Las mantas del diferendo Gobierno-UAS. Tácticas del narco en conflicto educativo
A nadie ayuda, si es que alguien cree que obtiene algún beneficio, la colocación de mantas en algunos puntos de Culiacán con mensajes de “Liberen a Rocha de Inzunza” y “Liberemos a la Universidad ¡Ya basta!”, guiños para resolver por métodos ilegítimos aquello que obligadamente debe solventarse mediante el diálogo y la vigencia de la Ley. Muy al estilo que células criminales utilizan para dispersar miedo, reducir la educación a reyerta siniestra les notifica a los sinaloenses el tamaño de los intereses en pugna y los desasosiegos que derivan.
El conflicto entre el Gobierno del Estado y Poder Legislativo, que defienden la ya vigente Ley de Educación Superior de Sinaloa, y la Universidad Autónoma de Sinaloa y el Partido Sinaloense, que advierten el ataque a la autonomía a través de la reforma a la Ley Orgánica de la UAS que avanza en el Congreso, bajo ninguna circunstancia es justificante para alterar la estabilidad social con prácticas que tiran la piedra y esconden la mano con el propósito de diseminar zozobras.
¿A quién se le está requiriendo que liberen al Gobernador Rubén Rocha Moya de la influencia que sobre éste pueda tener el Secretario de Gobierno, Enrique Inzunza Cázarez? Existiendo los conductos institucionales ante los cuales debe elevarse tal petición, el sentido común interpreta que el planteamiento va dirigido a poderes fácticos que, no se dude, están leyendo la subliminal solicitud. La maligna tentación de postular la reconciliación poniendo el cañón del arma en la sien del contrario.
De la misma manera, ¿a quién va dirigido el apremio a liberar a la Universidad Autónoma de Sinaloa? La costumbre de gritar al vacío y esconder la cara no es propia de la coyuntura presente cuyo alcance, en la dirección que sea, va a constituir parteaguas y definir la reconfiguración de fuerzas federales, estatales y municipales. Inimaginable que el futuro de la UAS se juegue en un torneo de filosas espadas.
Inzunza Cázares va a responder como sabe hacerlo, con la Ley en la mano, pues no es un funcionario al que se le pueda probar que anda buscando adhesiones de partidos o de factótums para obtener un cargo de elección popular y tampoco le es atribuible hasta ahora que utilice la catadura violenta del poder público para eliminar a adversarios. ¿Hemos olvidado que el gobierno dispuso de personajes como Jesús Antonio Aguilar Íñiguez, Roberto Robles Rendón y Luis Pérez Hernández para silenciar a los adversarios?
La UAS debe contestar con el legado histórico, la razón y civilidad que le asisten sin quedar en medio de trifulcas políticas. Siempre la sociedad sinaloense ha sabido defenderla en su razón de ser y en esta ocasión no será la excepción. Que la amnesia no borre los episodios históricos de la defensa de las preparatorias, la expulsión de la izquierda radical que se parapetó detrás de rectores, y el destierro de campañas tan onerosas como vergonzantes que sobre el campus destilaban la purulencia de la corrupción y la narcoacademización.
Alejen a la Universidad de aquel modo que en el período 2011-2016 pretendió adquirir carta de naturalización cuando las narcomantas aparecían por todos lados al acusarse entre segmentos del Cártel de Sinaloa de recibir la protección del Gobernador en turno. Pretender que pendiendo de los barandales de los puentes de Culiacán se diriman cuestiones trascendentes como la educación pública, equivale a aceptar que perdimos todos reductos del raciocinio y nos quedan nada más los asideros del salvajismo.
Lleven a la barbarie política por la senda que le corresponda y guíen a la UAS por donde la comunidad universitaria determine. Es factible llegar al punto donde lo legítimo esté a salvo y las integridades de las partes confrontadas queden indemnes, así como ayer cuando el Gobernador Rocha remarcó en La Semanera su postura firme en torno a la Ley de Educación Superior y el Rector Jesús Madueña, durante el Foro Universitario de Reforma Académica y Administrativa, sostuvo ante un abarrotado Auditorio de la Autonomía la defensa de ésta con los medios que defina el Consejo.
Cualquiera experimentó algún estremecimiento cuando al amanecer del lunes las vialidades de Culiacán rememoraron los códigos del crimen, pero adaptados a la divergencia actual en materia de educación superior y autonomía universitaria. Sigue aquí, latente y seductora, la inferencia del ataque directo, brutal, que creímos se fue junto con la arcaica concepción de la justicia arbitrariamente entendida como herramienta de aniquilación del oponente.
Descártese la interpretación distorsionada de la hipótesis que proclama que las letras con sangre entran. Las mantas situadas ayer ante la mirada de centenas de ciudadanos no son ni por asomo el lenguaje y la intención de la guerra que viene, a librarse con la inteligencia y el respeto imprescindibles en quienes tienen diferencias y lo que no deben tener es la palabra y el designio que matan.
Si tú, ave rosalina, fracasas,
Al volar en vientos inauditos,
Le das vuelo a los apetitos,
Que ansían águila a las brasas.
A pesar de lo candente que se pone la relación entre Gobierno y UAS, la Secretaria de Educación Pública y Cultura, Graciela Domínguez Nava, asistió con entereza en representación del Gobernador Rocha Moya al arranque del Foro De Reforma Académica y Administrativa que el Rector Jesús Madueña planteó como “el compromiso universitario de servir a la sociedad que no admite treguas, ni descuidos ni tibiezas”. He allí uno de los espacios para el reencuentro a los que convoca el Presidente de la Coparmex en Sinaloa, Guillermo Bon Bustamante, en el llamado frío, hasta cierto punto ambiguo, en el que llama a Gobernador y Rector a que se sienten a dialogar.