Gerardo Vargas necesita un partido

Alejandro Sicairos
25 noviembre 2019

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alexsicairos@hotmail.com


Es el candidato de todos y de nadie

A muchos les asusta que con la reaparición de Gerardo Vargas Landeros en el acto público del Tercer Informe de Quirino Ordaz Coppel, y la simultánea reincidencia de sus apologistas por convertirlo en candidato a Gobernador, esté cuajando algún plan del ex Secretario de Gobierno por retomar el gran poder que tuvo en el sexenio de Mario López Valdez. Cada vez que el hombre del afiche del trébol de cuatro hojas intenta proyectarse hacia el cargo que no pudo conseguir en la elección local de 2016, hace revolotear ángeles y despierta demonios en torno suyo.

Bastantes sinaloenses que son ciudadanos comunes, líderes de opinión o dirigentes de sectores le tienen miedo al pasado. No tanto a Vargas Landeros sino a lo que este representó en el gobierno de Malova. Miedo a la corrupción. Miedo a la represión. Miedo a un estilo que montó vistosos espectáculos como camuflaje de un mandato que en vez de respeto social obtuvo el temor colectivo a través del hostigamiento.

Sin embargo, la larga campaña de Vargas Landeros rumbo a la votación del 4 de julio de 2021 lo aleja cada vez más de una fórmula que pueda resultar triunfadora. Sería todo un prodigio que las principales organizaciones partidistas lo arropen a sabiendas de que existen otros pretensos de muy alta rentabilidad en las urnas.

Sí hay que reconocer que Vargas Landeros es experto en agitar las aguas turbias de la política y en ellas se mueve como pez en el agua para la intriga futurista. En su caleidoscopio de la sucesión 2021 un día aparece con los colores del Partido Sinaloense, otro con la tonalidad de Redes Sociales Progresistas y cuando quiere hasta se pinta con el azul de Acción Nacional.

En tal camaleonismo a los sinaloenses les resultará muy difícil vincularlo o desvincularlo de alguna opción partidista. Ese es el objetivo: hacer creer que se convirtió en la imprescindible pieza del rompecabezas sucesorio, sin pelearse ni ser parte de los planes de las principales fuerzas electorales del estado. Según sea el contexto es la tintura que lo mimetiza.
Igualmente, hoy se presenta como crítico atroz del quirinismo, como en octubre de 2018 le recriminó al Gobernador “lucrar con la tragedia de cientos de familias” por los colchones podridos entregados a damnificados de la tormenta 19-E, y al año regresa reconociendo el desempeño del actual Mandatario estatal. “Somos muy buenos amigos desde hace muchos años, es una amistad de familias, de su familia con la mía, mi esposa, su esposa, mis hijos, sus hijos”.

Así fue que reapareció en el Informe que Ordaz Coppel presentó en el palenque de la Feria Ganadera diciéndose el mejor amigo del Gobernador y de su familia y apuntándose como copartícipe de que el empresario hotelero llegara al cargo, “porque voté por él, participé para que él ganara”. Pasma la apuesta a la desmemoria popular bajo la lógica de que el pueblo que se duerme inconforme por obra de la amnesia al día siguiente despierta contento.

La realidad es que Gerardo Vargas carece hasta hoy de una propuesta firme proveniente de algún partido o de un proyecto político que lo haga competitivo en materia electoral. En ningún momento el PAS ha decidido jugársela con él, RSP enfrenta la gran dificultad para constituirse como oferta comicial y el PAN bajo la dirigencia de Juan Carlos Estrada Vega está en preparación de una estrategia precisamente que deslinde a estas siglas de la corrupción del malovismo.

Se le nota ansioso al mochitense por aparecer en la boleta electoral aunque el único asidero firme que tiene hoy es Elba Esther Gordillo, la otrora lideresa magisterial cuya palabra era orden para el Presidente en turno. Engaña a la gente al decir que el PAS lo va a postular al Gobierno del Estado, en principio porque Héctor Melesio Cuén Ojeda, el líder de este partido, quiere la candidatura o la alianza con quien le dé posibilidades de reconquistar espacios de poder como diputaciones, regidurías, alcaldías y secretarías. Vargas no garantiza eso.

Lo que sí resulta interesante es que una vez que salta al ruedo político el ex funcionario de Malova menea las sensaciones y percepciones a tal grado de que un importante segmento de querubines le adornan el retablo de candidateable y no pocos luciferes le agrian el eterno ímpetu por ser Gobernador. Aun así, los que le ponen aureolas y quienes le colocan coronas de alambre de púas son los que lo mantienen vigente.

Ni es monedita de oro y tampoco ninguno puede cancelarle sus derechos en materia de participación política. Además, conforme pasa el tiempo Vargas Landeros se convierte en parte de la pintoresca escena local del poder (nuestra propia ley de Herodes) donde hay tantos “Cheneles” Valenzuela como lo permite la tragicomedia en la cual llegaron los menos pensados al servicio público y todo es posible en la locura democrática de moda.

Reverso

No va entre los punteros,
Tampoco lo apoya algún partido,
Pero en la política sin sentido,
Sí cabe Vargas Landeros.

Policía malandrina

La denuncia que formula el Alcalde de Mazatlán, Luis Guillermo Benítez Torres, referente a elementos de la Policía Estatal Preventiva que extorsionan a turistas y ciudadanos, es apenas la punta del iceberg de la inconformidad que existe en la mayoría de los municipios porque en vez de combatir el delito esta corporación se convierte en parte de los abusos y despojos en contra de la población pacífica. La PEP asume la malandrinada en zonas urbanas, pero en regiones rurales o de la sierra, donde nadie los ve, son comunes los retenes o patrullajes con fines recaudatorias para la causa de la corrupción ¿Tomó nota, Secretario de Seguridad Pública, Cristóbal Castañeda Camarillo?