Entre dos mundos: cómo el estrés aculturativo impacta a los migrantes

Sin Fronteras
04 octubre 2024

Los temas de ansiedad en personas en contexto de movilidad humana son de suma importancia, ya que afectan diversas esferas de la vida. Sin embargo, a menudo son subestimados o normalizados. La migración implica afectaciones psicológicas significativas, ya que las personas enfrentan un proceso de adaptación acompañado de diferentes duelos y sentimientos como nostalgia, impotencia, incertidumbre e inquietud. Esto puede desencadenar ansiedad, depresión u otros trastornos emocionales.

Estas dificultades no sólo se presentan durante la huida del país de origen, sino también durante el tránsito y la permanencia en el nuevo país. Al llegar, la ansiedad y el estrés se intensifican debido a la necesidad de regularizar su estancia, la desinformación obtenida por internet y otras personas, y las diferencias culturales, especialmente en las expectativas de género entre el país de origen y el nuevo país, lo que puede ser una fuente adicional de tensión.

El estrés aculturativo, que es el estrés asociado con adaptarse a una nueva cultura, también está relacionado con la ansiedad y la depresión. Este término se refiere a los síntomas que experimentan las personas en contextos de movilidad humana cuando se enfrentan a la necesidad de adaptarse a un nuevo país. Entre estos síntomas se encuentran problemas de sueño, principalmente insomnio; sueño poco reparador y dificultades para despertar; cefaleas, dolores estomacales, dificultades para respirar, sensación de opresión torácica, náuseas, cansancio, sudoración y aislamiento social. Estos síntomas, en la mayoría de las ocasiones, se identifican como algo normal o físico, lo que lleva a las personas a buscar asistencia médica o a consumir medicamentos no prescritos por un médico. Sin embargo, es importante la valoración de un especialista en salud mental para recibir atenciones más integrales y descartar tanto aspectos físicos y fisiológicos como psicológicos.

Es crucial que las infancias reciban apoyo emocional y social. Programas de integración escolar, apoyo psicológico y la creación de redes de apoyo pueden ayudar a mitigar los efectos negativos del estrés aculturativo.

Construir lugares seguros, es decir, espacios donde se promueva el intercambio cultural y se fomente la interacción de las personas con la comunidad de acogida, puede fomentar un sentido de pertenencia, mayor seguridad y un sentido de autoconcepto. Brindar espacios de apoyo psicológico mediante talleres grupales y atenciones individuales promueve estrategias de afrontamiento, y fomentar el acceso a la cultura mediante visitas a museos y actividades recreativas facilita directamente los procesos de integración a la sociedad mexicana.

Desde Sin Fronteras creemos que esto es importante, por lo tanto se brindan espacios y talleres que ayudan a identificar, reconocer y crear herramientas para disminuir el estrés aculturativo.

El autor es Óscar Flores, psicólogo de la organización Sin Fronteras IAP.