México en el comercio agrícola de Estados Unidos
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En los últimos años México pasó de ser importador a exportador neto de alimentos, pero es posible que Estados Unidos esté inmerso en una ruta diferente. Ese país no ha registrado un saldo comercial agrícola negativo desde 1959, pero según datos correspondientes a agosto de 2020 es muy posible que este año registre un saldo desfavorable, después de haber observado por seis años una tendencia decreciente.
Estados Unidos registró su saldo agrícola más alto en 2013, con 40 mil 123 millones de dólares, conservando, desde entonces, un saldo positivo pero decreciente. En 2019 el saldo fue de 5 mil 706 millones de dólares. Al igual que la producción las exportaciones han aumentado, pero a una tasa menor que las importaciones.
La pandemia puede que sea la causa coyuntural más significativa en la explicación del posible resultado negativo para este año, pero el comportamiento tendencial puede ser más bien el reflejo de otros factores. En particular, el efecto del enfoque de política comercial de la administración Trump, agresivo y proteccionista; ya que los países que se consideran dañados aplican represalias que se cargan principalmente sobre productos de su agricultura.
También puede que sea explicable a través de la apreciación del dólar frente a otras monedas (el Índice de Tipo de Cambio Real Bilateral del Banco de México muestra claramente, por ejemplo, la apreciación del dólar frente al peso), la competitividad creciente de otras naciones (con mejores dotaciones de recursos o porque, a diferencia con otras actividades, las tecnologías en la agricultura presenta menos barreras de acceso) y del cambio en los patrones de consumo domésticos (como consecuencia del aumento en el ingreso y la inmigración). En general, el contexto global está cambiado en sentido no tan favorable a los intereses de Estados Unidos.
Tradicionalmente, México ha sido un país muy importante para el comercio agrícola de Estados Unidos en productos clave, tanto como mercado de destino como de abasto.
En cuanto a granos y oleaginosas, en los cuales Estados Unidos tiene ventaja comercial. México es el tercer país por su importancia en las exportaciones de soya estadounidense, después de China y la Unión Europea (que forman 28 países). En 2019, representó el 9.8 por ciento de un total de 52.3 millones de toneladas métricas. Para Estados Unidos la soya es más importante en sus exportaciones que el maíz, tanto en valor como en volumen.
En lo que se refiere a maíz y trigo, en ambos casos México fue el mayor mercado de destino en 2019. En maíz representó el 34.9 por ciento de un total exportado por Estados Unidos de 41.3 millones de toneladas. Y en trigo, el 13.2 por ciento, de un total de 26.9 millones de toneladas.
Como fuente de abasto, también este país es muy importante para Estados Unidos. México representa la primera fuente de importaciones de frutas frescas y congeladas, con el 49 por ciento del total de sus importaciones en este agregado (15,060 millones de dólares) en 2019. El segundo es Chile, con el 12.2 por ciento.
Además, en 2019, México representó el 60.4 por ciento del total de importaciones efectuadas por Estados Unidos de hortalizas frescas o congeladas (de un total de 11 mil 416 millones de dólares). Le sigue en importancia Canadá con el 23.4 por ciento.
Respecto a producto de mayor grado de elaboración. Las importaciones de frutas preparadas o preservadas provenientes de México representaron el 22.8 por ciento del total de importaciones efectuadas por Estados Unidos (3,076 millones de dólares). Después de México le sigue en importancia China, con el 13.4 por ciento. Y en lo referente a hortalizas preparadas o preservadas, México es el segundo país en importancia, con el 14 por ciento (de un total de 3 mil 469 millones de dólares). El primero lugar lo tiene la Unión Europea-28, con el 31.8 por ciento.
No se sabe qué pasará después de concluidas las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Si queda Donald Trump es de esperar que continúe su costoso enfoque de política comercial; si gana Biden, sin embargo, la perspectiva no es tan clara. El proteccionismo nacionalista ha echado fuertes raíces aún entre demócratas. No obstante, puede disminuir el grado de agresividad, dejando mayor espacio para la negociación.
Países que se caracterizan por ser importadores netos de alimentos suelen adoptar posturas más proteccionistas, mientras que países que son exportadores netos tienden a adoptar posturas que abogan por mayor libertad de comercio. Este es el escenario en el cual se mueve el debate de política comercial actual, tanto en México como en los Estados Unidos. En tal sentido, el futuro del comercio entre ambos países no está exento de conflictos.