Las distorsiones de la política

Vladimir Ramírez
28 enero 2020

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vraldapa@gmail.com

 

Las definiciones y conceptos sobre política han sido tantos como su práctica en la historia de la humanidad. Interpretar su significado ha sido siempre muy diverso de acuerdo a su contexto y circunstancia histórica.

Dos importantes definiciones del Siglo 20 sitúan a la política como el medio por el cual se precisan las relaciones de poder entre los individuos y sus instituciones. Para el filósofo Max Weber, la política se caracteriza por una lucha entre personas o agrupaciones para detentar el ejercicio del poder; por su parte, el también filósofo Antonio Gramsci la explica como aquella toma de decisiones que se deriva del gobierno y agrupaciones parlamentarias dedicadas a la política.

En el idioma español podemos reconocer el carácter polisémico de la palabra política. El Diccionario de la Lengua Española define a la política como arte, doctrina u opinión referente al gobierno de los Estados, definición que considera, ciertamente, el significado de la polity (doctrina), politics (opinión) y policy (arte) en una sola expresión o palabra.

Polity, como la actividad entre los humanos que se relaciona con el gobierno, las distintas convenciones de gobierno y con la noción de Estado. Politics, relacionada con la práctica común de quienes se dedican a la política, entendida popularmente como la discusión o “grilla” política. Policy, como lo referente a lo planeado de la acción de un gobierno, como el manejo prácticas gubernamentales, por ejemplo, la política educativa, económica, etc.

En nuestro País estos significados se complican aún más si observamos que en estos tres ámbitos de la polity, politics y policy se asocian, casi de manera unánime, con los actos de corrupción más frecuentes en la sociedad. En México, la palabra política adquiere una diversidad de significados que la ubican en una suerte de péndulo de Foucault, en el que su significado oscila en diferentes planos de una misma geografía semántica. Principalmente implica un asunto que tiene que ver con el “gobierno y los políticos”, por lo que existe en ocasiones la intención de deslindarse tanto de lo político como de la política, prácticamente como “necesidad moral”, pues verse relacionado con estos temas puede ser considerado un asunto de desprestigio público.

Sobre la corrupción de lo político, el filósofo argentino-mexicano, Enrique Dussel, explica que habría que intentar debatir sobre lo que lo político “no es”, para despejar el campo positivo. Lo político no es exclusivamente ninguno de sus componentes, sino todos en conjunto; decir que la política es uno de sus componentes aisladamente es una reducción equivocada, hay que saber describirla como totalidad.

En la actualidad es mayor la percepción de lo negativo en política, considerándose como una de las actividades menos honorables y más denostadas. Para la filósofa alemana Hannah Arendt, la política y la desconfianza frente a ella, son muy antiguas; la política es una necesidad ineludible para la vida humana, tanto individual como social. En ese entendido, la misión y el fin de la política es asegurar la vida en el sentido más amplio. Como aquella que hace posible al individuo perseguir la paz y tranquilidad. En cambio, cuando la política se usa como medio para alcanzar un fin, cuando la fuerza se utiliza para alcanzar la libertad, entonces los principios políticos quedan extinguidos. Para Arendt la política debe ser el esfuerzo de una gran pluralidad de seres humanos para vivir juntos y compartir la Tierra en un ambiente de libertad garantizada. Esa es justamente la promesa de la política.

En estos tiempos de avisada transición del nuevo régimen en México y su anunciada Cuarta Transformación, resignificar a la política se vuelve requisito imperioso ante un escenario de confuso y retorcido entendimiento de la política. Superar nuestra condición de sociedad que se niega a la experiencia del pensamiento como vía de comprensión civilizatoria y asumir la voluntad de pensar la política como la vía idónea e insustituible para alcanzar mayores niveles de convivencia civilizada y superar todas sus distorsiones.

Hasta aquí mi opinión, los espero en este espacio el próximo viernes.