La flexibilidad del junco

Rodolfo Díaz Fonseca
10 agosto 2022

El junco es una planta de tallo recto y muy flexible a la brisa. Por eso, en El Talmud, un texto judío, se recomienda la flexibilidad y no la rigidez: “Sé flexible como un junco, no tieso como un ciprés”.

En la Biblia se dice que la madre de Moisés hizo en Egipto una cesta de junco y colocó en ella al niño para depositarlo en el Nilo, de manera que se librara de la persecución a los niños hebreos.

Como comentamos en otra columna, el junco se puso de moda a raíz de que la escritora y filóloga Irene Vallejo, de Zaragoza, España, escribió una obra de más de 400 páginas titulada El infinito en un junco, donde narró alrededor de 3 mil años de eventos que van desde la creación del primer libro y las bibliotecas antiguas, hasta la actualidad.

Vallejo escribió el texto en medio de una situación difícil, pues estaba muy enfermo su hijo. Cuando su esposo la relevaba en el hospital, ella dedicaba su tiempo a escribir, tal vez para mitigar su pena y, a la vez, engendrar una memorable obra.

Originalmente, quiso rendir homenaje a Borges y titular su libro Una misteriosa lealtad, pues, en Otras inquisiciones, se lee: “Un clásico... es un libro que las generaciones de los hombres, urgidas por diversas razones, leen con previo fervor y con una misteriosa lealtad”.

Sin embargo, a sugerencia de la editorial, cambió el título haciendo remembranza de la paradoja pascaliana, ya que el ser humano es una ambivalencia de grandeza y miseria, pero es un junco pensante.

La obra lleva publicadas 46 ediciones en castellano y está siendo traducida a 39 lenguas. Últimamente, fue reconocida con el Premio Antonio de Sancha 2022.

¿Soy dúctil y flexible como el junco?