Los Pulitzer...
La afirmación presidencial de que hay más muertos por asesinatos, pero menos violencia, ya ha quedado inscrita en el listado de resbalones verbales de los presidentes de México, ya que los homicidios dolosos, son una forma de violencia y tales hechos, durante la actual gestión presidencial, han ido al alza, de tal suerte, que al final de este primer sexenio de la 4T, quedarán registrados cerca de 200 mil muertes violentas, reconocidas por las propias autoridades federales.
Por otro lado, el Presidente de la República, muy a su estilo, también manifestó que el premio Pulitzer es una gran farsa, motivado por el hecho de que los rotativos New York Times y ProPublica, recibieron cuatro premios, el primero, mientras que el segundo, se acreditó dos, uno de ellos, compartido. Entre esos trabajos, se encuentran algunos artículos de investigación que involucraron al Ejecutivo federal con el narcotráfico, lo cual, motivó que López Obrador calificara de chafas e intrascendentes dichos premios.
El Pulitzer se entrega a distintas categorías, no solo al periodismo, también reconoce el trabajo literario, y en esta ocasión, en la modalidad de biografía, se lo llevó la escritora mexicana Cristina Rivera Garza, por su obra titulada El invencible verano de Liliana, en la cual nos narra el feminicidio que le arrancó la vida a su hermana Liliana, crimen que, a la fecha, se mantiene impune. La escritora tamaulipeca, por cierto, en el año 2022, ganó el Premio Mazatlán de Literatura, es decir, no es una improvisada que ande en búsqueda de premios chafas.
Vale recordar cuál es el origen de los premios Pulitzer, cuya seriedad, ha sido cuestionada por el Ejecutivo federal.
Joseph Pulitzer, húngaro de nacimiento, tuvo una infancia afortunada, en cuanto a riqueza material se refiere, ya que su padre era un comerciante exitoso, sin embargo, los días de desasosiego llegaron muy pronto a su vida, de tal suerte, que a los 17 años, a la familia le llegó la pobreza y Joseph, empezó a buscar fortuna y en el año 1864, fue enganchado por un intermediario, para que se enrolara en el ejército unionista de Los Estados Unidos de Norteamérica, que se encontraba en medio de una guerra civil.
Pulitzer salió con bien del conflicto bélico y decidió sentar residencia en San Luis Misuri. En el año 1868, se unió al partido Republicano y se involucró con el periodismo. Ocho años después de su arribo a tierra estadounidense, pudo comprar los periódicos Westliche Post y el St Louis Dispatch, y través de este último, se involucró en la nota sensacionalista, sin perder la mira sobre los problemas sociales, fórmula que le permitió el éxito económico y los recursos necesarios para adquirir, en 1883, el rotativo New York World, en el cual, tuvo el tino de introducir, en su edición dominical, una página a color de historietas cómicas, consiguiendo un éxito total, reflejado en un tiraje diario de 600 mil ejemplares.
La vida del exitoso recluta húngaro llegó a su punto final en el año 1911 y dentro de su herencia, dispuso que a la Universidad de Columbia se le entregaran dos millones de dólares para que se fundara una escuela de periodismo y se crearan los premios anuales conocidos los Pulitzer, de gran prestigio, manejados por dicha universidad, a través de un consejo de notables.
Los Pulitzer, iniciaron su historia en el año 1917, y a la fecha, cuentan con una sólida reputación, lo cual, los blinda ante los embates de lenguas ligeras que temerariamente emiten juicios que pretenden desprestigiarlos. ¡Buenos días!
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