerdo de otros tiempos, que tiene resonancia con nuestro tiempo”, ayer me llegó este imeil fresquito desde Ucrania:
“Querido H:
Acabo de actualizar mi página en el sitio web con información que tú tal vez encuentres interesante. Copio a continuación un extracto del libro Sebastopol Passion, por S.N. Sergeev-Tsensky (3 volúmenes, Ed. 1955, Classic Vintage Book): ‘En 1828 no hubo plaga en Sebastopol, pero hubo cuarentena. Por prevención en 1829 tampoco hubo plaga, pero la cuarentena fue apretada aún más. Todos los que querían salir de la ciudad o entrar tenían que permanecer en aislamiento total de 14 a 19 días. La gente dejó de viajar y hubo interrupciones en el suministro. Un presupuesto fue asignado por la tesorería zarista para combatir la epidemia, lo que resultó en que los funcionarios compraban de los proveedores alimentos a precios inflados para descontarles comisiones ilícitas. Los funcionarios se reservaron las mejores viandas para ellos y daban la peor comida a la gente del pueblo. (Los burócratas son todos iguales en todos los países y en todas las épocas).
Naturalmente, todos los que se beneficiaron de la epidemia, principalmente los funcionarios y los médicos, estaban muy interesados en continuar este engaño. Todos los casos de enfermedad de cualquier índole se declararon como casos de la plaga.
‘La Oficina de Cuarentena intenta mostrar todas las enfermedades comunes como manifestaciones de la plaga’, escribió el contralmirante Salti, que estaba sirviendo en Sebastopol en ese momento. El almirante Greig testificó: ‘Durante cinco meses la gente no escuchó que estaban enfermos o morían de muerte natural, y quien se enfermara en el trabajo o en casa era automáticamente declarado como víctima de la plaga’. Todos los enfermos fueron llevados a los cuarteles en Pavlovsky Mysok, donde fueron recibidos en tales condiciones que murieron rápidamente.
En las zonas más pobres de la ciudad se utilizó desinfección con cloro. La gente del pueblo también fue ‘tratada’/envenenada con cloro. Al mismo tiempo los ‘desinfectados’ recibían 2,5 rublos por día - 75 rublos por mes, sujeto a trabajos diarios. Los comisionados de cuarentena percibían 5 rublos cada uno, y el médico jefe e inspector de cuarentena recibía 10 rublos al día. El salario inicial de un médico militar ordinario era entonces de 171 rublos por año.
Para aumentar la incidencia de enfermedades, los médicos recetaban baños de mar en agua fría para los residentes.
Como resultado, en junio de 1830, los habitantes de los distritos más pobres de la ciudad no toleraron más y se rebelaron. Los soldados de la guarnición se pusieron del lado de los rebeldes. La multitud hizo picadillo al gobernador, a sus funcionarios y a sus médicos. El levantamiento fue rápidamente reprimido, pero el ‘epidemia’ en Sebastopol, por una asombrosa coincidencia, inmediatamente se detuvo.
Con cálidos saludos, Elena”.
“La urbanidad en las relaciones políticas es requisito para la convivencia pacífica”.
“El engaño en política es tan difícil de ocultar como la verdad.”
“Flotar no es gobernar”.
“La libertad se forma de libertades”.
“A quienes esgrimen ideas, combatámoslos con ideas”.