La marcha verde y la gestión guinda
Rocha y el agro, dos carreras a la vez

Alejandro Sicairos
20 abril 2023

sicairos6204@gmail.com

-

Mientras la marcha de algunas organizaciones del campo se trasladaba ayer a Culiacán, en la Ciudad de México el Gobernador Rubén Rocha Moya avanzaba en gestiones cuyos resultados al final de cuentas dejaron sin consignas a inconformes con demandas genuinas y otros azuzados por líderes que buscan rentabilidad política personalísima y lo que menos les interesa es lograr mejores precios para las cosechas de maíz y trigo. Quedó demostrado que, así como la tierra provee de alimentos, en el surco germina también la semilla de la discordia.

Muchas cosas quedaron evidenciadas y la principal es que el Gobernador no tiene operadores eficientes en su relación con los productores agrícolas, ya sean los del sector privado o aquellos del castigado segmento social. Él mismo se plantó el martes y miércoles ante las dependencias federales respondientes y, como lo ha hecho desde que asumió el cargo, realizó el trabajo que le corresponde a miembros del Gabinete.

¿Quién más aparte de él? Rocha rompió la costumbre de los gobernadores por descalificar al movimiento agrícola y desde la insensibilidad complicar el problema. Tomó la bandera de los productores de granos e hizo de lado el resto de la agenda estatal para dedicarse de tiempo completo a sensibilizar al Gobierno federal de las consecuencias del desmantelamiento de los esquemas de apoyo al campo.

Ni modo que se atuviera a que el patético Serapio Vargas Ramírez, Diputado que preside la Comisión de Asuntos Agropecuarios del Congreso del Estado, fuera el interlocutor asignado para llevar la relación institucional con los sectores agrícola y campesino. De ser así, la desmesura del mediador, que quedó de manifiesto por el abordamiento insulso del tema que mandó al diablo a quienes se movilizaron, solamente podrá producir fracasos al agudizar los enconos y estar anulado como factor de confianza.

Del Secretario de Agricultura y Ganadería del Gobierno del Estado, Jaime Montes Salas, puede decirse que la convulsión espontánea que mostraron los maiceros y trigueros es obra del abandono acumulado en que los tiene el funcionario que es el responsable de los cabildeos y gestiones del sector, pero debe hacerlos mucho antes de que hagan crisis los problemas relacionados al agro. Si se trata de un área que el titular de SAyG conoce como la palma de su mano entonces por qué tal empatía tarda en traducirse en impedimento de conflictos.

Ni qué decir de la Liga de Comunidades Agrarias cuyo cabecilla local, Miguel Ángel López Miranda, desempeña un rol marginal, igual o peor que el de un Partido Revolucionario Institucional diezmado y pulverizado, y de un movimiento agrario tricolor que se destiñó a fuerza de los agravios que le asestaron. Sin brío para recuperarse a sí misma, la CNC no está para defender a los maiceros y trigueros.

Por eso Rocha se esforzó en trámites a contrarreloj y regreso relámpago a Culiacán que hicieron dudar a los marchistas si avanzaban o no hacia el edificio sede del Gobierno estatal. El Mandatario sinaloense les respondió con la secuencia de logros como la compra por el Gobierno federal de un millón de toneladas de maíz más, aparte de igual volumen ya comprometido, y un estímulo a los trigueros para que compensen las desventajas de comercialización que derivan de los contextos nacional e internacional.

Y entonces vinieron los titubeos y la duda de si los marchistas se animarían a llegar a la explanada de Palacio de Gobierno. No pretenden restarle autoridad al Gobernador a quien reconocen como el principal aliado en la gestión para darle rentabilidad al campo, aclaró Juan Eliezer Lemus, titular del Comisariado Ejidal de Sataya; es una forma de apoyar las gestiones que realiza Rocha ante la Federación, justificó Marte Vega Román, dirigente de la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa. Y el Mandatario les insistía que no hay otra tarea más importante en Sinaloa que ésta, procurando resolver de la mejor manera el problema que aqueja al sector.

No obstante el ingrediente político, representado por Serapio Vargas en el caso del Movimiento Regeneración Nacional, y en el Partido Revolucionario Institucional por Miguel Ángel López Miranda, dirigente en Sinaloa de la Confederación Nacional Campesina, logró establecerse la autenticidad de la lucha de los labriegos por mayor rentabilidad al campo, siendo el rugido de la maquinaria agrícola el gritó el nerviosismo y desespero que recorrió desde el norte y sur, y desde la costa, con miras a concentrarse en Culiacán.

Y cuando cerca de las 11 de la mañana empezaron a llegar a la meta, todos habían ganado la carrera por la adecuada subsistencia de suelo y cultivadores pues en cada kilómetro recorrido recibían buenas noticias que satisfacían sus demandas. Y ya venía en camino Rocha a encontrarse cara a cara con ellos.

Si el campo sufre estertores,

Porque el Gobierno lo ahorca,

Pues que el rugir de los tractores,

Dé voz a espiga y mazorca.

La vinculación a proceso penal que un Juez determinó contra quien se desempeña como Director de Planeación del Ayuntamiento de Choix, Carlos Alfredo Espinoza Sarmiento, por la presunta participación en la privación ilegal de la libertad de tres personas (“levantón” es el término mal utilizado en la nota roja), atestigua que el síndrome del ladrillo continúa afectando a políticos que al tener un carguito cualquiera en el Gobierno asumen la mentalidad propia de malandros y organizaciones criminales cuya única ley es la misma que rige en la jungla. Pobre de Sinaloa si la justicia no hace bien su trabajo en este caso.