Los alcaldes andan sueltos
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Arturo Santamaría Gómez
santamar24@hotmail.com
Parafraseando a Mario Ruiz Massieu, quien dijo que “los demonios andan sueltos” cuando investigaba el asesinato de su hermano José Francisco, ahora diremos que en Sinaloa los alcaldes morenistas andan sueltos en búsqueda de la candidatura a Gobernador.
Y no es que los alcaldes suspirantes, Estrada Ferreiro y Luis Guillermo Benítez Torres, sean unos demonios, pero sí unos aprendices con muchas ambiciones políticas. Ambos tienen muy poco oficio y pobres dotes para el ejercicio del poder, pero son personajes, al menos con Morena y hasta el momento, con mucha suerte. Bueno, pues los dos ya dijeron, cada quien a su estilo, que sí aspiran a ser el abanderado de Morena para ser vecino de Malverde en 2021.
Estrada Ferreiro, al estilo de Luis Echeverría por aquello de “Ni nos perjudica, ni nos beneficia, sino todo lo contrario”, y la célebre frase de Ricardo Anaya, Eruviel Ávila y muchos otros políticos mexicanos, “ni me encarto ni me descarto”, dijo el miércoles pasado: “Yo no digo que no, tampoco digo que sí…”, para confirmar que Cantinflas no es una invención del teatro y cines mexicanos sino la más pura encarnación de una mentalidad ambigua y simuladora de la política nacional.
Es muy cierto que un buen político debe ser un buen simulador y que no debe revelar sus cartas en cualquier circunstancia, pero en el caso de Estrada Ferreiro, y sobre todo de “El Químico” Benitez - quien todavía no se sentaba en la silla municipal de Mazatlán y ya estaba soñando con la Gubernatura- que hasta un ciego se daría cuenta que sueñan despiertos con ser el preferido de López Obrador para encabezar la campaña electoral morenista en 2021.
No han sido muchos los alcaldes que han llegado a ser gobernadores en Sinaloa. Malova, el más reciente, y Toledo Corro el anterior, han sido los únicos en más de 50 años. Pues ahora, a pesar de sus magros resultados e inagotables críticas, los dos presidentes municipales de las ciudades más grandes de Sinaloa ya “andan en la jugada”, como diría Estrada Ferreiro.
En efecto, los dos andan sueltos, pero, con todo y sus contradicciones Estrada es más discreto. “El Químico”, en cambio, anda desatado y a costa del erario mazatleco. Dice que está promoviendo el turismo para el puerto. Nadie se lo cree. Y menos Estrada Ferreiro, que le mandó a quitar su propaganda desplegada en Culiacán.
Ambos saben que el dedazo para la candidatura vendrá de Palacio Nacional, pero de los dos, Benítez Torres se siente confiado en la supuesta amistad que le brinda AMLO. Relación amistosa de la que no pocos morenistas dudan que sea cierta, porque, además, como cualquier político, el tabasqueño tiene amigos pero tiene más cálculos e intereses de otro tipo.
Al margen de los deseos de los dos alcaldes lo cierto es que no pintan en las encuestas serias que se han hecho en los últimos meses para sopesar los nombres de los potenciales candidatos a Gobernador en 2021, aunque, no duden ustedes, que ellos se manden hacer unas a la medida, como algunas que han aparecido en días recientes.
Dos de estas últimas, raras en su metodología y muy distantes a los resultados de casas encuestadoras reconocidas, se hicieron nada más en Sinaloa. Las empresas se llaman “Statu Quo Advance” y la otra se presentó como “Sinaloa rumbo al 2021”. Sus resultados son francamente inverosímiles, búsquelos usted en la red; pero ambas tienen el claro objetivo de favorecer nombres muy específicos y golpear a otros. Esto se confirma porque en una, unos nombres aparecen muy arriba y son enaltecidos cuando los caracterizan cualitativamente, y en otra aparecen muy abajo y son descalificados con los números.
Tal y como se ha dicho infinidad de veces, en México y en cualquier otro país del mundo, las encuestas, falsas y mal hechas o muy profesionales, se utilizan políticamente, y este proceso, es obvio, no podía ser distinto. La proliferación de ellas en Sinaloa nos habla de una lucha intensa por el poder. Tanto al interior de cada partido como entre ellos.
La política que en la actualidad observamos en México no es de un alto nivel, pero sí es más franca, aunque también más desordenada, que antes de 2018.
En Sinaloa, decidirá AMLO para un Morena sin estructuras ni orden, y en el PRI la cúpula nacional le quiere quitar a los gobernadores, y por lo tanto, a Quirino, el poder de nombrar las candidaturas. Pudiera avecinarse un conflicto al interior del tricolor por este nuevo escenario; sin embargo, será muy difícil que una dirigencia nacional priista con poca presencia le logre arrebatar a los gobernadores lo que su tradición política dicta. En este escenario, aparte de las especulaciones que compartí en mi anterior artículo, veremos una disputa electoral, más que entre Morena y el PRI, una entre López Obrador y Quirino Ordaz, aunque se profesen amistad y entendimiento, porque son gobernantes fuertes con partidos débiles.
Posdata
Mazatlán F.C. es todavía inconsistente en sus resultados, pero sigue demostrando espíritu de lucha. Esperemos que persista, se plante mejor en la cancha y gane su próximo encuentro contra los Pumas.