La importancia de un buen patronato en una asociación civil

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Junta de personas que dirigen o vigilan los asuntos de un organismo social o asociación para que cumpla sus fines, esa es la mejor definición de un patronato, y nada más cercano a la realidad. Todas las asociaciones de la sociedad civil que están legalmente constituidas ante las autoridades correspondientes, tienen un patronato o lo que conocemos comúnmente un consejo. Son un grupo mayormente de empresarios que decidieron aportar su tiempo, esfuerzo y en ocasiones hasta su recurso para constituir y posteriormente vigilar una asociación sin fines de lucro, su papel es de vital importancia en la conformación, desarrollo y correcta operación de la asociación.

El banco de alimentos de Culiacán cuenta con un patronato, un grupo de hombres y mujeres que incluso algunos están en nuestra institución desde sus inicios, hace ya casi 21 años.
Por la operatividad de las asociaciones es muy común que no se conozca a los integrantes del patronato y no se vea y reconozca el valioso papel que juega. Por lo general los reflectores siempre acompañan al director general y no tanto al patronato, ello obedece a que al gran trabajo y aportación del patrono es tras bambalinas, su intención siempre es y será la de vigilar el buen funcionamiento de la asociación, y aportar en algunos casos incluso hasta recurso económico. Nuestra institución se fundó un Marzo de 1999, tras la iniciativa de Ricardo Bon, fundador también del primer banco de alimentos en el país, otros de los acompañantes de la fundación del banco de alimentos fueron los señores Alberto Coppel, Allan Sullivan, Martha Echevarría y Luis Amarante.

La conformación de un patronato se conforma primero que nada de un presidente, en nuestro caso Federico Bazua Lopez Bon es quién ostenta ese cargo desde ya hace más de 4 años, Ahmed Chain Norzagaray es nuestro Vicepresidente, Armando Sánchez Inzunza es Secretario, Leila Yarahuan Juan Qi funge como tesorera, Arturo Paredes Piembert, Juan Enrique Terrazas, Alejadro Franco Valdez, Luis Amarante Leal, Francisco Zazueta Zazueta, Adrián Lopez Ortiz y Francisco Lopez Castro terminan por conformar nuestro patronato.

Una de las funciones más importantes del consejero es la de ser vigilantes de la asociación, que se hagan las cosas además de bien, apegadas a la misión y estatutos de la asociación, remover o en su caso designar al director general de dicha institución y muchas más funciones vitales para el banco de alimentos y su funcionamiento. En nuestro caso, el patronato se reúne mínimo 5 veces al año para revisar los avances, proyectos, estados financieros, y áreas de oportunidad que se tengan. Se tiene una comunicación diaria con todos, aconsejan al director y le apoyan para tomar las mejores decisiones. Su aportación a la sociedad y a la asociación es por demás valiosa, se dedica recurso y tiempo a una actividad que es completamente honorifica, ellos no reciben ninguna retribución económica por su apoyo, la única y más valiosa retribución es la de saberse que gracias a su esfuerzo y dedicación hay una institución como la nuestra que beneficia con alimento a más de 20 mil personas cada mes, les gratifica el saber que gracias a su iniciativa, vigilancia y supervisión pueden entregarse todos los días de 5 a 6 toneladas de alimento a personas de Mocorito, Navolato y Culiacán.

Hoy nuestra columna semanal es para agradecerles y reconocerles públicamente su valioso apoyo, sus consejos, su tiempo, sus recomendaciones que durante más de 20 años han realizado por nuestra institución y sus beneficiarios. Termina pronto el 2019, fue un año de muchos cambios en nuestra institución, todos ellos en aras de mejorar, de beneficiar a más familias, de hacerlo como siempre de manera humana, estratégica y siempre apegados a nuestra misión y estatutos.
Me permito ser el portavoz de 18 colaboradores del banco de alimento y de más de 20 mil beneficiarios, hoy les decimos ¡GRACIAS! Gracias por todo, gracias por el 2019 lleno de retos y de cambios, gracias por todos esos años de no dejarnos solos en esta lucha, y que seguramente seguiremos este 2020 y los años venideros en la misma lucha, llevando el alimento a quién más lo necesite. Sabemos que no suelen ser objetos de agradecimientos, y mucho menos públicos. Me tomé la libertar de dedicarles esta columna, Fede, Ahmed, Armando, Leila, Arturo, Juan Enrique, Alejandro, Armando, Francisco Lopez, Francisco Zazueta, y Adrián. ¡Muchas gracias!

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