La hipocresía taurina del Alcalde mazatleco

Jesús Rojas Rivera
21 febrero 2020

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jesusrojasriver@gmail.com

 

Los forcados mazatlecos es una organización taurina reconocida a nivel internacional que nació el 19 de octubre de 1987. Un grupo de jóvenes valientes que sin armas, tan solo con la fuerza del trabajo en equipo doblegan a un toro de más de 500kg, verlos en el redondel es un verdadero espectáculo de valor, temple y coordinación.

Los forcados de Mazatlán se han ganado un lugar incluso por encima de los forcados portugueses y españoles, lugar donde nació esta práctica taurina de sujeción del toro bravo. En 1836 la soberana María II de Portugal ordenó por real decreto prohibir el sacrificio del animal, cambiando el “tercio de muerte” por la dominación de la bestia a cara y pecho de un grupo de “mozos de forcado” que tomaban a la bestia para regresarla al corral. Los forcados nacieron en la misma prohibición que hoy denuncian.

La práctica tiene incluso orígenes anteriores, algunos autores lo remontan a más de 500 años. Pero de nada sirve la historia cuando se niega y no se aprecia. En Mazatlán, con una serie de argumentos leguleyos, todos falsos por cierto, el Ayuntamiento encabezado por “El Químico” Benítez, dejó al puerto otra vez sin corrida de Carnaval.

Hipócrita es la expresión que mejor le acomoda al munícipe, a quien se le reconoce como un aficionado a los toros, ex presidente de la peña taurina Manuel Arriaga, que ahora en el poder se dedica a cancelar corridas por “el bien de su imagen”. El Alcalde mazatleco acobardado ante las voces que no conocen nada del toreo y de la tradición de los forcados mazatlecos, a quienes mal suponen parte de la violencia animal. El gobernante deja su gusto y esconde su afición taurina por “pertinencia política”. Porque algún asesor supone que cancelando la fiesta brava, se deja de ver la violencia que verdaderamente le duele a la sociedad, como la ejercida contra las mujeres, ya que es el puerto uno de los municipios con los índices más altos de violencia intrafamiliar.

Porque siempre será más fácil entrar a debatir estos temas polémicos que a poner orden en una ciudad caótica por obras mal planeadas y pésimamente ejecutadas. Porque mientras algunos protestan por la cancelación de la corrida, nadie dice nada sobre los actos de violencia que se cometieron contra mujeres en el desalojo de comerciantes.

Ahí en pleno centro de Mazatlán en el emblemático mercado Pino Suárez, un grupo de policías varones hicieron ante la vista de ciudadanos y medios de comunicación, una detención violenta contra mujeres manifestantes. Jaloneándolas y tocándolas en un evidente abuso de autoridad, que el secretario del Ayuntamiento y el Alcalde avalaron.

Por eso Fernando Savater, filósofo y escritor experto en ética, habla de la distracción de los gobiernos en los temas que suponen posturas morales y no éticas. Los toros son un tema de la reflexión moral, del juicio de valor personal que se tiene sobre la vida, de aquello que puede gustar o disgustar a un público pero no supone una violación al derecho de nadie.

En cambio, los otros temas, los temas de la violencia de género creciente en el puerto, de los robos y las desapariciones forzadas esos sí son temas de atención inmediata para un gobierno y por tal temas de la agenda diaria de un Alcalde. También es asunto de la ética y lo público, la capacitación a sus fuerzas policiacas para hacerles entender que un policía varón no puede tocar a una mujer y mucho menos jalonearla en medio de una protesta, menos cuando no se está delinquiendo, sino protestando.

Los forcados mazatlecos no necesitan de “El Químico” para seguir la extraordinaria carrera que les abre puertas en Estados Unidos, Perú, Portugal, España y resto de plazas de México, seguirán ganando premios internacionales en sus más de 35 presentaciones anuales fuera de Mazatlán. Mientras la autoridad de su tierra natal desprecia la expresión de este grupo de jóvenes valientes en el mundo se le reconoce su grandeza. Dicho está por Unamuno: nadie es profeta en tierra de mezquinos. Luego le seguimos...