Las candidatas...
Los que estamos expuestos a la opinión pública, somos víctimas del chacoteo de la gente por nuestros deslices verbales en presentaciones en público o en la expresión escrita en algún medio impreso; dichos yerros, en el ambiente periodístico son conocidos como gazapos, dentro de los que abundan los de corte ortográfico. Nada menos, el lunes pasado, en la efeméride del día, dentro de otra columna, al recordar que el día 15 de abril de 1957, falleció Pedro Infante en fatal accidente, escribí que vio la primera luz en el puerto mazatleco y de esas tengo varias.
Por supuesto, todos estamos expuestos a cometer errores y, por supuesto, se magnifican los tropiezos de gente públicamente visible, como también es el caso de los actores políticos.
Por ejemplo, se dice que Julio César, el glorioso capitán romano, para presumir una de sus grandes victorias, le escribió al Senado: “veni, vidi, vici.” (vine, vi, vencí.) En contra parte, algunos otros, afirman que lo que equivocadamente escribió el militar y político romano, fue: “veni, vidi, vino.” (vine, vi, bebí.)
El ex Presidente Vicente Fox Quezada, también dejó larga carga de frases para el anecdotario popular, como aquella de que, en el país, una buena parte de los hogares tenían una lavadora no de dos patas o de piernas, sino metálicas, expresión que arrancó la protesta del sector femenino, y en ese mismo tono, cuando a Enrique Peña Nieto le preguntaron que, si sabía el precio de la tortilla, contestó: “no soy la señora de la casa, pero ha de estar entre siete u ocho pesos”.
Traigo esto a colación por los recientes tropiezos verbales de Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, mismos que me hicieron recordar que el llamado profesor Carlos Hank González acuñó la frase: “Un político pobre, es un pobre político”. Lo dicho por ambas, según mi parecer, se conectan a lo manifestado por Hank González, expresiones que, sin ninguna duda, lastimaron la sensibilidad popular.
Recordemos que Xóchitl Gálvez, la muchas veces irreflexiva en sus expresiones, literalmente dijo que, si una persona a los 60 años de edad no tiene casa, es que es muy buey, a manera de crítica a la candidata del oficialismo por declarar públicamente que vive en departamento rentado, con lo cual, la hidalguense le dio vigencia a lo dicho por Carlos Hank. Por supuesto, la aspirante de la triada partidista, lastimó el sentir de la gente de la tercera edad la que, por diversas circunstancias, ajenas a su voluntad, no es propietaria de su vivienda.
Para no quedarse atrás, hace unos días, Claudia Sheinbaum, nos dijo que es mentira de que hay que trabajar para gozar de un buen nivel de vida, lo cual, también me lleva a recordar lo afirmado por el líder moral del otrora poderoso grupo político Atlacomulco y si en el momento de su afirmación, la candidata científica visualizó a los actores de la élite política mexicana o a los herederos de los mismos, pues tiene razón y ejemplos hay muchos.
Solo basta recordar el ostentoso estilo de vida que presumían los hijos de Carlos Romero Deschamps, el que fuera líder por muchos años del sindicato de trabajadores del sector petrolero, y más a la mano, el de los descendientes mayores del actual Presidente de la República, los cuales, también hacen gala de su elevado estilo de vida, de gente pudiente, sin que se les conozcan actividades empresariales o profesionales de gran calado.
Las candidatas ya colocaron su contribución al rico y variado anecdotario político, el cual, abreva de la irreflexión que altera la interconexión entre el cerebro y lo que se expresa. ¡Buenos días!
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