La sospechosa elección de Astráin Fraire. Sistema Anticorrupción: más simulación
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Como árbol que nace torcido y que jamás su tronco endereza, la Comisión de Selección del Sistema Estatal y Municipal Anticorrupción hizo otra de las suyas al elegir a Soledad Astráin Fraire como integrante del Comité de Participación Ciudadana. No sorprende, ya se veía venir, pero de cualquier forma el Congreso del Estado debería intervenir para frenar en seco estos impulsos involutivos que debilitan y desincentivan la trinchera cívica de la lucha contra la corrupción.
Tarda mucho tiempo en caerles el veinte a los órganos autónomos sobre la necesaria independencia y solidez ética que los debe caracterizar. Continúan volteando de reojo hacia el despacho del tercer piso de la Unidad Administrativa Estatal para evitar que el Gobernador en turno se sienta incómodo con la instalación de equilibrios no gubernamentales.
Tramposamente, la Comisión de Selección optó por designar a quien tampoco reúne los mismos requisitos por los que depuró a otras aspirantes a este cargo del sistema anticorrupción. Una maniobra sucia, sesgada y sospechosa que en vez de ser legitimada por el silencio cómodo de los sin voluntades reformistas, tendría que ser enmendada aunque ello signifique reponer el procedimiento.
En apego a las reglas del proceso de designación de la nueva integrante del CPC, Soledad Astráin, debió salir en la primera criba que realizó la Comisión de Selección. De las 18 mujeres registradas en total, depuró a 10 de ellas al ponderar que no cumplían los requisitos de la convocatoria, entre estos el de no cumplir los cinco años de experiencia, sin embargo, elige a quien tampoco cubría tal requerimiento ni presenta experiencia en la materia en que actuará.
Con un desempeño en tareas relacionadas con el Trabajo Social, Astráin Fraire presenta muchas desventajas en relación a las otras participantes en lo relativo a combate a la corrupción. Los más cerca que estuvo del conocimiento del área es un diplomado presencial sobre el sistema nacional anticorrupción en México y su implementación en las entidades federativas que en 2018 organizó el Congreso del Estado con expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Pero su hoja de servicios sí contiene lo que tal vez sea la clave misteriosa de su designación. Desde 2002 ha ocupado cargos burocráticos en la Secretaría de Salud del Gobierno del Estado y también en el Instituto Sinaloense de las Mujeres y el Instituto de Investigaciones Parlamentarias de la 62 Legislatura. Nunca ha tenido ninguna responsabilidad en las trincheras ciudadanas de combate a la corrupción. Siempre ha puesto su esfuerzo al servicio público y ese podría significar el mérito esencial.
No es a ella a quien se le desestima, pero sí la disminuye el hecho de ser el resultado del procedimiento burdo utilizado por la Comisión de Selección. Es una excelente profesionista con larga trayectoria laboral en el gobierno, pero en ningún lado de su currículum aparece esfuerzo o conocimiento firme en la tarea que desempeñará en el de por sí trabado Comité de Participación Ciudadana del Sistema Estatal y Municipal Anticorrupción de Sinaloa.
Además, a la observación social se le complica desentrañar la maraña procedimental con la que fue designada porque en todo el proceso de selección se dan resultados por números de folios, sin conocer el ciudadano común a qué aspirante corresponde cada contraseña. Así convierte a los participantes en simples dígitos, sin que la gente sepa, a no ser que posea dotes de adivino, la trayectoria de cada postulante.
A como están las cosas, nadie estará motivado a participar en la construcción de los instrumentos ciudadanos que hagan la función de contrapeso a las tentaciones que persisten en el servicio público por la deshonestidad e irresponsabilidad. La desconfianza en las instancias que deciden cuáles perfiles son socialmente más comprometidos en el saneamiento del ejercicio del gobierno, matará poco a poquito el de por sí pálido involucramiento cívico.
Mínimamente los integrantes de la Comisión de Selección deben rendir cuentas sobre los criterios de evaluación y designación de la integrante del CPC que ocupará la vacante dejada por José Antonio Pérez Cruz. No es posible que la sombra de la sospecha altere la marcha de Sinaloa rumbo a un Sistema Estatal y Municipal Anticorrupción creíble, respetable y sobre todo eficaz. Urge hacer lo que sea necesario para que ningún engranaje de esta maquinaria se atore en la simulación.
De regreso al mismo punto de la suspicacia, solo resta una interrogación. ¿Es función de la Comisión de Selección el aniquilamiento de la auténtica participación ciudadana en el combate a la corrupción, poniendo en el CPC a quienes carecen de la tenacidad para enfrentar a este monstruo de mil cabezas, y eliminando los perfiles que sí poseen tal perseverancia y no representan conflictos de interés?
Reverso
En el tranvía de la insolencia,
Va la Comisión de Selección,
Viaja rumbo a la obsolescencia,
Del Sistema Anticorrupción.
Se vale copiar
Déjame que te cuente Morena: el Ayuntamiento de Culiacán que dirige el Alcalde Jesús Estrada Ferreiro presentó una excelente propuesta que debiera implementarse en todo Sinaloa. Se trata del “Pasaporte cultural” que les será entregado a 10 mil niñas y niños de las zonas más vulnerables para que visiten, interactúen y abreven en los lugares de la ciudad que ofrecen arte, ciencia, conocimiento y recreación. La gran idea es de la Directora del Instituto Municipal de Cultura, Minerva Solano Moreno, y de seguro tendrá un gran impacto al inculcarles a las futuras generaciones los valores y principios éticos a partir de nuestra riqueza artística y herencia histórica. Nadie se va a enojar y muchos se van a alegrar si le plagian esta iniciativa a Minerva.