Nace la coalición para la reducción de homicidios: núcleo estratégico de incidencia focalizada

Ernesto López Portillo
25 abril 2024

Gobiernos van y vienen y la epidemia de homicidios, feminicidios y transhomicidios continúa. Nada de lo hecho por el Estado y la sociedad ha logrado reducir la violencia homicida a la proporción en la que estaba antes de la llamada guerra contra las drogas iniciada por Felipe Calderón y prolongada hasta nuestros días. La tasa de homicidios en México multiplica entre cuatro y cinco veces la tasa global promedio, si bien los cinco municipios con la mayor desproporción la multiplican entre 46 y 67 veces.

Estamos poniendo en marcha la coalición internacional para la reducción de homicidios. La idea nació en 2023. En diciembre del año pasado organizamos la Conferencia Internacional para la Reducción de Homicidios y al concluir el evento lanzamos un primer paquete de directrices.

Este martes 23 de abril, en el Centro Miguel Agustín Pro Juárez, presentamos la síntesis analítica completa de aquellas extraordinarias jornadas de dos días y medio y dimos a conocer los compromisos de esta naciente coalición. Este núcleo estratégico de incidencia social está conformado por el Centro Pro mismo, Data Cívica, Impunidad Cero, México Evalúa, el Seminario de Violencia y Paz de El Colegio de México, el Laboratorio de Análisis de la Violencia de la Universidad del Estado de Río de Janeiro y el Programa de Seguridad Ciudadana de la Universidad Iberoamericana CDMX.

Las siguientes palabras son un extracto de la presentación:

Este es un abordaje poco común hacia la violencia homicida, dado su sólido compromiso con las perspectivas de derechos humanos, género, interseccionalidad e interculturalidad y sus abordajes multi y transdisciplinarios. El documento se aparta de miradas convencionales y repetitivas, habiéndose colocado en el centro la voz de personas representantes de algunas de las poblaciones que muchas veces no sólo sufren la mayor desproporción de ataques homicidas, sino además resienten la más amplia marginación y silenciamiento, cual es el caso de los pueblos indígenas y la comunidad LGBTI+.

La coalición por la reducción de homicidios decidió elaborar una síntesis analítica que atrapara las discusiones más relevantes y las recomendaciones puntuales. La publicación de esta síntesis nos permite, por un lado, clarificar aún más el valor agregado de las múltiples aportaciones provenientes del sur, sureste, centro, bajío y norte de México y, por el otro, anunciar los compromisos que soportarán la primera etapa de los trabajos de la coalición referida.

Una de las exposiciones enseñó que, luego de un mapeo de iniciativas por la reducción de homicidios en América Latina y el Caribe, sólo el 20 por ciento presentó evaluación de impacto. El hallazgo es altamente representativo de una de las más amplias observaciones críticas de las personas especialistas: la debilidad crónica de las políticas públicas en materia de violencia homicida.

El amplio pronunciamiento durante el evento a favor de políticas focalizadas en la reducción de la violencia homicida soportadas en liderazgos políticos, institucionales y sociales en el ámbito local, enfatiza la urgencia de los acuerdos de Estado que, después de tres décadas de haber sido creado, animen al Sistema Nacional de Seguridad Pública, cuyo principal eje de sentido es la subsidiariedad, es decir, la preferencia estratégica por dotar hasta lo más posible de recursos y competencias a las autoridades municipales, a su vez apoyadas en lo indispensable por las autoridades estatales y federales.

“No hay una matriz estructural que explique el fenómeno”; palabras vertidas en el evento que sintetizan bien decenas de recomendaciones que apelan a la profesionalización del Estado, a su vez apoyado por las instituciones de educación superior y la sociedad civil organizada en el diseño e implementación de nuevos programas de formación, innovadoras propuestas de reforma institucional, desarrollo de estándares y protocolos especializados, todo sometido a robustos mecanismos de rendición de cuentas.

La investigación académica y de la sociedad civil disponible en torno a la violencia homicida se ha multiplicado cuantitativa y cualitativamente, lo cual incluye en fechas recientes el análisis del embate contra las personas en candidaturas electorales. Una de las más prestigiadas especialistas en el análisis de las relaciones entre las elecciones y la delincuencia organizada afirmó: “cada ciclo electoral representa una oportunidad de gobernanza criminal”. Esto implica una alerta que compromete a la democracia misma.

El crecimiento sostenido de la investigación, sin embargo, no ha merecido la atención y menos la apertura al diálogo por parte de los gobiernos en los tres órdenes, salvo mínimas excepciones. Desde nuestra perspectiva, la urgente reconstrucción de las políticas e instituciones para la reducción de homicidios violentos pasa por superar este obstáculo.

El documento incluye observaciones críticas de la mayor relevancia y poco comunes respecto al rol de los medios de comunicación, caracterizados como actores parte en el fomento del populismo punitivo, reduciendo “la responsabilidad de los actores del gobierno, homogeneizando la opinión pública y mediatizando la formulación de políticas públicas”.

Este martes presentamos los compromisos de la nueva coalición, mismo que representa nuestro enfoque estratégico de incidencia focalizada.

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@ErnestoLPV

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