La peligrosa soberbia del PRI
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jesusrojasriver@gmail.com
En Morena las cosas siguen color de hormiga, la "unidad" no llega, no se ve por ningún lado. En un intento desesperado por calmar las críticas al interior, al Químico desde México le aplican un proceso sancionador. De pronto se volvió el quejoso más radical, por eso lo silencian, lo presionan, lo quieren controlar. Lo pusieron contra la pared; o baja el tono de sus críticas contra el ungido Senador Rocha Moya o se quedará sin reelección. De nada le sirve el compadrazgo con AMLO, la regla hoy es como en el PRI de 1970, el que se insubordina al poder del Presidente sus días en la política están contados. Lo tienen bien agarrado y pronto dejará de gritar, él doblará las manos y levantará la de Rocha, es cuestión de días.
Mientras esto sucede, en el PRI también se cuecen habas, las cosas no están tranquilas, suenan tambores de guerra e insurrección. Del Estado de México llegó un delegado de apellido Iriarte Mercado, ex compañero legislador de Jesús Valdés, viejo conocido del panista Jorge Villalobos en los tiempos de "Montana", cuando el legislador blanquiazul anidaba en las cúpulas del poder y operaban juntos el llamado "Pacto por México", el primer boceto del PRI-AN en los tiempos de Peña Nieto.
Carlos llegó de Huixquilucan a "poner orden", a pegar con engrudo la convocatoria a la que tímidamente se asoman un par de militantes y se preguntan lo mismo que muchos, ¿para quién será? ¿Para dónde irá la cargada? Sin reparar en "los motivos de la alianza" y los documentos fundadores del "Va por México", las palabras del delegado fueron contundentes: “Será un priista el candidato de la alianza en Sinaloa".
Que se despejen dudas, a dicho del mexiquense no habrá candidatura ciudadana, o pintadita de sociedad civil, deberá ser priista de hueso colorado, militante apoyado por las bases, líder congraciado con las estructuras del partido. El PRI no va a conceder espacio a esas locuras que los líderes empresariales inventaron para darle apertura a "los ciudadanos", acá las cosas son claras, preferimos perder con lo nuestro, que arriesgar con ajenos.
La declaración del delegado vino a dar un poco de calma, en Ahome, Guasave y Mazatlán varios liderazgos del PRI ya estaban "parados de pestañas" porque molestos aseguran que se concedieron demasiados espacios en las diputaciones federales y locales. No había de otra, o se daban garantías a los liderazgos locales o comenzaría temprano el éxodo que tarde o temprano llegará.
Los priistas saben que con la alianza 10 distritos locales y tres federales no serán para ellos, esos espacios tenían aspirantes y de la noche a la mañana se les truncó el camino, ceder más imposible. Por eso la candidatura más importante para 2021 debe quedar con el sello de la casa. Si la militancia, o mejor dicho, si las "fuerzas vivas" entendidas estas como las fracciones internar del PRI no sienten afinidad con el candidato, habrá desbandada o rebelión de manos caídas.
Ya ha pasado antes, no sería la primera vez donde se rompe la disciplina de la militancia por los "abusos de la cúpula". De ahí el peligro de la soberbia tricolor, o mantiene los equilibrios o enfrenta las consecuencias. Y no queda de otra que repartir escrupulosamente las candidaturas y elegir cuidadosamente a las y los que pronto se volverán enemigos y estarán sumados a la lista de desertores.
En la ruta de este mapa, Rocha Moya y Sergio Torres tienen instalada la red para "cachar" inconformes, para dar cabida a los que saldrán despotricando contra la dirigencia estatal o nacional del Revolucionario Institucional. No falta mucho para que el reparto de candidaturas llegue y algunos ante el "no" ya tienen la maleta lista.
Los morenistas pueden estar seguros que en un tiempo no muy lejano, les tocará convivir en la campaña con personajes que hasta hace pocas semanas fueron sus enemigos. Ya los veré haciendo campaña juntos, tal como lo hacen ahora Sergio Torres y Roberto Cruz, dos personajes que en el pasado se dijeron de todo y hoy por vicisitudes de sus carreras truncadas en sus partidos de origen caminan de la mano en una aventura que no va para ningún lado. Luego le seguimos...