Mitad y mitad
Cada vez aumentan los casos que llegan a tribunales familiares en donde se reclama la liquidación de bienes derivados de una relación de concubinato y demás derechos derivados de ese tema.
Para que lo sepa, al terminarse una relación de concubinato, comúnmente conocida como “unión libre”, los concubinos tienen derecho a repartirse los bienes que se hayan adquirido durante la relación.
Como casi en el 100 por ciento de los casos no existe un acuerdo firmado sobre la distribución de los bienes, la ley no se hace bolas y dice que esa distribución se hará siguiendo las reglas de la sociedad conyugal.
En pocas palabras, la ley dice que los bienes se distribuyen mitad y mitad.
Además, dependiendo de ciertas circunstancias, la ley también señala que surge el derecho a recibir una pensión alimenticia que durará el mismo número de años que duró el concubinato.
Y si hay hijos, obviamente que se deberá fijar una pensión alimenticia para ellos, ya sea para los menores de edad, como también para los mayores de edad siempre y cuando estos últimos estén aún estudiando.
Lo ideal es que el concubinato, como también el matrimonio, se disuelva en sana paz y los cónyuges o concubinos se pongan de acuerdo en las consecuencias legales que surgen de la terminación de la relación.
Si no se ponen de acuerdo habrá que acudir a los tribunales familiares para que sea un juez el que decida sobre la liquidación de bienes y sobre las pensiones alimenticias, así como sobre cualquier otra cuestión legal que surja.
Por ejemplo, hemos visto algunos casos en donde el concubino, negando el concubinato, demanda a su ex pareja para intentar sacarla de lo que era el domicilio familiar o para quitarle vehículos o negocios.
Hay algunos casos extremos en donde es tanto el coraje que llegan a presentar denuncias penales por robo de vehículos.
Si desafortunadamente usted enfrenta una situación como la que le platico, es urgente y muy importante que contrate un abogado experto en estos temas para que la defienda oportunamente.
Un buen abogado desactivará cualquier acción legal que intenten en su contra para presionarla y logrará que un juez familiar reconozca y proteja sus derechos derivados del concubinato.
Pero repito, lo ideal es dar fin al concubinato de común acuerdo y mediante una negociación en donde ambas partes ganen.
Los pleitos salen caros y no me refiero solamente al tema de los costos económicos, sino también a los costos emocionales para todos los involucrados.
Cada vez aumentan los casos que llegan a tribunales familiares en donde se reclama la liquidación de bienes derivados de una relación de concubinato y demás derechos derivados de ese tema.
Para que lo sepa, al terminarse una relación de concubinato, comúnmente conocida como “unión libre”, los concubinos tienen derecho a repartirse los bienes que se hayan adquirido durante la relación.
Como casi en el 100 por ciento de los casos no existe un acuerdo firmado sobre la distribución de los bienes, la ley no se hace bolas y dice que esa distribución se hará siguiendo las reglas de la sociedad conyugal.
En pocas palabras, la ley dice que los bienes se distribuyen mitad y mitad.
Además, dependiendo de ciertas circunstancias, la ley también señala que surge el derecho a recibir una pensión alimenticia que durará el mismo número de años que duró el concubinato.
Y si hay hijos, obviamente que se deberá fijar una pensión alimenticia para ellos, ya sea para los menores de edad, como también para los mayores de edad siempre y cuando estos últimos estén aún estudiando.
Lo ideal es que el concubinato, como también el matrimonio, se disuelva en sana paz y los cónyuges o concubinos se pongan de acuerdo en las consecuencias legales que surgen de la terminación de la relación.
Si no se ponen de acuerdo habrá que acudir a los tribunales familiares para que sea un juez el que decida sobre la liquidación de bienes y sobre las pensiones alimenticias, así como sobre cualquier otra cuestión legal que surja.
Por ejemplo, hemos visto algunos casos en donde el concubino, negando el concubinato, demanda a su ex pareja para intentar sacarla de lo que era el domicilio familiar o para quitarle vehículos o negocios.
Hay algunos casos extremos en donde es tanto el coraje que llegan a presentar denuncias penales por robo de vehículos.
Si desafortunadamente usted enfrenta una situación como la que le platico, es urgente y muy importante que contrate un abogado experto en estos temas para que la defienda oportunamente.
Un buen abogado desactivará cualquier acción legal que intenten en su contra para presionarla y logrará que un juez familiar reconozca y proteja sus derechos derivados del concubinato.
Pero repito, lo ideal es dar fin al concubinato de común acuerdo y mediante una negociación en donde ambas partes ganen.
Los pleitos salen caros y no me refiero solamente al tema de los costos económicos, sino también a los costos emocionales para todos los involucrados.