La intimidante visita de Santiago Nieto. ¿A qué vino a Sinaloa el zar antilavado?

Alejandro Sicairos
20 marzo 2020

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alexsicairos@hotmail.com

 

Sin decir mucho, porque lo importante es la presencia y no el discurso, el Director de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto Castillo, vino a Culiacán a poner una enorme lupa sobre la pista del dinero en Sinaloa luego de poseer el Gobierno federal un mapeo sobre el maleamiento de capitales a través de acciones ilegales como el lavado, facturación falsa y negocios fachada financiados por el narcotráfico. La primera visita fue para dejar el ultimátum de legalidad o cárcel, otorgando el plazo fatal para regularizarse.

Es obvio que nunca va a ciegas a alguna parte del País. Siempre trae consigo informes, investigaciones y estrategias que por cuestiones de secrecía maneja en el ámbito privado con las autoridades estatales. Es el que destraba la agenda presidencial cuando se complican los asuntos en Palacio Nacional y prueba de ello es que el 6 de marzo acudió personalmente a Oaxaca a atender el escándalo por el cobarde ataque a la saxofonista María Elena Ríos, quemada con ácido en el rostro y otras partes del cuerpo.

Santiago Nieto prepara una embestida de alto nivel contra el lavado de dinero y evasión fiscal. Prácticamente ha sentado las bases para que sea efectivo el intercambio de información que ayude a atacar ambos delitos, no tanto porque los estados estén muy dispuestos a hacerlo sino más bien por la presión que la Federación les mete a los gobernadores para que sean parte activa del desmantelamiento de las estructuras del blanqueo o factureras.

Más allá de lo que dijo o hizo en público, prepondera el mensaje que vino a dejar a Sinaloa. Quien no haya entendido lo descifrará cuando la realidad le caiga encima, ya demasiado tarde. Bastó con que el hombre más temido de la Cuarta Transformación, a quien se le conoce como inflexible en la limpieza del dinero público y privado, asistiera a un evento en el tercer piso de la Unidad Administrativa Estatal para que las conjeturas de miedo hicieran la faena de la confusión.

No venía por alguien en lo particular, ni traía carpeta de investigación dirigida a alguna entidad pública. Solamente tuvo la cortesía de venir a avisar del golpe y la próxima vez que venga podría traer bajo el brazo las correspondientes órdenes de aprehensión. Es decir, abrió un plazo perentorio, una cuenta regresiva, una carrera a contrarreloj, como posibilidad de que ordenen la casa los que al nada deber nada teman.

Claro que sabe que al ser Sinaloa el terruño del Cártel de Sinaloa, ese dinero de origen conocido está contaminando a las actividades productivas, a los sectores en general y opera como detonante de la corrupción en el desempeño del gobierno. Tiene en el radar de la UIF la gran cantidad de dólares que se mueve todos los días y la oferta negra de fortunas emergentes para empresas en dificultades.

Esa es su misión. Antes de llegar el miércoles a Culiacán para firmar el convenio que crea la Unidad de Inteligencia Patrimonial y Económica de Sinaloa, el martes 17 de marzo estableció con la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior un acuerdo de colaboración para certificar a los sujetos obligados que desarrollan actividades vulnerables en materia de prevención e identificaciones de operaciones con recursos de procedencia ilícita.

Está realizando un escaneo logístico y administrativo de los recursos públicos y los multimillonarios caudales del narcotráfico. Tiene todo un equipo de expertos que por más ocultas que estén encuentra las huellas de cohecho, peculado o corrupción que los funcionarios siempre han dejado en sus cuentas bancarias. Eso lo saben bien Emilio Lozoya, ex Director de Pemex; Rosario Robles, ex Secretaria de Desarrollo Social; Genaro García Luna, ex Secretario de Seguridad Pública; y Juan Collado, abogado de Carlos Romero Deschamps, ex líder del sindicato petrolero.

En lo que corresponde a Sinaloa, el gobierno de Quirino Ordaz Coppel y la Fiscalía General del Estado, a cargo ésta de Juan José Ríos Estavillo, deberán cooperar con la UIF en la detección de operaciones de lavado de dinero y la investigación ministerial correspondiente, que sustentarán las acciones jurídicas que deriven. No es que las autoridades locales vayan a llevar el control de las indagatorias; solo serán coadyuvantes.

Santiago Nieto es el integrante del gobierno de AMLO que mayor confianza tiene de parte de los mexicanos. En ocasiones la ciudadanía le apuesta más a él que al mismo Presidente en cuanto a resultados en el combate de la corrupción. A donde se pare inspira respeto y todo mundo sabe que es de los que no simulan ni dan pasos en falso sino donde pone el ojo pone la correspondiente acción penal. ¿Por qué? Eso se sabrá pronto en Sinaloa.

 

Reverso

Cuando veas a Santiago Nieto,
Nunca te eches a correr,
Y quédate Sinaloa quieto,
¿O tienes algo qué temer?

 

Deletreando al Gobernador

¿Quién o qué está llevando al Gobernador Quirino Ordaz Coppel al desgaste de imagen derivado de malas decisiones? Primero fue la propuesta de Eva Guerrero Ríos para dirigir el Ismujeres, que desató la inconformidad de activistas y organizaciones feministas, y ayer se conoció que Humberto Villasana Falcón, quien fue colaborador del ex Gobernador Mario López Valdez y asesor jurídico de los malovistas llevados a juicios por presuntos actos de corrupción, recibió el nombramiento como Director de Instancias Fiscalizadoras del Gobierno de Sinaloa, situación que le genera cuestionamientos a la lucha que Ordaz Coppel comprometió al asumir el cargo en 2017, de castigar los delitos cometidos contra el patrimonio de los sinaloenses.