La Ley derrota a Madueña y coacusados
Segunda separación del cargo y marcha

Alejandro Sicairos
13 noviembre 2023

Aferrados cada día más desesperadamente a la trinchera política que los convierta de victimarios a víctimas, las ex autoridades de la Universidad Autónoma de Sinaloa sujetas a juicios por presuntos delitos cometidos contra las finanzas de la institución educativa están perdiendo la batalla jurídica y prueba de ello es la segunda separación temporal del cargo del Rector Jesús Madueña Molina dictada el viernes por tribunales judiciales y que, en caso de continuar así, pasará a la pérdida definitiva de la jefatura del gobierno universitario.

Además, los que aún tienen el control de la UAS le darían elementos mañana al Presidente Andrés Manuel López Obrador para que se suba al tema del cual todavía no se pronuncia tajantemente dejándolo bajo la responsabilidad del Gobernador Rubén Rocha Moya. Con la marcha anunciada para el martes, durante la visita que el Mandatario federal realizará en Sinaloa, se le está abriendo pauta a que se posicione y ya se sabe cuáles son el discurso y las políticas públicas pejistas en el combate a la corrupción.

Y es así cómo la narrativa de la acción de la justicia se está colocando por encima del relato de persecución y violación de la autonomía que esgrimen los mandos de la casa de estudios y los abogados contratados para desestimar la carpeta de investigación y defender el argumento de Universidad bajo ataque. Sin cruzar todavía la línea de la prudencia que de atravesarla les signifique ser acusados de nuevos delitos, los indiciados y sus defensores saben que se avecinan duros resolutivos en su contra fundados en evidencias ministeriales.

Evidentemente la estrategia universitaria no va más allá de lo que siempre hacen las defensorías jurídicas ni alza la vista por encima del “yo no fui“ de funcionarios presuntos perpetradores, o las voces que los incitan a proseguir en el mismo rumbo con más interés en hundirlos que en salvarlos. Los verdaderos culpables del derroche y malversación en la UAS van a entregar las cabezas de Jesús Madueña y Robespierre Lizárraga, convenciendo a éstos de que su sacrificio será reconocido por la historia.

Es que las cajas interminables que contienen carpetas de investigación, con documentos que están allí para quien quiera revisarlos, se tornan invisibles para los uaseños bajo proceso y abogados del diablo que con altas sumas de por medio fingen no saber más allá de los pobres indiciados que ninguna ley ni autoridad debe tocar por más sólidas que sean las evidencias. ¡Castíguense los peculados, expoliaciones y cohechos, pero no los de aquellos que pertenecen a la camarilla con la que empatizamos, con la que nos dispersa beneficios!

Entonces los universitarios bajo juicios penales no les hablan claro a sus aliados ni tratan de llegar a acuerdos con los jueces para el resarcimiento de los recursos públicos afectados. Empuñan la espada de la movilización, anuncian megamarchas, despotrican contra todo y todos, sin embargo, ningún esfuerzo realizan para eludir las sentencias que se avecinan. Acuden al mismísimo esquema que utilizó la corrupta ex lideresa magisterial Elba Esther Gordillo, que todo México sabía de sus tropelías pero ella decidió automartirizarse y apostarle a la lástima pública que gobierno y sociedad finalmente le prodigaron.

Por fortuna, los ciudadanos sinaloenses suelen marcar distancia de los conflictos entre la justicia y presuntos inocentes de cometer delitos y terminan aceptando, al menos en la inacción, los veredictos de los juzgadores. Nunca ocurrió el levantamiento multitudinario que se anunció en protesta por la remoción de los alcaldes Jesús Estrada, de Culiacán, y Luis Guillermo Benítez Torres, de Mazatlán, dos personajes de la política que hoy son alcanzados por la soledad que tarde o temprano les llega a los atrabiliarios.

Y conforme pasan las semanas, los meses, desvanecerá en la conversación pública el tema de los universitarios puestos a disposición de la justicia. Cuando el 17 de octubre el Juez de Control Carlos Alberto Herrera decidió separar de sus funciones en la UAS a Madueña y cuatro integrantes de su equipo de trabajo se cantó el vaticinio del campus dinamitado y a las horas reinó la normalidad al tomar el cargo de Rector quien se desempeñaba como Secretario General, Robespierre Lizárraga Otero, por así disponerlo la Ley Orgánica.

Los ex funcionarios de la UAS que se estancaron en la idea de delitos eternamente impunes van perdiendo la batalla jurídica por eso se empecinan en la ofensiva política. Dígase lo que se diga, así lo recalca la segunda separación de la titularidad de Rectoría determinada el viernes a Madueña, esta vez en el proceso por la presunta compra sin licitar de 67 millones de pesos de productos cárnicos a una sola proveedora, según investigación que realizó la Unidad de Inteligencia Patrimonial y Económica de la Fiscalía General del Estado.

Y ello abre margen a que la UAS proceda a designar un Rector interino ya que el artículo 35 de la Ley Orgánica establece que el Secretario General sólo cubrirá faltas que no excedan de 40 días. “Las mayores a dicho término pero menores de ochenta días hábiles serán cubiertas por un Rector Interino; y si las faltas exceden este último término, el H. Consejo Universitario designará un Rector Substituto, que concluirá el periodo en los términos que fije el Estatuto General”, establece la norma interna.

Aquí quien por la UAS aboga,

No ha de ser buen abogado,

Pues siempre habla de la soga

En la casa del ahorcado.

No tiene el PRI disponible una Senaduría para el creador y líder del Partido Sinaloense, Héctor Melesio Cuén Ojeda, y porque la segunda posición le corresponde designarla al PAN para una mujer, pues tampoco. Sí puede el Frente Amplio por México ofrecerle una diputación federal pero ya es asunto del ex Rector de la UAS si la acepta, escucha el planteamiento que le hará Movimiento Ciudadano, o de plano compite por su cuenta con el PAS.