Losa
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lqteran@yahoo.com.mx
En todas partes de la geografía nacional, a diario se conocen noticias relacionadas con la contienda electoral que viene. Diversos actores políticos se preparan con ese propósito, buscan el mínimo pretexto para manifestarse; otra cosa muy distinta es el eco que puedan lograr entre la ciudadanía. A leguas se percibe la aversión clara de los ciudadanos hacia los partidos tradicionales, va a ser difícil que levanten vuelo entre la ciudadanía, con la cual tienen muchas cuentas pendientes, por su conocida corrupción, así como por su divorcio de los intereses populares, cosa demostrada hasta la saciedad.
No es cosa fácil remontar esa realidad para esos partidos políticos, por eso están desesperados, el descrédito que tienen significa una losa en sus espaldas, van a batallar para convencer a los ciudadanos, porque éstos los conocen demasiado bien y saben que su ideología conservadora no les permite servir a los más débiles, por tener detrás de ellos a los potentados, a los que sirven sin ningún remilgo. Por décadas, estos partidos tradicionales han demostrado que su política está orientada a servir a los de arriba, no a los de abajo.
Desde el fraude electoral de 1988, los partidos políticos más longevos del País decidieron marchar juntos, y allí siguen, defendiendo los intereses de los grupos minoritarios y olvidándose por completo de la mayoría, dejándola a su suerte.
No le extrañe, amable lector, que durante la campaña política que en poco tiempo empieza se vistan de lobos con piel de oveja y comiencen a “abanderar” falsamente causas populares; su travestismo político no tiene límites. Pero la realidad es que el electorado no se deja ya engañar por esos falsos héroes, a los que saben reconocer demasiado bien. Los prianistas -y sus partidos satélites- detestan todo lo que tenga que ver con los intereses de la mayoría social. En su concepción, todo lo que sea en beneficio de las clases trabajadoras lo consideran populismo, e incluso en los estratos más fanatizados e ignorantes lo califican de “comunismo”.
Lo cierto es que cuando esos partidos políticos llegan al poder, aplican una política que beneficia exclusivamente a una minoría que acapara grandes riquezas y usa el poder político de manera patrimonial. Esa historia es conocida en el País, pero no se preocupe, amable lector, ahora la inmensa mayoría de los ciudadanos tiene claro quién verdaderamente representa sus intereses, quién empuja la regeneración del País y privilegia en su política primero el bienestar de los ciudadanos. Y, desde 2018, es tendencia por parte de los ciudadanos favorecer a los políticos que están por el cambio en México. Nuestro vaticinio es que los ciudadanos van a favorecer con su sufragio el programa de regeneración nacional en curso, no lo van a desperdiciar, eso lo tienen claro como el agua.
Lo vamos a ver en la elección intermedia, el 6 de junio del 2021, muchos indicadores así lo señalan, pese a la gritería de los nostálgicos del pasado; su regreso al Gobierno es moralmente imposible, por si algo faltara para corroborar su corrupción desmedida está en curso el juicio judicial contra Emilio Lozoya, ex director de Pemex, por parte de la Fiscalía General de la República, y allí están apareciendo un mar de pruebas contra políticos del prianismo de todos los niveles.
Muchos ciudadanos comentan que no llegaron a imaginarse que fuera tan escandalosa la corrupción, que sobrepasa todo lo imaginable el grado de latrocinios cometidos durante los gobiernos privatizadores; no cabe duda de que gobernaron una caterva de forajidos, quienes formaban caciquismos y estafas por doquier; rebasaron los ribetes del cinismo más rupestre, digno de una serie de suspenso de esas que ahora son tan populares, no se detenían en lo que pensara la gente, eso los tenía sin cuidado. Hoy los ciudadanos les van a responder a esos partidos políticos negándoles el sufragio en las urnas, el pueblo los va a desdeñar.
Los ciudadanos tienen plena certeza de que por primera vez en décadas su agenda está siendo atendida, y no tienen duda que por esta ruta del cambio emprendido se concretará la democracia y el desarrollo del país en todas sus formas, convirtiendo en hechos tangibles sus anhelos.