Letargo

Lorenzo Q. Terán
18 septiembre 2024

El pueblo de México se encuentra de plácemes. Con la reforma al Poder Judicial se dio un paso trascendental en la consolidación de la democracia en el territorio patrio. Estamos seguros de que, al quitarle el carácter elitista al Poder Judicial, se ha dado un gran paso, lo que repercutirá en la vida pública nacional y, sobre todo, en bien del pueblo. Es un paso histórico de mucha trascendencia, no cabe duda.

No fue fortuito que los opositores se hayan aferrado en impedir que la reforma se concretara. Pero, como se ha dicho, el pueblo es mucha pieza, todo lo que se propone lo logra, porque a sus luchas les asiste la razón y ante esa realidad es imposible que impere el retroceso. El pueblo siempre defiende el progreso, nunca el atraso, por lo mismo está a favor de las causas nobles, a favor de la libertad y la justicia. Ahí es donde se estrellan los retrógradas.

Los ciudadanos han despertado de su letargo. Por muchos años el pueblo fue avasallado por sus verdugos; llegó el momento en que despertó, para poner las cosas en su lugar e iniciar su camino de redención y defender sus más legítimos intereses.

Por ese sendero no hay fuerza capaz de detenerlos. Como lo hemos dicho en muchas ocasiones, el pueblo es invencible. Una vez que se decide a luchar por sus derechos, ninguna fuerza es capaz de detenerlo. Eso está demostrado a lo largo de la historia, existen infinidad de ejemplos heroicos que dan fe de ello. Por eso, en la cuestión de la reforma del Poder Judicial, el fiel de la balanza se inclinó a favor de la participación del pueblo, al aprobarse un nuevo modelo donde el pueblo podrá elegir a jueces y magistrados, para tener control sobre ellos e impedir el elitismo y la corrupción que estaban en boga.

Algunos de nuestros lectores se asombraban cuando -en medio de una feroz campaña mediática por parte de la Oposición conservadora-, sosteníamos que la reforma del Poder Judicial no tenía de otra más que aprobarse y que su decreto era inevitable. Tenemos muchos años en el oficio como para errar en cuestiones elementales de simple lógica. Lo que tomamos en cuenta como factor determinante era el consenso del pueblo, porque no ha habido ninguna iniciativa donde no triunfe el sentido de la razón que inspira a los conglomerados populares, eso está registrado en la mayoría de los episodios donde el principal protagonista es el pueblo.

Lo anterior quedó ampliamente evidenciado desde un principio, cuando las dos cámaras del Congreso de la Unión discutían la reforma al Poder Judicial. Se vio claramente que el Poder Legislativo, al alcanzar la mayoría calificada, tenía la atribución de modificar la Constitución para aprobar la reforma. Por parte del Poder Judicial se evidenció una actitud tramposa y, sin razón alguna, intentaron detenerla mediante protestas y una y que otra chicanada oficiosa. Solamente evidenciaron la necedad de los ministros de la Corte de defender sus sueldos elevadísimos, que eran, a todas luces, una bofetada en el rostro del pueblo. Los ministros de la Corte prianista se habían constituido en una casta dorada, con privilegios inauditos, frente a una clase trabajadora con sueldos raquíticos. Eso llegó a lo intolerable, por eso la reforma del Poder Judicial concitó el apoyo popular.

El pataleo de la Oposición no tiene futuro, porque representa una minoría demasiado débil y sus gritos no tienen eco en la sociedad. No pasan de eso, porque los ciudadanos ya pintaron su raya y decidieron consolidar la democracia y apoyar al gobierno de la cuarta transformación, que avanza desarrollando programas sociales, construyendo infraestructura y decretando en un futuro próximo leyes justas, que repercutan de manera notable en bien de la mayoría de la ciudadanía. Ésta ha hecho suyas las acciones regeneradoras del gobierno, con la seguridad de que, de esa manera, se garantiza un futuro mejor para las actuales y futuras generaciones de connacionales.

Estamos ciertos que el próximo gobierno, que va a presidir la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, va a continuar los avances que estableció el actual Presidente Andrés Manuel López Obrador. Los programas sociales en todos los campos de la vida nacional van a continuar y, en algunos casos, los van a mejorar sustantivamente, de eso tenemos plena seguridad. Cuenta también con el apoyo entusiasta de la ciudadanía nuestra futura Presidenta. Los ciudadanos de este País son muy afortunados porque tuvieron la suerte de encontrar un relevo en la Presidencia de la República a la altura de las circunstancias. Eso lo celebra la ciudadanía con mucha alegría.

La reforma al Poder Judicial va a marcar un hito en la historia del País, en muchos aspectos, va a repercutir satisfactoriamente en la ciudadanía, con buenos resultados en la impartición de justicia, que tanto anhelan los mexicanos.