La peor de las corcholatas
¿Qué tienen en común Adán Augusto López y la mayoría de los empresarios con quienes se reunió en una cena a inicios de semana en la ciudad de Culiacán? Que ambos son unos oportunistas y les importa muy poco la legalidad.
En su última visita a Sinaloa, el ex Secretario de Gobernación dejó ver que lo suyo es la hipocresía y la demagogia. Por la mañana se hizo acompañar de maestros, vecinos de colonias populares y habitantes de rancherías, a quienes les habló de “fortalecer el movimiento y organizar al pueblo en contra de los de siempre”; mientras, por la noche, ya más cómodo, se sentó a intercambiar puntos de vista en privado con la élite del poder económico sinaloense, en un exclusivo restaurante de la capital.
De los asistentes al evento matutino se puede entender que su presencia haya sido coaccionada por líderes operativos, que suelen pagar o condicionar apoyos para que la gente acuda a este tipo de manifestaciones. Pero los otros, los que acudieron en la noche a esa cena por voluntad propia, ¿qué otra razón más que la ambición de sentirse cercanos al poder, los motivó a prestarse a la farsa de las campañas anticipadas?
Entre los invitados más destacados a la reunión nocturna que tuvo lugar en el restaurante Cayenna, estuvieron Agustín Coppel y Jesús Vizcarra, que ahora conviene recordar fueron ambos el respaldo que tuvo Hector Melesio Cuén Ojeda en su ascenso político, sin importar que esto se diera a costa de la instauración de un cacicazgo en la Universidad Autónoma de Sinaloa, que llevó al ex Rector de la UAS a amasar una fortuna familiar de 123 millones de pesos en tres años y por lo cuál está siendo investigado.
Curiosamente, el último bote salvavidas que le queda a Cuén parece ser el propio Adan Augusto. Ahora que estuvo en Culiacán le preguntaron si siente incomodidad al ser vinculado con Hector Melesio Cuén por las acusaciones de enriquecimiento ilícito. Y en vez de desmarcarse, prefirió darle un espaldarazo de amigos, como dejando ver una posible indulgencia si el caso estuviese en sus manos.
Y así Adán Augusto López Hernández aspira a ser el candidato morenista a la Presidencia de la República. Desde la semana pasada inició una gira proselitista por todo el País, en donde además de Sinaloa, visitó los estados de Jalisco, Aguascalientes, Zacatecas, San Luis Potosí, Guanajuato, Querétaro, Estado de México y Oaxaca.
El festín de las campañas anticipadas y el desbordamiento de la reglas que aseguraban el orden y la equidad en las contiendas electorales, es consecuencia del debilitamiento del INE como figura mediadora tras los ataques sistemáticos del Presidente y todos los de su partido. Esto abrió las puertas para que personajes como Adán Augusto se aprovechen de la fragilidad institucional para comenzar a recorrer el País promoviendo su candidatura antes de tiempo, y sin la posibilidad de fiscalizar los recursos con los que realiza sus giras.
Los de Morena quisieron hacer sus propios códigos morales para este 2024, pretendiendo sustituir la legalidad constitucional con reglas en el aire. Pero cuidado, la Suprema Corte acaba de invalidar por completo el Plan B de la reforma electoral del Presidente López Obrador, que establecía un esquema laxo de financiamiento y proselitismo. Con esto, quienes pretendan ser candidatos tendrán que ajustar sus estrategias y ser más cuidadosos, cosa que Adán Augusto parece no está dispuesto a hacer.
Por el contrario, está utilizando la anulación de la reforma electoral para hacer de eso su principal tema de campaña. Sabe que la identificación de enemigos del pueblo, en este caso: jueces, ministros y magistrados, es la estrategia más efectiva para conectar con las emociones de la gente. Eso de plantear proyectos de desarrollo quedó en el pasado, es demasiado racional, no prende.
Precisamente esto es lo que vuelve a Adan Augusto la corcholata más detestable y peligrosa. Mucho más de lo que imaginaban de López Obrador los mismos empresarios que ahora comparten mesa con el extracto más demagógico de la política mexicana.
El plan de Adan Augusto es conseguir el poder esquivando la legalidad y la razón, sin ningún proyecto de fondo, apelando a las pasiones, apostándole a que la gente lo identifique como el sustituto del vacío emocional que dejará Andrés Manuel cuando culmine su mandato. Los empresarios sinaloenses quieren estar cerca de él por si esto llega a ocurrir.
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jorge.ibarram@uas.edu.mx