Las mentiras de Trump y el discurso del miedo

Rubén Martín
07 septiembre 2020

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A estas alturas de su burdo proyecto fascista, la opinión pública mundial sabe que el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, utiliza las mentiras y notas falsas en su discurso cotidiano, como un adicto las drogas.

Pero incluso los exagerados estándares del inquilino de la Casa Blanca han sido rebasados, según registró el New York Times. En una nota cuyo titulo es más que elocuente, “Trump, desatado”, el reportero David Leonhardt encontró una decena de notas falsas o mensajes sin sustento divulgados por el Presidente estadounidense la semana pasada, algunos de ellos absurdos.
El lunes 31 de agosto dijo que un avión “casi completamente cargado de matones” con “uniformes oscuros” se dirigía a la Convención Nacional Republicana para hacer “un gran daño”. Y en medio de las protestas contra los disparos a mansalva por la espalda en contra de Jacob Blake, Trump se negó a condenar los asesinatos de dos manifestantes en Kenosha, Wisconsin, y en cambio, defendió a Kyle Rittenhouse, joven de 17 años partidario suyo llamado, quien cometió los asesinatos: “estaba actuando en defensa propia”, dijo. En un disparate más, comparó el tiroteo policial de Jacob Blake en Kenosha con fallar “un putt de tres pies” en un torneo de golf.
Las protestas de las corrientes de Black Live Matter se encendieron aún más cuando Donald Trump visitó Kenosha, Wisconsin, para criticar los saqueos y las protestas, avalar a las fuerzas de seguridad, pero sin tener la cortesía de reunirse con la familia del joven afroamericano Jacob Blake que recibió siete tiros en la espalda de parte de un policía blanco del condado.
Algo semejante ocurrió cuando defendió la violencia cometida por sus partidarios en Portland, Oregón, que dispararon bolas de pintura y gas pimienta a los manifestantes de Black Lives Matter.
Otra declaración falsa lanzada por Trump y recogida en esta nota del New York Times es que afirmó que “personas de las que nunca has oído hablar” y “personas que están en las sombras” controlan a Joe Biden, candidato presidencial demócrata. En su línea de fuego contra su rival demócrata dijo que el mercado de valores colapsaría si ganaba Biden.
En una de las noticias más burdas, algo que han repetido otros liderazgos republicanos, Donald Trump afirmó que los demócratas estaban tratando de “destruir” los suburbios con “viviendas para personas de bajos ingresos, y con eso vienen muchos otros problemas, incluido el crimen”.
Y en una noticia falsa más, Trump dijo que las protestas contra la brutalidad policial ocurridas en decenas de ciudades de Estados Unidos tras el asesinato de George Floyd, el 25 de mayo en Minneapolis, eran en realidad un “intento de golpe” secreto de los anarquistas “que intentaban derrocar al Presidente”.
El recuento del Times no recoge todas las barrabasadas que ha dicho Trump apenas en los últimos días y que para algunos puede pintar a un paranoico y desquiciado político que dice mentiras con tal de ganar votos y quedarse nuevamente con la elección presidencial.
Pero algunos los analistas lo que ven es un consistente mensaje político que trata de ir al núcleo duro de sus votantes que lo llevaron al poder en 2016 y atraer a algunos indecisos en la actual carrera presidencial, cuya intención del voto lo sitúa debajo del demócrata Joe Biden. El centro del mensaje es el miedo que pretenden activar en sus votantes para así motivarlos a reelegir a Trump y su partido.
Aunque falsa y plagada de mentiras, trata de presentar la elección del 3 de noviembre como la disyuntiva entre seguir en el proyecto del sueño americano o con un programa socialista, como si el partido demócrata fuera una izquierda radical.
“Biden es un caballo de Troya para el socialismo. La agenda de Biden está hecha en China. Mi agenda está hecha en Estados Unidos”, sostuvo sin mostrar sustento en su discurso de aceptación de la candidatura republicana.
Pero lo más preocupante de todo, más allá de las acusaciones infundadas contra un personaje gris del establecimiento estadounidense como es Joe Biden, es que las mentiras de Trump y del Partido Republicano están apostando deliberadamente por un discurso del miedo en que llaman a defender el modo de vida americano de los suburbios, así sea con las armas. El mensaje fue muy directo en la Convención Nacional Republicana, pues los dirigentes invitaron entre sus oradores a la pareja blanca Mark y Patricia McCloskey, quienes salieron de su domicilio en Saint Louis, Misuri, a amenazar armados una manifestación de Black Lives Matter que transitaba por la calle.
De manera deliberada Trump y los dirigentes republicanos están tratando de presentar las protestas contra la violencia racial y policial como una turba de pobres, negros y migrantes que atentan contra las propiedades de quienes habitan en los suburbios (por lo regular familias blancas de clase media y alta) y su modo de vida en casas con amplios jardines y cocheras para varios autos.
Trump y sus huestes están deliberadamente promoviendo el miedo entre sus votantes, al afirmar que sus oponentes tratan de “destruir” los suburbios con “viviendas para personas de bajos ingresos y con eso vienen muchos otros problemas, incluido el crimen, estigmatizando y demonizando a sectores de otros ingresos y grupos raciales. Y según Trump, todas estas protestas son un “intento de golpe” secreto de los anarquistas “que intentaban derrocar al Presidente”.
Lo que deja en claro el discurso plagado de mentiras y estigmatizaciones es que al promover esta polarización están dando sustento a su proyecto político cada vez más autoritario y fascista puesto que está basado en la idea de la supremacía blanca, una supuesta nación predestinada y un imperio que aspira a mantenerse de los ataques de las “hordas” pobres y de otros grupos raciales.
Además, Trump ha estado repitiendo que ellos ganarán la elección, y que si no es así es porque habrá fraude.
“La única forma de que nos puedan quitar estas elecciones es porque están amañadas”. Todo indica que Trump se está preparando para desconocer el resultado de las elecciones en caso de no ser favorecido con los votos.
No está de más recordar que discursos y mensajes semejantes se vivieron en la Alemania a fines de la década de 1930, gobernada por Adolfo Hitler. No debemos dejar pasar por alto los paralelismos.
@rmartinmar
rubenmartinmartin@gmail.com
Sinembargo.MX