La varita de Hermes
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@rodolfodiazf
Todos nos deleitamos en nuestra infancia con cuentos en los que mediante una frase o un pase mágico se lograba transformar la realidad, consiguiendo éxito y felicidad. Sin embargo, llegados a la vida adulta, echamos de menos la varita mágica que nos permita cambiar la incómoda realidad que nos atenaza o incomoda.
Es claro que no existe ni se necesita ninguna varita mágica para alcanzar la propia realización, aunque esta aspiración provenga desde los albores de la humanidad.
Epicteto, filósofo estoico, señaló que muchas cosas no las podremos cambiar, pero que no debemos preocuparnos por lo que no depende de nosotros. Especificó que en su época también se hablaba de una famosa varita de Hermes, que supuestamente transformaba todo mal y situación engorrosa.
En el capítulo 19 de su tercer libro escribió: “Ésta es la varita de Hermes. Todo lo que ella toca se convierte en oro, según el dicho popular. Yo no digo tanto, pero sí digo que tráeme lo que quieras, y el toque de esa varita del recto entender le quitará su austeridad”.
Epicteto manifestó que de nosotros depende aplicar correctamente la vara del entendimiento: “¿Qué qué puedo hacer con la muerte? Que te honre, que te dé la oportunidad de mostrar tu entereza, que muestre lo que es un hombre cabal que sigue la ley de la naturaleza. ¿Qué qué haré si me enfermo? Ser un buen enfermo, ser paciente, ser firme, ser alegre, y ni adular al médico ni temer a la muerte”.
El verdadero problema, añadió, es que todas estas enseñanzas las comprendemos intelectualmente, pero no las ponemos en práctica: “Lo que sucede es que estas doctrinas las mantenemos en nuestras aulas, pero nadie se las lleva a casa”.
¿Templo mi carácter? ¿Espero todo de una varita mágica?