López Obrador: fans, espaldarazo y paladar. Leales proscritos; viejos rivales consentidos

Alejandro Sicairos
31 octubre 2022

De esas giras, ya se sabe, le encantan a Andrés Manuel López Obrador. En las que un segmento de la gente lo quiera y lo cobije con la frase “es un honor estar con López Obrador” y otra parte de los ciudadanos le reclame y él se imponga frente a las inconformidades respondiendo a las protestas con breves palabras, pero de efecto certero en sus seguidores, no importa que se trate de respuestas ambiguas que no pasan por la aduana de lo legal. Así vino ayer a Sinaloa a darle un nuevo espaldarazo al Gobernador Rubén Rocha y, de refilón, al Alcalde de Ahome, Gerardo Vargas Landeros.

Genio y figura en tanto el cargo le dura se animó a decir que él nada tuvo que ver en la destitución con sesgo de rescate político del ex Alcalde de Mazatlán, Luis Guillermo Benítez Torres, que al tiempo que enfrenta demandas penales por el caso Azteca Lighting y solicitudes de juicio político ante el Congreso del Estado, se arriesga a lanzar la hipótesis de “ese es un asunto de Sinaloa”. Y en cuanto a la oposición a que se construya la planta de amoniaco en la Bahía de Ohuira, defendió la cuantía del capital privado dándoles certidumbre a los inversionistas y abatimiento a los del movimiento “Aquí no”.

Y en algunos cambios mostrados desde el 1 de diciembre de 2018 a la fecha, reconvirtió a sus antes leales en entes de poco fiar y de los que en el pasado desconfiaba son ahora merecedores de sus afectos. Véase a Jesús Estrada Ferreiro mendigando una cita con el Presidente, en su situación de ex Alcalde de Culiacán que fue destituido por el método de juicio político y que es vinculado a proceso por la justicia, mientras en contraste al Presidente Municipal de Ahome, al que antes de la elección de 2021 los morenistas detestaban, ahora AMLO lo abraza en público y la foto corre por las redes sociales.

Sin duda alguna en la Cuarta Transformación ha mutado la idea de hacer política y su principal instrumentador es el Presidente que frecuentemente realiza esas giras raras donde enfrenta a sus críticos, libera a los señalados de afectar al País en diferentes formas, y no le genera ninguna angustia el hecho de abrazar con afecto a personajes que antes él mismo criticó, ya sea directamente o de rozón al considerar que eran parte de gobiernos corruptos.

¿Por qué la trivial respuesta de que la dimisión-salvamento de “El Químico” fue operada en lo local, no en lo federal? ¿A qué se debe el cambio de actitud en lo referente a la planta de amoniaco, que después de largos episodios de irresolución ahora recibe el ofrecimiento de que se hará realidad, pase lo que pase? ¿Con qué fines la foto donde aparecen López Obrador, Rocha Moya y Vargas Landeros cuando la gente supone que el elemento ahomense no encaja en la 4T? La única respuesta para las tres interrogaciones sería que el Presidente López Obrador ya anda en campaña, y necesita los más aliados posibles, para que su partido retenga la Presidencia de la República.

La otra lectura que se le puede dar a la estancia de AMLO en Los Mochis, invitado por Vargas Landeros, según dijo el Mandatario nacional, y presencia en la supervisión en Sinaloa del Plan de Salud IMSS Bienestar Sinaloa, significa el espaldarazo al Gobernador cinco días después de que sobrevino la crisis política desatada por el tuit que Rocha Moya publicó el 25 de octubre anunciando que el Alcalde de Mazatlán, a punto de ir a los tribunales por acusaciones en su contra, era designado como Secretario de Turismo estatal.

El Presidente vino a reconocerle a Rocha el que Sinaloa sea el primer estado de México en ampliar el programa de pensión para discapacitados, accediendo el Gobernador a cumplir con el 50 por ciento del monto, y Gobierno federal aportará el 50 por ciento restante, dándole cobertura a 500 mil personas en la entidad. Este dato tiene el efecto de bajar la inconformidad que desencadenó la designación de “El Químico” como titular de Turismo, movimiento telúrico cuyo final todavía es desconocido.

El Presidente traía a Sinaloa bastante energía, e hígado. Lo del vigor él lo atribuyó a haber dormido una hora más por el cambio de horario estacional que ayer entró en vigencia y así quedará para siempre, y sí debió ser eso lo que lo alentó a recibir quejas de ambientalistas que se mantienen en pie de lucha contra planta de fertilizantes; la exigencia del movimiento Somos Más que 53 en reclamo de derechos sindicales y mejoras laborales al magisterio, aparte de tener que verle la cara de congoja a Estrada Ferreiro y acceder a salir en la foto con Gerardo Vargas que en 2024 le servirá como oro molido al mochiteco.

Si el análisis se centra en el Presidente, resolverá que viene a Sinaloa cuando ve que hay víboras chillando o roedores devastando a la 4T. A pesar de que los mandatarios federales todo el tiempo han venido a traer recursos públicos o programas de beneficio social, eludían visitar el estado en medio de circunstancias conflictivas que les echaran a perder el lucimiento personal y le hicieran amargos los platillos de mariscos que siempre vienen a saborear. Pero López Obrador lo tiene todo en el mismo combo: disfruta a sus fanes, aplaca a los inconformes y también degusta las riquezas culinarias sinaloenses.

Decía que eran decentes,

‘El Químico’ y Jesús Estrada,

Y al ser lealtades erradas,

Recluta a nuevas serpientes.

Algo debe haber en desagravio de los sinaloenses cuando el Presidente de la Junta de Coordinación Política, Feliciano Castro Meléndrez, insiste en que las solicitudes de juicio político contra el ex Alcalde de Mazatlán, correrán por el debido proceso legislativo, y la Fiscal Sara Bruna Quiñonez Estrada remarca cada que puede que la carpeta de investigación abierta a Luis Guillermo Benítez Torres se llevará a las máximas consecuencias jurídicas. ¿Será posible tanta belleza en el Congreso y FGE? Vamos a saber pronto si el presunto culpable recibe sanción o mayor impunidad.