La llama de la inspiración
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rfonseca@noroeste.com
@rodolfodiazf
Algunos amigos preguntan si no se dificulta escribir todos los días un artículo; en realidad, en ocasiones sí es una labor casi titánica, pero en otras fluye llana y automáticamente.
Existe el llamado “terror a la página en blanco”, que se produce cuando las ideas no cuajan y la mente se bloquea o embota. Éste es un fantasma que acosa a todos los escritores, no sólo a los principiantes como su servidor.
Mario Vargas Llosa confesó que aún los más afamados escritores son acosados por la página en blanco: “La verdad es que yo he tenido siempre mucha dificultad para escribir, incluso para escribir textos breves; los artículos, por ejemplo, a mí me toman muchas horas, los rehago, nunca he tenido facilidad”.
El proceso creativo no siempre se desencadena de manera instantánea, hay momentos de sequía y marasmo en los que no surge nada cautivador, según narró Joaquín Salvador Lavado, mejor conocido como Quino, autor de la famosa tira cómica y reflexiva de Mafalda.
En 1963 le encomendaron crear una tira para promocionar la marca de electrodomésticos “Mansfield”. El único requisito solicitado fue que el personaje incluyera en su nombre las letras m y f (de Mansfield).
Quino relató que se bloqueó por completo y no acudían las ideas a su mente, por lo que decidió dejar la encomienda en reposo. Con el propósito de distraerse acudió al cine a ver la película Dar la cara, en la que curiosamente aparece una niña llamada Mafalda, y se comenta que tiene un nombre de princesa.
Como se puede apreciar, el detonante del proceso creativo no surge rápido necesariamente; es preciso relajarse, desconectarse, hacer otra actividad, o incluso descansar, mientras la mente se desbloquea y se enciende la llama de la inspiración.
¿Cómo me inspiro?