Epidemia de chairos y fifís
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Existe en México una epidemia peor que la del coronavirus: es la epidemia de chairos y fifís, y confieso que estoy harto de esta falsa polarización que pretende monopolizar la discusión de los asuntos públicos y políticos en el país. El virus de la polarización entre chairos y fifís comenzó desde la campaña presidencial de 2006, aunque entonces no se denominaban así los bandos, creció considerablemente en la campaña por la Presidencia en 2018 y desde entonces no ha parado de incrementarse a lo largo del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
¿Qué es el epidemia de chairos y fifís? Es la polarización entre una supuesta “izquierda” que asume que está llevando a cabo la Cuarta Transformación de la vida pública nacional y los “conservadores” que se oponen a esta transformación y que antes respaldaron a los gobiernos neoliberales y de la mafia del poder.
El medio de contagio es el enfrentamiento de sus posturas, infectando especialmente las redes sociales. Ambos bandos consideran que tienen la ideología y el programa político correcto para cualquier asunto relevante de la vida nacional: desde el manejo de la economía, las relaciones con Estados Unidos, los asuntos migratorios, el aeropuerto de Texcoco, el Tren Maya, el movimiento feminista, hasta el ridículo asunto de la rifa del avión presidencial.
Y ahora el virus de la polarización entre chairos y fifís se hace presente en el debate sobre la epidemia del coronavirus. Los infectados por el virus de chairos y fifís parecen posicionarse no desde los datos duros y verificables, sino desde sus trincheras políticas.
Así vemos cómo incontables fifís critican e insultan a López Obrador por las medidas adoptadas para la contención de la epidemia de coronavirus. Cuestionan lo que el Gobierno está haciendo sólo para tener otra oportunidad para descalificar a un Gobierno que no apoyan, e insultar a un gobernante que desprecian. Y sin embargo, desconocen los protocolos de la Organización Mundial de la Salud, las fases de contención de la epidemia e incluso qué es el virus SARS-CoV-2 y la enfermedad nombrada Covid-19.
Una de las versiones que compraron y difundieron intensamente en días recientes, por ignorancia o por malicia, es el que el Gobierno estaba ocultando datos de enfermos y muertos por coronavirus. Otra vez, difunden rumores sólo porque les ayuda a cuestionar al Gobierno y a López Obrador. No les gustan los datos duros como los que buscó y publicó la periodista Peniley Ramírez que entrevistó a especialistas del Gobierno e independientes y todos coincidieron en que no se ocultan datos (El Universal, 13 marzo 2020).
Lo más miserable de los de este bando es cómo lucran con temas tan importantes, simplemente pensando en ganar votos y recuperar espacios del poder. Es la posición despreciable de partidos como Acción Nacional y De la Revolución Democrática (PRD). Ahora la tarea “política” más importante de este partido es pagar abogados a las familias que tienen problemas de desabasto de medicinas. No están pensando en las familias que tienen este problema, están pensando en votos, los cínicos.
A muchos antipejistas parece que les gustaría que el manejo de la epidemia de coronavirus saliera mal, todo para criticar a López Obrador. Así de miserables.
En el bando de los chairos, es común aplaudir todo lo que diga el líder del movimiento y descalificar las críticas fundadas al Gobierno de la Cuarta Transformación. Recientemente lo más grotesco fue que compraron la versión de que detrás del movimiento feminista que organizó las manifestaciones del 8 de marzo y el paro del 9 de marzo, estaban los “conservadores” enemigos del actual Gobierno.
Pongo estos ejemplos para algunos casos de “contagio” de este absurdo virus de la polarización entre chairos y fifís. Digo absurdo porque creen que la sociedad mexicana se divide entre sus bandos políticos y no por el antagonismo social que produce un sistema de dominación como el capitalismo moderno.
La polarización entre chairos y fifís es una epidemia que no sólo cansa, sino que envenena la discusión pública, pues subestima u oculta las verdaderas divisiones de este país: la desigualdad, la explotación, el despojo, la represión, el racismo, el clasismo que atañen por igual a ambos bandos. Pero al centrar la discusión entre apoyar o criticar al Peje, se pierde objetividad y claridad sobre los verdaderos problemas nacionales. No nos contaminemos por el virus de chairos y fifís, y vayamos a la raíz del antagonismo social.
Twitter: @rmartinmar
Correo: rubenmartinmartin@gmail.com
Sinembargo.MX