Estrepitosa derrota del PRI-PAN-PRD en Nayarit
Podemos hacer muchas lecturas de la reciente elección extraordinaria en Nayarit para cubrir una vacante en el Senado. Una de ellas es que no debemos sacar conclusiones precipitadas de ninguna de ellas, por más que parezcan contundentes.
En los pasados comicios del 6 de julio se expresaron dos tesis mutuamente excluyentes. Una, favorable a Morena ante numerosos triunfos estatales y municipales: la 4T se perfilaba imbatible para el 2024. Otra, favorable a la coalición Va por México, ante sus triunfos en la mitad de las alcaldías de la Ciudad de México y el voto en las zonas urbanas de clase media y alta de diferentes municipios del País: Morena inicia su declinación, que se profundizará para las próximas elecciones presidenciales.
Si por los resultados de Nayarit arriesgáramos una interpretación precipitada diríamos que PRI-PAN-PRD, con menos del 10 por ciento de la votación entre los tres con una contabilidad de hasta el 67 por ciento de los votos emitidos -por cierto, con una abstención récord de la ciudadanía de 86.4- van a desaparecer muy pronto del mapa electoral, lo cual, en el análisis político, sería muy irresponsable afirmar, sobre todo en una sociedad mexicana tan inestable y maleable.
Porfirio Muñoz Ledo, al que por su longevidad bien podríamos llamarle don Porfirio, recientemente condecorado con una medalla exclusiva del Movimiento Ciudadano, pronosticó que el desmoronamiento de Morena será inevitable en los próximos tres años. No cabe duda que Muñoz Ledo tiene un amplio y profundo conocimiento de la política mexicana, y que sabe moverse muy bien y a tiempo para seguir acomodado en el presupuesto público, en lo cual ha sido muy atinado; pero en este vaticinio parece que, más bien, errará, si tomamos en cuenta las más actuales encuestas de opinión de AMLO y Morena. Las cuales, hay que reconocer, podrían mudar hacia otros rumbos. Nada es descartable.
Volviendo a Nayarit podríamos decir que es un buen ejemplo de la volatibilidad del voto de los ciudadanos mexicanos. Tan solo hace unos meses, nuestro estado vecino estaba gobernado por el PAN -aunque aliado del PRD y PT-, y en la elección extraordinaria, ya con un Gobernador morenista, obtuvo una infame cifra inferior al 3 por ciento. Tal contraste no debe ser fácil de explicar, esperemos que los expertos estatales nos den claridad, pero lo cierto es que el PAN, principalmente, y sus amigos electorales sufrieron una catástrofe.
La candidata de Morena, Rosa Elena Jiménez, va cómodamente adelante con más del 50 por ciento de los votos contabilizados, e Ignacio Flores Medina, candidato de MC, había obtenido poco más del 35 por ciento. Es decir, el único partido que más o menos peleó con los morenos fueron los anaranjados, mientras que tricolores, albiazules y amarillos fueron bochornosamente humillados.
Con los anteriores resultados, Movimiento Ciudadano confirmaría que va al alza y por eso anuncia que irá solo en 2024, máxime que, según el diario Reforma, Luis Donaldo Colosio, Alcalde de Monterrey y miembro de MC, apareció en su más reciente encuesta sobre los presidenciales en tercer lugar, tan solo tres puntos abajo de Claudia Sheimbaum y cuatro de Ebrard. Habrá que ver otras mediciones -dice AMLO que fue cuchareada con levadura- pero la que muestra el diario acérrimo crítico del Presidente y de la 4T es sorprendente.
Mientras son peras o manzanas los panistas están alarmados, y no tan solo en Nayarit. Tan es así que ex dirigentes nacionales, como Damián Zepeda, así como varios ex gobernadores le exigen cuentas y cambios claros a Marko Cortés. Si las cosas se empiezan a reproducir en otros estados como sucedió en Nayarit, MC se estaría constituyendo como el principal imán del descontento electoral con Morena, aunque recordemos que el 6 de julio pasado la votación de MC en Sinaloa fue insignificante. Vamos a ver qué pasa en las cuatro elecciones estatales de 2022.
Por otro lado, AMLO en su reciente visita al Nayar, apuntó que, con Durango y Zacatecas, son los tres estados del Norte- en realidad, nuestro vecino del sur es más bien parte de lo que llamamos el Occidente- olvidados por gobiernos anteriores, lo cual no es del todo cierto porque, al menos Durango, fue beneficiado con la autopista a Mazatlán que se inició durante el sexenio de Fox.
Lo que sí es muy cierto es que los nayaritas suelen inmolarse diciendo que siempre han sido relegados, que carecen de industrias, que no tienen una agricultura moderna- y se comparan desventajosamente con la de Sinaloa- que padecen de políticos muy tradicionales y, para colmo, nunca han tenido un equipo de beisbol en la Liga del Pacífico o la Mexicana de verano, ni tampoco un equipo profesional de futbol en Primera División. Muchos, o la mayoría de los nayaritas con los que he platicado en su propia tierra, suelen ver a Sinaloa como el hermano al que tienen que igualar. Y es imaginable que con Jalisco ni siquiera intenten equipararse.
Con los muchos gobernadores priistas y con dos panistas en su historia no alcanzaron grandes cosas. Por lo menos los de abajo esperan muchas cosas de Morena. Esperemos que no se vean desengañados.
El Gobernador Rubén Rocha, al recomponer la nave mazatleca, que parecía hundirse, empieza a enderezar su administración, a pesar de las carencias financieras de las arcas públicas. Tuvo que dar un fuerte golpe en la mesa para que Cuén entendiera que no hay cogobierno. Que en Badiraguato solo hay un Batequitas.