Estudio determina que el agua de lluvia no es segura para el consumo
Los humanos estamos atiborrando el planeta con basura, y lamentablemente, no todo el desperdicio es visible para el ojo humano. Los microplásticos y los PFAS (sustancias químicas perfluoralquiladas, “forever chemicals”) son omnipresentes e imperceptibles en nuestra vida diaria.
Hoy en día, existen más de 350,000 químicos hechos por el humano, incluyendo plásticos, pesticidas, químicos industriales, químicos cosméticos, antibióticos, y algunas drogas. Desde la década de los cincuenta, la producción de químicos ha aumentado 50 veces y se espera que para el 2050 esta cifra se triplique.
El hecho de que este número continúa aumentando a una tasa exponencial imposibilita llevar un registro del impacto que tienen estos químicos sobre el ambiente y la salud.
Los PFAS son una familia de más de 9000 compuestos sintetizados por el humano y son llamados “químicos perpetuos” debido a que pueden durar miles de años. Estos compuestos son utilizados en diversos productos como empaques de comida, botellas de plástico, utensilios de cocina, cosméticos, y textiles que repelen los líquidos, entre muchos otros productos.
Estos químicos se encuentran en el agua, el suelo, la atmósfera, y hasta en nuestra sangre (debido a la exposición crónica). El contacto con estos compuestos ocasiona cáncer, infertilidad, complicaciones del embarazo, problemas conductuales y de aprendizaje en niños, enfermedades autoinmunes, alteraciones hormonales, e hipercolesterolemia.
Existe el temor de que hemos cruzado un punto sin retorno debido a la presencia de PFAS en la atmósfera. Un grupo de científicos de Estocolmo determinó que, a nivel global, el agua de lluvia excede (hasta 14 veces) los límites de seguridad de PFAS para su consumo (DOI: 10.1021/acs.est.2c02765).
La producción de PFAS ha disminuido en los últimos 10 años; sin embargo, la historia de los químicos sintetizados por el humano es la de una “Hidra de Lerna” contemporánea. La mítica Hidra era un antiguo y despiadado monstruo acuático con forma de serpiente policéfala (varias cabezas) y aliento venenoso a la que Hércules mató en el segundo de sus doce trabajos. La Hidra poseía la virtud de regenerar dos cabezas por cada una que perdía o le era amputada.
Esta historia (leyenda) se repite con estos químicos. Una vez que se identifica la toxicidad de uno de ellos y se retira del mercado, muchos otros químicos son creados y duran años en el mercado antes de que se identifiquen sus efectos.
Hemos convertido a este planeta en un lugar inhabitable para la vida al contaminarlo irreversiblemente, y hoy en día no existe nada “puro” ni seguro.
A pesar de este lúgubre escenario, científicos de la UCLA y la Universidad Northwestern han desarrollado un método simple para destruir la mayoría de los PFAS. En un artículo publicado recientemente en Science (DOI: 10.1126/science.abm8868) describen como el calentar el agua entre 77-120 grados centígrados mezclada con hidróxido de sodio degrada estos compuestos en un periodo de 24 hrs.
Esta relativamente sencilla y económica técnica puede ser implementada en casa, o por nuestras juntas de agua potable. No obstante, esto no resuelve la contaminación de nuestros mares, mantos acuíferos, y suelos. Es por ello que debemos de dejar de utilizar plásticos de un solo uso (desechables), si no lo haces por el planeta, al menos hazlo por ti y tu familia.