Morena, cotizada y asediada
Durante la jornada electoral del próximo 6 de junio, en Sinaloa se disputará prácticamente la totalidad del poder público local, dado que se renovarán los poderes Ejecutivo y Legislativo, con la elección de Gobernador, alcaldes de los dieciocho municipios, e igual número de síndicos procuradores, 153 regidores, y los 40 diputados del Congreso del Estado de Sinaloa, además de los 7 diputados federales que integrarán la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. En suma, las y los sinaloenses elegiremos 237 representantes populares, como parte de los más de veintiún mil cargos públicos que habrán de votarse en todo el país.
Al día de hoy, los partidos políticos se encuentran aún procesando las definiciones de quiénes serán sus abanderados, tarea compleja porque no sólo deberán cumplir con los tradicionales requisitos legales y políticos, sino también con los criterios de reciente observancia, como los convenios de coalición y de candidaturas comunes, las reglas de reelección o elección inmediata, el principio de paridad de género que garantiza a las mujeres al menos la mitad de las candidaturas y suplencias y a contender en espacios de alta competitividad, así como la obligatoriedad de postulaciones indígenas, y deseablemente a tomar en cuenta, la rentabilidad electoral de los aspirantes, sus fortalezas cualitativas, y las reglas no escritas del equilibrio político.
Las definiciones de los partidos respecto a sus candidatos, se dará de un momento a otro, toda vez que entre el 12 y el 21 de marzo, los cargos a diputaciones y regidurías por los sistemas de mayoría relativa y representación proporcional, así como a las presidencias municipales y sindicaturas en procuración, deberán ser registrados ante la autoridad electoral competente; por su parte el plazo para el registro de las candidaturas a la gubernatura es del 17 al 26 de marzo.
Mientras tanto, el PRI, PAN y PRD, realizan sus respectivos procesos internos con el añadido de que los tres viven la más profunda crisis de credibilidad que se tenga memoria, situación que no sólo se ve reflejada de acuerdo a las encuestas en la baja intención del voto, sino en las tránsfugas masivas de sus militantes a otros partidos políticos en medio de la coyuntura electoral, cuando no pudieron conseguir los espacios de participación política que les garantizara continuidad a sus proyectos personalísimos.
Por su parte, los más recientes estudios demoscópicos señalan que Morena mantiene altos niveles de aceptación social derivado de la asociación con la figura del Presidente Andrés Manuel López Obrador que goza de enorme popularidad, y quizá también se deba a sus procesos electivos abiertos que permiten la real participación política, no sólo de afiliados y militantes, sino de ciudadanos sin partido e incluso, militantes de otros.
Ello explica la gran expectativa que causó la convocatoria emitida por Morena para seleccionar a las y los candidatos sinaloenses a las alcaldías, sindicaturas en procuración, regidurías y diputaciones locales, que de acuerdo a su sistema interno contabilizó 3 mil 99 registros, de los cuales Mil 988 corresponden a hombres y Mil 111 a mujeres; 495 aspiran a obtener candidaturas a diputaciones locales por el principio de mayoría relativa y 477 por el de representación proporcional, mientras que 196 desean convertirse en candidatos a presidentes municipales, 216 en síndicos procuradores, y Mil 715 en regidores.
Sin embargo, en los registros de aspirantes a las candidaturas de Morena sobresalen no sólo fundadores y militantes, así como simpatizantes de respetable fama social, sino también, políticos en decadencia, anti morenistas, anti Lópezobradoristas, quirinistas declarados y militantes activos de todos los partidos.
En razón de lo anterior, en las próximas semanas, antes de la jornada electoral, Morena en Sinaloa se jugará con la selección de sus candidatas y candidatos, su credibilidad y su futuro político.