Modito peligroso
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Manuel Clouthier
@ClouthierManuel
Conozco a Jorge Zepeda Patterson desde hace varios años y lo considero mi amigo. Nos conocimos cuando fundó el periódico Público en Guadalajara en 1997.
Me gustaba su visión del periodismo, su capacidad para integrar equipos profesionales de periodistas y su arrojo para fundar un diario y llenar exitosamente un nicho del mercado liberal de una plaza conservadora.
En 2006 lo invité a que nos asesorara para en el periódico Noroeste y generosamente aceptó.
Viniendo Zepeda de la escuela del periodismo liberal español nos criticaba que no era factible retener lectores publicando solo malas noticias, “al lector lo cansan”, nos decía.
Así es que entiendo su estilo en su columna que publica en el diario digital Sinembargo, se esfuerza por mantener equilibrio en su análisis sobre el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
El pasado 3 mayo en su artículo titulado “el modito” Zepeda nos dice: “en teoría cualquier persona razonablemente decente tendría que estar de acuerdo con el gobierno de AMLO. ¿Quién podría estar en contra de un soberano obsesionado por combatir la corrupción, quitar el boato a los usos y costumbres de los políticos y el gasto suntuario a los funcionarios, rendir cuentas durante dos horas al día, eliminando los chayotes de la prensa, quitar prebendas fiscales a las grandes empresas abusadoras, mejorar o intentar mejorar el poder adquisitivo de los pobres?...”.
“En teoría me considero una persona razonablemente decente” y no estoy de acuerdo con el gobierno de López Obrador, ni con su modito. Estoy de acuerdo con los enunciados que postula el discurso del Presidente López: combatir la corrupción, la austeridad en el Gobierno y en la clase política, la transparencia y rendición de cuentas, la eliminación de chayotes a la prensa, quitar prebendas fiscales a las empresas, el primero los pobres, etc.
Sin embargo, este Gobierno es el gobierno de la contradicción, la incongruencia, la demagogia y el populismo, la mentira, la difamación, la lucha de clases, la soberbia y el nazismo o “supremacía” moral, ¡con todo esto no puedo estar de acuerdo! Además que todo esto, sin los equilibrios personales e institucionales, puede tornarse en odio, rencor, venganza, abuso de poder, ilegalidad, antidemocracia, y autoritarismo.
Aceptar el postulado de Jorge Zepeda de “tener que estar de acuerdo con el gobierno de AMLO” sería como aceptar que lo que el Presidente López nos dice en su discurso es real en los hechos.
Todos hemos sido testigo de acciones selectivas contra la corrupción, pero dista mucho de ser una verdadera cruzada contra la corrupción. hemos sido testigos de su discurso maniqueo de buenos y malos, donde él y sus seguidores son los buenos, lo que los ha llevado al extremo de creerse superiores moralmente a los demás mortales.
Todos hemos sido testigos cómo con ligereza y cinismo difama sin rubor a quienes lo cuestionan o critican, incluso a quienes informan con rigor periodístico sobre situaciones de su gobierno. AMLO difama desde su púlpito presidencial disfrazado de réplica, pero es un claro abuso de poder.
¿De veras hay transparencia y rendición de cuentas? ¿Los procesos de licitación y compras han sido transparentes y apegados a la legalidad? O ¿solo cambiamos de camarilla de poder? ¿podemos asegurar que este gobierno sí está ayudando a los pobres? ¿se está cerrando la brecha de la desigualdad?
Cualquier país y gobierno que se dice socialmente responsable tiene un sistema de seguridad social fuerte que incluye seguro médico, con servicios médicos de calidad, seguro de invalidez, seguro de desempleo, seguro de vejez o pensión. En México nada de esto está bien ni se ha emprendido acciones para fortalecer la seguridad social. Lo que tenemos son programas clientelares que no ayudan a los pobres, porque la ayuda subsidiaria debe ser temporal, si no se convierte en paternalista y genera dependencia.