Italia y México
Estas dos naciones tienen mucho en común: comparten los mismos colores en sus banderas y sus idiomas provienen de la lengua latina. Establecieron relaciones diplomáticas en 1874, una vez que se unificó Italia, y las restablecieron en 1946, pues se habían congelado durante la Guerra Española y la Segunda Guerra Mundial, por militar en bandos diferentes.
El ligamen entre ambos países es muy fuerte en sus canciones, como tendremos oportunidad de corroborar en el concierto que ofrece este martes el Taller de Ópera de Sinaloa, a las 19:30 horas en el Teatro Pablo de Villavicencio, con el programa “De Italia a México. Sus más bellas canciones”. La entrada es libre.
Es imposible interpretar todas las canciones, y más de alguna persona del público expresará el título de alguna que no aparecerá en el programa de mano. De entrada, habrá que decir que la mayoría de las canciones italianas pertenecen al género de las napolitanas, no de las canciones populares ni de las que ha hecho famosas el Festival de Sanremo.
El repertorio incluye un madrigal renacentista, de Giulio Caccini, titulado “Amarilli mia bella”, donde su amado le asegura la sinceridad de sus sentimientos; así como Diciticello vuie, La danza, Non ti scordar di me, entre otras bellas canciones napolitanas que se hicieron famosas en el mundo entero, gracias a intérpretes de la talla de Enrico Caruso, Luciano Pavarotti, Franco Corelli, Beniamino Gigli, Mario del Mónaco, Tito Schipa, Carlo Bergonzi, Giuseppe di Stefano, entre otros.
Del cancionero mexicano, escucharemos: La barca del marino, Bésame mucho, Alma mía, Íntima, Estrellita, Tengo nostalgia de ti y Despedida, entre otros románticos títulos. El encore es una bella sorpresa.
El maestro José Manuel Chú dirige al TAOS y lo acompañan los pianistas Zlatina Valkova y Salomón Gil.
¿Aprecio las voces?
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