Mujeres al poder: el crucial 2021. ¿Habrá Gobernadora en Sinaloa?
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A 65 años de que las mujeres ejercieron por primera vez el derecho al voto en México, hoy se disponen a ocupar espacios de participación política con tal presencia que en el caso de Sinaloa hay al menos cinco posibles candidatas a participar en la elección de Gobernador. En los avances, sin embargo, persisten prejuicios y tabúes que todavía son obstáculos para que la equidad de género se cristalice en altos cargos del servicio público.
El 3 de julio de 1955 se implementó en el País el voto femenino, rompiéndose los topes machistas que disminuyeron la participación política a un coto de poder masculino. Incalculable en aquella época donde las amas de casa tenían que sujetarse a ese nimio grado de empoderamiento, ahora es extraordinariamente pródiga la cosecha derivada de la reivindicación de los tacones y las faldas, o mejor dicho de la apuesta al talento y voluntad de las damas para consolidar liderazgos socialmente exitosos.
En unos meses más el voto determinará cuántas gobernadoras resultarán del proceso que además de inclusivo será revelador. En algo similar a la sorpresa de las urnas del 1 de julio de 2018, podríamos despertar asombrados el 7 de junio de 2021 sabiendo que varios estados eligieron a mandatarias para darle un giro brusco a la eterna búsqueda de gobernabilidad. Hacia allá apunta la flecha del cambio político.
Sinaloa puede ser uno de ellos. Al anticiparse que el Presidente Andrés Manuel López Obrador empujará candidaturas femeninas a los gobiernos estatales, porque las considera con menos tentaciones corruptas y autoritarias, las sinaloenses Imelda Castro Castro y Tatiana Clouthier Carrillo puntean como prospectas si tal eventualidad se cumple, con considerables posibilidades de inaugurar la era de mujeres llevando las riendas del territorio de los once ríos.
Los partidos, sin duda, presentarán propuestas de mujeres en la boleta electoral. Sólo por mencionar a algunas, el PRI tiene a Gloria Himelda Félix, Erika Sánchez, Rosa Elena Millán; el PAN a Giovanna Morachis, Roxana Rubio Valdez, Guillermina Olivas y Yenifer Cruz, mientras que Morena posee una envidiable cantera política femenil con Merary Villegas, Yadira Marcos y María Victoria Sánchez.
En sí son las mujeres las que de facto gobiernan al mundo. Teniendo la responsabilidad de formar buenos ciudadanos desde los hogares inciden en la estructuración de mejores gobiernos y sociedades cimentados en las piedras angulares de la honestidad, respeto, igualdad, humildad, responsabilidad y solidaridad. Con la sensibilidad a flor de piel, ellas saben mejor que nadie escrutar en el sentimiento común y construir sinergias populares.
Sus ideas, propuestas y arrestos hacen posible la reivindicación de derechos y libertades, impregnando de sensatez y buen juicio un quehacer que se reservó para una especie de club de Tobi. No necesitamos ir tan lejos para verlas a cargo de los asuntos de índole público: en el Congreso de Sinaloa hay dos mujeres presidiendo los órganos de dirección: la priista Gloria Himelda Félix como presidenta de la Mesa Directiva y la morenista Graciela Domínguez al frente de la Junta de Coordinación Política. ¿Otra muestra? Aurelia Leal López gobernando el municipio de Guasave.
Podría ser el 6 de junio de 2021 la oportunidad decisiva para que el sector femenino nacional reciba por la vía democrática lo que históricamente se le ha negado. Una indicación en ese sentido es que la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República trajo consigo la incorporación de 10 mujeres a puestos claves de la administración pública federal, encabezando Olga Sánchez Cordero en la Secretaría de Gobernación.
¿Será la elección del próximo año la prueba del ácido para la igualdad de género en materia de participación política? El mejor momento del movimiento feminista mundial tendría que reflejarse con la asunción a puestos de representación popular que a la vez abra una ventana de oportunidad para calar en los gobiernos al que erróneamente fue clasificado por siglos como el sexo débil.
En caso de caducar el paradigma excluyente que dice que detrás de un gran hombre hay una gran mujer, evolucionando a que en cada mujer existe una excelente opción de desarrollo económico, político y social, entonces a Sinaloa le vendría bien una gobernadora para oxigenar con arrestos femeninos la atmósfera política estatal y renovar la fe en aquel sueño de la tierra en paz, con justicia, progreso y prometedor futuro.
Sí se puede. Las mujeres siempre han estado en primera línea de la batalla por un México mejor y de no ser por ellas fueran más caras las consecuencias a pagar por el desastre ocasionado por gobernantes y políticas públicas cuya devastación es inocultable. Que gobiernen al menos para quitarle a la patria un poco del odio que nos divide y nos inmoviliza.
Reverso
Si con ese don de mandar,
Nos ordenan los quehaceres,
Pongámoslas a gobernar,
Y démosles plenos poderes.
Mujeres de pelea
Qué esperanzas que el Alcalde Jesús Estrada Ferreiro gane el pleito en que se metió con Paola Gárate, directora del Centro Estatal de Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia, y Sandra Martos, Síndico Procuradora, a las que acusa de azuzar a los tiangueros de Culiacán para que reabran sus vendimias y desobedezcan las medidas contra el Covid-19. Con estas dos mujeres valientes como enemigas no llegará ni a la Segunda Transformación. ¿Acaso no ha escuchado el corrido de Laurita Garza?