Mal comienzo
“Mal comienza la semana para quien ahorcan en lunes”, dice el refrán. Este dicho bien se puede aplicar al gobierno de Claudia Sheinbaum, porque su comienzo ha sido muy malo.
A escasos dos meses de iniciado el gobierno de la primera Presidenta de México ha sido tiempo suficiente para ver que el puesto y los problemas heredados por López Obrador le han quedado grandes, ya que se ve rebasada por la realidad y los retos.
A AMLO el bono de confianza le alcanzó para gobernar demagógicamente mintiendo y sin entregar resultados en ningún tema importante. A éste le bastó el discurso y la entrega de dinero para terminar su sexenio sin que le estallara el País en las manos.
López tuvo margen de maniobra, pero a Claudia se le agotó especialmente en el rubro económico. El segundo piso de la 4T cree que basta con repetir el modelo de López sin entender que el futuro ya los alcanzó y que la holgura de ejecución se está acabando.
A López Obrador le bastó con “el rollo” y algunas acciones que respaldaban su discurso, aunque fueran malas decisiones para los verdaderos problemas del País. La gente sí estaba feliz con las mentiras, y el bono de confianza le duró todo el sexenio. Claudia no podrá hacer, como López, lo que le dé su gana sin que le truene la economía.
La Presidenta tendrá que crear diagnósticos correctos, establecer prioridades sobre la realidad nacional y actuar en consecuencia; el País ya no aguanta tanta improvisación, ocurrencias e ideología como lo manejó López Obrador y está proponiendo Claudia.
El segundo piso de ocurrencias, improvisación e ideologización no es sostenible; urge un grado importante de realismo con diagnósticos, estrategias y acciones eficaces y eficientes. Parafraseando a los gringos sería: “to do the right things, and to do things right”.
Claudia recibe Pemex totalmente quebrado impactando severamente las finanzas públicas; y sin entender su realidad, no se ha trazado una estrategia de capitalización para salvarlo.
Sheinbaum toma el gobierno con un gran déficit fiscal, lo que significa que el Gobierno gasta mucho más de lo que ingresa. Igualmente, el proyecto para 2025 confirma que se seguirá generando un alto déficit que deberá ser financiado.
El sistema de salud está en el abandono presupuestal que dejó López, y sin una estrategia adecuada para mejorar sus servicios cualitativa y cuantitativamente. El sistema educativo también se encuentra en total desamparo desde el anterior sexenio.
El rezago en infraestructura de comunicaciones y electricidad es tremendo, de cara a las proyecciones de demanda, al extremo de ser ya una limitante a la inversión y el desarrollo en algunas regiones del País.
Los sistemas de pensiones están quebrados por no estar debidamente fondeados. La pensión no la garantiza un decreto sino el adecuado fondeo de la misma.
El campo también se encuentra en el descuido que lo dejo López y hoy está claro que no es prioridad. La 4T organiza el campo para votar y no para producir.
Las principales ciudades del País demandan un nuevo apoyo subsidiario de la Federación, como se hizo en el exitoso programa de 100 ciudades que dirigió el sinaloense José Luis Soberanes con Colosio hace 30 años.
La seguridad está colapsada porque el País se encuentra controlado en gran parte de su territorio por el crimen organizado, con los correspondientes costos de vidas, económicos y sociales que este cáncer genera.
Concluyo con la advertencia socrática: “estemos en guardia para no caer en el peor de los males que es odiar la razón... privándonos así de la verdad”.
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