La amenaza invisible: microplásticos en la leche materna

Oceana
03 agosto 2024

Los primeros días de agosto se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna, un momento crucial para destacar la importancia de la lactancia y abordar preocupaciones emergentes e invisibles, como la presencia de microplásticos en la leche materna.

El aumento en la producción de plásticos innecesarios ha generado una crisis de salud pública y ambiental. Inicialmente, la mayoría de los plásticos eran reutilizables, pero con la aparición de los desechables, el problema se ha exacerbado. El comercio electrónico, con un valor de 13 billones de dólares y en constante crecimiento, ha aumentado el uso de envases plásticos desechables. Aunque empresas como Amazon han comenzado a reemplazar las almohadillas plásticas innecesarias por rellenos de papel reciclado, la producción y el desecho de plásticos siguen siendo una preocupación significativa.

Los microplásticos son subproductos de la descomposición de productos de consumo cotidiano como envases de líquidos, cosméticos y bolsas de plástico, y pueden tener dimensiones desde nanómetros hasta milímetros. Estos fragmentos pueden contaminarse con una amplia gama de contaminantes ambientales, ingresar al cuerpo humano y acumularse en tejidos y órganos, provocando inflamación y reacciones inmunológicas. Investigaciones recientes han detectado microplásticos en la placenta humana. Además, se ha encontrado que el 38.98 por ciento de las muestras de leche materna contenían microplásticos, siendo los más comunes el polietileno (PE), el cloruro de polivinilo (PVC) y el polipropileno (PP).

La contaminación plástica no solo afecta al medio ambiente, sino que también tiene repercusiones directas en la salud humana. La detección de microplásticos en la leche materna es particularmente alarmante, ya que la lactancia es crucial para el desarrollo del sistema inmunológico del bebé. Además, la exposición a microplásticos puede llevar a inflamaciones y reacciones inmunes en varios organismos y los humanos no son la excepción. Tal exposición es especialmente preocupante durante la infancia, ya que en este periodo el entorno puede aumentar la vulnerabilidad a enfermedades específicas o modificar la microbiota bacteriana.

Un estudio reciente reveló que, de 34 muestras de leche materna examinadas, 26 contenían fragmentos esféricos atípicos que se asemejaban a microplásticos originarios de varias matrices poliméricas. Los microplásticos identificados incluían polietileno, cloruro de polivinilo y polipropileno, además de nitrocelulosa, polimetacrilato de etilo (PEMA), polietileno de alta densidad, poliestireno, poliamida y acrilonitrilo butadieno estireno.

La investigación sobre los microplásticos en la leche materna sigue siendo limitada, pero es claro que estos contaminantes tienen el potencial de afectar negativamente la salud de los bebés. Durante esta Semana Mundial de la Lactancia Materna, es crucial aumentar la conciencia pública sobre la contaminación plástica y promover acciones para reducir la exposición a microplásticos, protegiendo así la salud de las madres y sus hijos.

En Oceana, la ciencia es nuestra principal herramienta, y trabajamos para un futuro donde la contaminación plástica no amenace la lactancia ni la salud de las futuras generaciones. Celebremos esta semana reafirmando nuestro compromiso con la protección de la salud y el bienestar de nuestras comunidades, tomando medidas concretas para combatir la crisis de los plásticos.

Referencias:

- Ragusa, A.; Notarstefano, V.; Svelato, A.; Belloni, A.; Gioacchini, G.; Blondeel, C.; Zucchelli, E.; De Luca, C.; D’avino, S.; Gulotta, A.; et al. 2022. Raman Microspectroscopy Detection and Characterisation of Microplastics in Human Breastmilk. Polymers, 14, 2700.

- Saraluck, A.; Techarang, T.; Bunyapipat, P.; Boonchuwong, K.; Pullaput, Y.; Mordmuang, A. 2024. Detection of Microplastics in Human Breast Milk and Its Association with Changes in Human Milk Bacterial Microbiota. J. Clin. Med., 13, 4029.

- Oceana. 2022. Plástico y el comercio electrónico, una crisis que la CDMX puede resolver. DOI. 10.5281/zenodo.7154572

La autora es Mariana Reyna, integrante de Oceana México.

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