Hace 13 años, los 15 de Salvarcar
SinEmbargo.MX
El 30 de enero de 2010, empezaron a reunirse algunos individuos entre 20 y 35 años, en el estacionamiento de “las alitas en paseo las torres y palacio de Mitla”, cerca de Villas de Salvarcar.
Llegaban en vehículos dos o tres ocupantes por cada uno, y el encargado de la reunión les daba instrucciones, algunos se quedaban ahí y otros salían a ubicarse en diferentes cruceros cercanos al lugar.
Extrañamente en ese crucero se ubicaba un retén de militares que se habían retirado al cuartel una hora antes de que empezara la reunión.
En aquel tiempo, para llegar al lugar donde iban estos sujetos debía cruzarse por una especie de laberinto, por todo el fraccionamiento Villas de Sallvarcar y entrar a la última calle.
Ellos lo hicieron tranquilamente en una especie de columna de vehículos, entraron por el poniente de la calle Villas de Salvarcar, y un vehículo cruzó toda la cuadra, para bloquear el Extremo Oriente, otro vehículo se quedó a la entrada de la calle en el extremo poniente y tres vehículos ocupados por 12 sujetos se dirigieron a un domicilio específico donde rodearon la entrada y tres de ellos ingresaron al interior donde encontraron a dos adultos y dos jóvenes que apenas superaban los 17 años, los asesinaron inmediatamente a los cuatro.
Salieron los criminales del domicilio y asesinaron a un vecino que se encontraba afuera de la casa hiriendo de gravedad a otra vecina que se acercó al oír los disparos.
Los sicarios iban a subirse a los vehículos cuando uno de ellos les gritó. “acá está la fiesta” cuatro de ellos con armas largas y uno con pistola se dirigieron al interior del domicilio donde se festejaba el triunfo del equipo de fútbol americano “Jaguares” del Cbtis 128.
Ahí acribillaron a los jóvenes que no alcanzaron a brincar por una ventana al interior de otro cuarto, aunque a más de 10 de los que se salvaron los hirieron y dieron en las piernas, los brazos, incluso en el abdomen a uno de ellos.
Al salir del lugar de la muerte, los asesinos subieron tranquilamente a los vehículos, mientras los vecinos, muchos de ellos padres de los jóvenes que murieron se encontraban en la acera opuesta contenidos por sujetos que los amenazaban con armas de combate, en unos minutos se habían asesinado a 10 jóvenes y cinco adultos y herido con proyectiles de arma de fuego a 10 jóvenes más.
Todo eso fue bajo la mirada horrorizada de los padres de muchos de los jóvenes ahí caídos, como llegaron los asesinos, así salieron tranquilamente, ni siquiera derraparon los vehículos, en ese encargo de la muerte de jóvenes estudiantes y algunos padres de ellos o vecinos que estaban cercanos.
Uno de los padres todavía nos dice “acababa de terminar la pelea de Box”.
Otra madre dice que quiso cruzar hacia el lugar de la fiesta pero un sujeto delgado alto con una arma larga la detuvo, con una tranquilidad espantosa para ella porque daba la impresión que era el jefe y que simplemente ese señor estaba haciendo un trabajo. Murió su hijo.
Cerca de ahí, a unos 500 metros separados por un terreno baldío está un hospital del Seguro Social, los vecinos y los padres tomaron a sus hijos vivos o ya fallecidos y en brazos los llevaron hasta ahí.
La historia inmediata es conocida, Calderón en Japón, dijo que era un encuentro entre delincuentes, la ciudad se levantó, el país y buena parte de las reacciones internacionales fueron devastadoras para el gobierno de Calderón. Este se presentó a un evento en Ciudad Juárez a ofrecer una disculpa y fue encarado por Luz María Dávila, quien le manifestó que si entre los caídos hubiera un hijo de él buscaría a los asesinos hasta por debajo de las piedras, pero como los jóvenes no eran sus hijos no esperaban justicia, que por eso él no era bienvenido en Ciudad Juárez.
El gobierno de Calderón en unión con el gobierno estatal y municipal operó una estrategia de apoyo a ciudad; el programa “Todos Somos Juárez”.
Sin embargo después del 30 de enero de 2010, la vida de las familias víctimas del atentado tuvo un cambio radical, en las circunstancias que sucedieron los hechos, los primeros meses fueron atendidos por el programa que invirtió 6 mil millones de pesos, pero olvidó reservar una cantidad de menos de 50 millones para las familias, ya que el impacto caló no solo en el alma de las familias sino en la economía y en el bienestar familiar y doméstico.
Por otro lado, y visto el operativo que se llevó a cabo por los delincuentes, se ocuparon durante el ataque por lo menos, 20 delincuentes que estaban realizando actividades, muy concretas y y muy específicas, para cometer el asesinato colectivo. Todos actuando intencionalmente para asesinar a los jóvenes.
El daño que se causó a los familiares fue terrible y la actitud y eficacia de las autoridades no corresponde con la gravedad de los hechos.
En la primera semana detuvieron a cinco implicados, todos eran delincuentes de poca monta, y a cuatro de ellos se les dictó sentencias de 240 años a cada uno, el quinto fue dejado en libertad, porque su confesión se obtuvo mediante tortura y el Ejército abatió a “El Doce”, uno de los ejecutores directos cinco días después de la tragedia.
Cuatro años después se detuvo a “El Diego” y 10 años más tarde a “El Tío”, al parecer autores intelectuales de la masacre. Ambos fueron extraditados a Estados Unidos.
Son siete detenidos de 20 participantes, por lo que los derechos de las víctimas a la justicia y a la verdad siguen esperando.
En la casa donde fue el homicidio duró siete años intacta, incluso con manchas de sangre, hoy es un memorial. Y tras 9 años de litigio que incluyó obligar a las autoridades del Estado a emitir una ley de Atención a las Víctimas del delito, se logró que el Estado de Chihuahua bajo el Gobierno de Javier Corral indemnizara a los familiares de las víctimas en los términos que lo dice la ley.
El lunes 30 de enero se ofició la misa del memorial a los caídos hace 13 años en Salvarcar, también los compañeros de los jugadores que celebraban su campeonato: El equipo de fútbol americano Jaguares del Cbtis 128 firmó un convenio con la dirección del plantel, y celebró una reunión para recordar a los jóvenes.
Al convivir con ellos es impresionante cómo algunos van envejeciendo rápido, más de lo normal, dos padres faltaron porque murieron antes o durante el Covid y un aire esperanzador se siente cuando se ven a las familias unidas entre sí abrazadas en el lugar donde murió el hijo que no han podido ni podrán olvidar porque ahorita sería ingeniero como sus hermanos que ya son profesionistas.