Liberar al Ismujeres, hoy rehén político. Que salga la mejor de las 20 aspirantes

Alejandro Sicairos
05 marzo 2020

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alexsicairos@hotmail.com


Si de algo ha de servir el rechazo de la Comisión Permanente del Congreso del Estado a que Reyna Araceli Tirado siguiera al frente del Instituto Sinaloense de las Mujeres es para alterar el esquema con el que funciona dicha institución con la paradoja de guardar distancia del sector al que por ley está obligado a amparar. Ahora, con 20 aspirantes a ocupar la vacante, la labor de selección será como buscar la aguja en el pajar porque se trata de encontrar a la que garantice aptitud de servicio y no vocación por el cheque.

Una parte de las que se registraron aparece de manera repentina en la lucha por la dignificación del tema femenino. Nunca se les ha visto en la trinchera rosa y hoy resaltan en la lista de pretensas precisamente como omisas de los movimientos de reivindicación del sector, apostándole más a la posibilidad de que la 63 Legislatura y el Gobernador Quirino Ordaz Coppel designen a la que está en sus afectos, desplazando a aquellas que muestre capacidades propias.

Araceli Tirado hereda todo un manual de qué evitar hacer para fallarles a las mujeres sinaloenses. Lo principal es que desde la confortable oficina jamás emanó a la calle, donde se vive la otra realidad, alguna señal de solidaridad con el género y el Instituto tampoco articuló el más elemental sentimiento de duelo ante los femicidios, dejando solos con la pena a los deudos de las muertas. Le fue imposible entender que el calzado hay que ensuciarlo con el lodo de las calles y la blusa hay que mojarla con el llanto de las afectadas por la violencia.

Al Ismujeres le resulta crucial convertirse en el oasis de apoyo en medio del desierto de desventajas, amenazas y exclusión de las mujeres. Dejar de actuar como clan de partido o de privilegiados perdido en los laberintos de la teoría; enfocarse a lo práctico, con acciones tangibles para víctimas de carne y hueso, de sudor y lágrimas. Hacer descender al organismo, que ha funcionado en las alturas de la arrogancia, al nivel de las afectadas, que viven la impotencia propia del abandono.

¿Quién de las veinte podrá repensar el sistema del Ismujeres y resanarle las grietas de la desidia? Hay mucho de dónde elegir y bastante también para rechazar en la lista que integran Patricia Núñez Román, Guadalupe Hernández Guerrero, Dámaris Osuna Zavala, Jesús Martina Beltrán Valenzuela, María de Jesús Armenta, Rosario Dignora Valdez López, Priscila Salas Espinoza, Eva Joaquina Guerrero Ríos, Onelia Uriarte González, Lorena Margarita Domínguez, Mirleny Yamileth Vargas García, Emma Albertina Quiroz Acuña, María Leticia Valenzuela Sauceda, Evangelina Arellano Machuca, Marie Vega Yee, Amparo Natalia Reyes Andrade, Laura del Carmen González Bon, Eiko Kuroda Inzunza, Sandra Yudith Lara Díaz y Rosa Elvira Jacobo Lara.

Es verdad que todas las que se registraron tienen el derecho a participar, sin embargo, a la mayoría les falta la credencial del esfuerzo realizado en las trincheras reales, aquellas en las cuales se enfrentan los peligros y se pone el hombro para evitar el desmoronamiento de las pertinaces. Es hasta posible que muchas se apuntaron con la certeza de que no pasarán el primer filtro y que al hacerlo recibirán solo la oportunidad de agregar un renglón a sus currículums. O, por qué no, que el río se revuelva tanto que nadie sepa distinguir entre si fue un pez ángel o pez diablo el que mordió el anzuelo.

De todas formas, hay que tomarle la palabra al Gobernador Quirino Ordaz Coppel, que afirma que no tiene compromiso con ninguna, y al grupo parlamentario de Morena que el 18 de febrero, al evitar la ratificación de Araceli Tirado, expuso a través de la Diputada Alma Rosa Garzón que se requiere en el Ismujeres a alguien que trabaje de tiempo completo, a cuerpo y alma, por mejorar el panorama que enfrenta la población femenina en Sinaloa.

La cuenta regresiva ha empezado. Está cerca el momento de saber si el Instituto Sinaloense de las Mujeres se entrega como cuota política o bien si el mecanismo de designación atiende la circunstancia que exige compromiso, experiencia, tamaños y respaldo social para darle una sacudida al organismo y se desprendan ya los lastres que lo inmovilizan en la superficialidad. Que deje de ser el Instituto que nomás despierta cada vez que la violencia lo estremece.

Vamos a ver en qué para este procedimiento que avanza a la fase determinante, a pesar de que el escepticismo popular cree que será más de lo mismo. Lo mejor que le puede ocurrir a Sinaloa es que el Ismujeres deje de ser rehén de partidos o gobernantes para convertirlo en aliado de la causa femenina. La esperanza por la rectificación existe así esté oculta en el último reducto de la praxis política.

 

Reverso
Una audaz en el Ismujeres,
Con todas las capacidades,
Para atender sus deberes,
Y dejarse de trivialidades.

 

La huella de Imelda Castro
La Senadora Imelda Castro Castro fue designada ayer como integrante de la Comisión especial para dar seguimiento a los casos de feminicidio de niñas y adolescentes, que integró ayer el Senado de la República. La Junta de Coordinación Política y el pleno de la Cámara baja instruyeron a coadyuvar en la revisión de normas, programas, protocolos de actuación desde una perspectiva de género y atender al interés superior de la niñez, así como a su derecho a una vida libre de violencia. Es la séptima Comisión senatorial en la que participa la legisladora sinaloense.