Gobernar
El término “kybernan” (conducir una nave o un carro), usado por Platón para referirse metafóricamente al modo de conducir a los ciudadanos, fue adoptado en el latín dando origen a la palabra Gobernar.
Verbo que resulta adecuado si se trata de describir el actuar con eficacia, calidad y buena orientación de una autoridad respecto de sus gobernados. El resultado contrario, es por tanto, desgobernar.
En los tiempos de Gobierno de Tezozómoc, cada barrio de Tenochtitlan contaba con un representante y de estos últimos, seleccionaban a su Gobernante. Así quedaba garantizada una buena representatividad y aseguraban la sujeción al pago de impuestos, de lo que no todos los habitantes de los barrios eran conformes.
Para 1428, después de cruenta batalla Tepaneca que llevó a los mexicas a consolidad su poder, se instala el Consejo Supremo compuesto por militares y sacerdotes. Ellos elegían al Gobernante a quien denominaba Tlatoani.
El proceso de coronación o reconocimiento de Tlatoani tenía varias etapas. A partir de su designación, Tlatoani tomaba un retiro, pintado de negro, mantenía ayuno fuera de la vista del pueblo, solo rodeado de sus concejales. Terminado el ayuno, una ceremonia en la que Tlatoani subía a la pirámide servía para ser reconocido por su pueblo. Al ejercicio del cargo se le aparejaba declarar la guerra de otra etnia. En el ganar o perder iba el éxito o fracaso de su gobierno. Esto se reflejaba en traer prisioneros que sacrificaban para asegurar su mandato.
Para las organizaciones prehispánicas, la superioridad al dominar se demostraba en la fuerza, y aunque el ayuno se relaciona con elevar el nivel de conciencia del alma para tener acceso a la sabiduría mayor, el retiro de Tlatoani con sus concejales era más bien para planear de dónde obtendrían los recursos y prisioneros para asegurar su gobierno.
Solo la historia tiene recuento del éxito o fracaso de cada período, distinguiéndolos entre períodos de gloria, de prosperidad, de sequía, de excesos y de extinción, pero hay un factor determinante para los períodos gloriosos que hace coincidir con la Sabiduría Natural de sus gobernantes y el respeto a los procesos naturales de la tierra.
Elemental resulta la sabiduría de su gobernante para las comunidades, a fin de que se cristalice en la calidad y la eficacia en esa red que se llama sociedad. El sabio conduce, el Ignorante se deja manipular y obedece. En muchas tribus, las cuestiones de interés público, las resolvían los sabios.
Sabiduría, no solo referente a conocer las reglas que rigen la administración y patrimonio públicos tan reformadas, sino al concepto universal para distinguir hacia dónde dirigir sus actos que impactan los más altos valores colectivos por custodiar y capacidad, para poner sus talentos al servicio de la comunidad, actuando con el más estricto apego al respeto de los mismos.
A tiempos actuales, sabiduría y capacidad habrían de encabezar la lista de atributos a todos los que se enlistaron para el siguiente proceso. Ambas cualidades en un entorno gubernamental importantes para cuando el nuevo Tlatoani determine en qué va a basar el éxito, duración y firmeza de su período para que la historia lo califique como gobierno o desgobierno.