Los fríos números de la economía, aunque sea neoliberal
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Rafael Morgan Ríos
cp_rafaelmorgan@hotmail.com
Se han estado presentando algunas situaciones en la economía de México que tal vez interese considerar a los amables lectores de Noroeste y que, desde luego, debieran ser considerados por el Presidente y su equipo:
Se está retirando buena parte de la inversión foránea en bonos de deuda mexicana, pues según el Fondo Monetario Internacional, entre el 20 de febrero de este año y el 17 de julio han salido 15 mil 400 millones de dólares que es el equivalente a 1.5 por ciento del PIB nacional, siendo esta la disminución más rápida desde 2008 durante la crisis financiera internacional. Los extranjeros han vendido bonos de deuda por casi 360 mil millones de pesos, a pesar de que México paga altas tasas por su deuda, un 5 por ciento nominal o un 1.67 por ciento real; sin embargo, según el Banco de México, los extranjeros inversionistas todavía tienen 90 mil millones de dólares invertidos, pero los analistas temen que una caída en la calificación crediticia del País, las decisiones gubernamentales contra la iniciativa privada, tanto nacional como extranjera y la fuerte recesión que se está sufriendo, pudieran provocar mayores fugas de capital.
Otro factor que incide es la volatilidad del peso frente al dólar que en esos cinco meses ha perdido 12 por ciento de su valor, encareciendo la deuda pública en moneda extranjera que, al convertirse a pesos, se ve incrementada en 12 por ciento en tan solo 5 meses
Según el Presidente López Obrador, de ninguna manera va a endeudar al País más de lo que ya está, pero esto debiera explicarse que no aumentará la deuda pública en números absolutos, es decir, en dólares, pues en pesos sí aumenta con la depreciación del peso frente al dólar; pero además, lo más grave es que, con la recesión que se está sufriendo, según los organismos financieros, el PIB de México caerá alrededor de 10 por ciento en este año, por lo que, una deuda pública de 12 billones de pesos, por ejemplo, con un PIB de 24 billones, la deuda sería 50 por ciento del PIB, pero si éste cae 10 por ciento, es decir baja a 90 por ciento, esa misma deuda de 50 por ciento entre 90 es igual a 55.5 por ciento del PIB, es decir, al caer el PIB, la deuda es mayor porcentualmente.
En un interesante artículo de Carlos M. Urzúa en El Universal, informa que México mantiene una línea de crédito flexible por 61 mil millones de dólares en el FMI, de la que puede disponer sin condición alguna y a tasas preferenciales menores a las del mercado financiero, es decir, se pudiera utilizar para pagar deuda más cara o para obtener más plazos o bien, para financiarse. El FMI cobra una comisión de 159 millones de dólares al año por mantener la línea abierta; si la tasa de interés que cobrara el FMI al disponer de parte de ese capital fuera un 2 por ciento, esos 159 millones de dólares se pagarían por un crédito de casi 8 mil millones de dólares, o sea, por alrededor de 170 mil millones de pesos. Sin embargo, esta línea de crédito es parte de las reservas internacionales.
Otra consecuencia de la recesión económica es el cierre de negocios y el desempleo, lo que a su vez trae consecuencias colaterales como es el retiro de fondos de las afores por los ciudadanos desempleados o que han perdido sus negocios. Según El Financiero, en junio 2020 se retiraron mil 856 millones de pesos, más del doble de lo retirado en junio de 2019, pero ante el ominoso mensaje del Presidente de que el sistema de afores resultó dañino para el País, impulsará reformas legales para revertirlo pues tal vez sea mejor administrado por el gobierno que por empresas. Las afores manejan ya casi 4.4 billones de pesos, alrededor de un 17 por ciento del PIB, no es de extrañar que el botín sea muy atractivo, si bien la idea y la intención ha sido muy rechazada.
Como un factor relativamente positivo, es que la recaudación del SAT en estos seis meses de 2020, se ha incrementado en 53 mil 600 millones de pesos, un 3.1 por ciento más que el primer semestre de 2019, pero un 3.8 por ciento menos que lo presupuestado en la Ley de Ingresos para este semestre. Se estima que el aumento en lo recaudado sobre el año anterior, se debió en buena parte a que algunos grandes contribuyentes se hayan desistido de sus recursos jurídicos frente al SAT y hayan pagado “voluntariamente” alrededor de 30 mil millones de pesos.
Mientras que nuestros socios en el TMEC, Canadá y Estados Unidos, logran reactivar la generación de empleos, México pierde casi un millón 200 mil empleos en cinco meses. Canadá ya repuso 990 mil empleos entre mayo y junio y Estados Unidos creó más de 7 millones en el mismo período.
Estos son sólo algunos elementos para evaluar la economía nacional ante esta crisis de salud y de gobierno.