La mejor forma de vivir: ‘aquí no pasa nada’
Todos los días, al escuchar las noticias, da la impresión de que el mundo sigue igual. Las mismas palabras, los mismos hechos, como si estuviéramos atrapados en un ciclo repetitivo donde, al final, no sucede nada. Nos hemos acostumbrado al horror y preferimos el silencio.
Cuando nos atrevemos a señalar lo que está mal, nos dicen que estamos equivocados, que todo está en orden. La incomodidad que sentimos es invalidada, y poco a poco optamos por callar. Para sobrevivir, hemos aprendido a dejar que las cosas sigan su curso, siempre y cuando no nos afecten directamente.
Es un caminar triste en una época donde otros deciden nuestro futuro, mientras nosotros solo recibimos sus “buenas intenciones”. Reprimimos nuestra indignación, convencidos de que nada cambiará y que todo seguirá igual. Sin embargo, la realidad sigue tocando a nuestra puerta y nos lanza una pregunta incómoda: “¿qué vas a hacer?”. Si no te mueves, nada cambiará; y si no actúas, difícilmente encontrarás un sentido auténtico en la vida.
Es complicado responder a este llamado en un entorno que nos ha enseñado a aceptar que nuestro destino está en manos de otros, en manos de quienes parecen estar por encima de nosotros.
El mandato tácito es callar y obedecer. Así, aprendemos a vivir “felices”, repitiendo que aquí no pasa nada y que todo está bien. No sueñes, solo sigue durmiendo, porque -según nos dicen- así es como todo lo que deseas llegará a tu vida.
Pero... ¿realmente podemos vivir así, sin cuestionar, sin actuar?
-
El autor es director de Iniciativa Ciudadana para la Promoción del Diálogo A.C.
@iniciativa_pcd
Animal Político / @Pajaropolitico