Impunidad

Miguel Ángel González Córdova
08 abril 2022

La consulta ciudadana que está siendo convocada para el próximo domingo sentará un precedente histórico en nuestro país por cuanto a la naturaleza de su propósito que en este caso no es precisamente electoral, además de que, aunque se identifica como Revocación de Mandato, lo cierto es que su evidente objetivo es la ratificación de mandato a favor del Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Esa expectativa feliz se hace convicción en el ánimo de los morenistas que desde todos los ámbitos de la Cuarta Transformación han anticipado una eufórica fiesta por el resultado que emanará de los votos de, por lo menos, un 40 por ciento del electorado nacional, tal es el mínimo establecido para validar la ratificación o revocación del mandato federal hoy en funciones, y en torno al cual hay seguridad de que López Obrador confirmará su arraigo en la voluntad de la mayoría popular, pues, de existir alguna duda en torno a ese respaldo, nunca se hubiera promovido el montaje de la auto denominada Revocación de Mandato.

El preámbulo proselitista que tuvo lugar en diferentes rumbos del territorio nacional incluye la conglomeración morenista de anteayer en Culiacán, cuya convocatoria, al igual que se hizo en otras entidades del País, entre ellas la Ciudad de México, se extendió con el supuesto carácter de asamblea informativa de la Reforma Eléctrica, pero resultó en fogosa manifestación de cierre de campaña a favor de que López Obrador cuente pasado mañana con la votación numérica suficiente para proseguir al frente del Ejecutivo federal.

Tanto en el multitudinario acto realizado en la capital sinaloense, como en todos esos cierres de campaña, los mandatarios estatales amloístas, así como la Jefa del Gobierno de la Ciudad de México, asumieron con carácter protagónico una actitud de contundente desacato en relación con la veda electoral dispuesta por el INE, en contra de cuyos consejeros, el encendido discurso de los políticos de la 4T enfocó burlas y hasta amenazas de anulación definitiva de ese Instituto. Esto en oportuna concordancia con aquella sentencia presidencial de “¡Al diablo con las instituciones!”.

En contraparte, el Instituto Nacional Electoral notificó la imposición de medidas cautelares en contra del Secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, así como del líder del Morena, Mario Delgado Carrillo, y los gobernadores de Veracruz y de Sonora, bajo el cargo de quebrantar la disposición de veda electoral. Cabe observar la actitud sardónica con la que el Secretario López Hernández violó una norma institucional cuya observancia compete a su cargo; al menos así se supone.

Y la moneda está en el aire, pendiendo del curso que registre la jornada del domingo próximo, cuyo desenlace se prevé como un triunfo a favor de la prolongación constitucional de la actual gestión del Presidente López Obrador, con miras al crecimiento de su imagen pretendidamente restauradora, lo cual, más allá de la mera conclusión de su mandato, reafirmará un panorama propicio para la proyección de visiones futuristas relacionadas con las elecciones del 2024.

El Estado de México ha sido escenario de un caso de justicia auto gestionada por Maureen Amaro, cuyo hijo, el adolescente Hugo Carvajal, de 15 años de edad, fue asesinado por un individuo de nombre Mauricio Mora, quien anteayer quedó detenido por las autoridades, un día después de que, por convocatoria de la madre de la víctima, un decidido grupo de vecinos bloqueó totalmente durante 13 horas el periférico norte a la altura de Naucalpan.

No se trata del primer caso de esta naturaleza, pero valga destacar que ahora el hartazgo ciudadano logró el objetivo que Maureen Amaro trazó con una determinación y una energía fuera de serie. Es destacable la respuesta de las autoridades mexiquenses, cuyo Secretario de Gobierno aceptó quedar como rehén de los manifestantes que así permitieron la apertura de un carril en cada uno de los sentidos viales del mencionado periférico. En conclusión, este episodio avala la entereza de una madre, la comprensiva tolerancia de un funcionario, y el resultado obró en contra de la impunidad.