En Sinaloa, 'Un violador en tu camino'. Alarido de desahogo en la tierra hostil
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alexsicairos@hotmail.com
Al traer a Culiacán y Mazatlán la estrategia de defensa “Un violador en tu camino”, que ha impactado a nivel mundial, las mujeres sinaloenses clavan una espina en la conciencia social con la correspondiente punzada como el recordatorio para ponernos a reflexionar, todos, qué hemos hecho para aislar del riesgo a este sector de la población vulnerable en la tierra sin ley, en la región del mundo donde muchos creen que lo único que florece es la violencia.
El eco entre los muros de la Unidad Administrativa estatal debió cumplir la función del taladro que abre espacio para colocarle a Sinaloa el tornillo que le hace falta, el de la aceptación de las mujeres en igualdad de circunstancias y la comprensión de la exacta dimensión de las que escribirán los capítulos más resplandecientes del futuro que está por llegar. Aparte de lo mucho que han edificado, les queda bastante trabajo por hacer para concluir la obra magnífica de la civilidad.
Dos días antes, teniendo como fondo el Monumento a la Familia, en Mazatlán un grupo de mujeres convocadas por el Colectivo Perlas del Pacífico puso en práctica la acción artística “El violador eres tú” dándole causa y fuerza a la lucha que se libra en el planeta contra el acoso y la agresión. Se apaciguó por instantes el ruido de las olas que rompen en los riscos de la orilla del mar para que nadie dejara de entender el mensaje con destinatarios indistintos.
Son dos muy buenas acciones en el lugar correcto. Estamos en el Sinaloa en el que los ataques letales a mujeres configuran récord nacional. En el Culiacán que ocupa el segundo lugar, después de Ciudad Juárez, Chihuahua, en este tipo de incidencias. Aquí donde la alerta de violencia de género ha servido para maldita la cosa. Sucede en esta isla de la misoginia dominada por el machismo que insiste en cerrarle oportunidades y posibilidades a ellas.
Tampoco se puede ocultar, porque las estadísticas oficiales así lo demuestran, que la violencia sexual resalta a Sinaloa en el mapa del salvajismo. En 2019, de enero a noviembre, se tiene el registro de 214 casos de violación, la cifra más alta de la década en curso, agregándole además a tal tragedia la cifra negra que, según estima el INEGI, equivale a que de cada mil casos que ocurren solamente 100 son denunciados.
Lo local le agrega dramatismo al problema de los crímenes de género debido a que es la cuna de los principales jefes del narcotráfico en México y si bien es cierto que entre el tomate y la tambora se fraguó el personaje al que le dio vida Arturo Pérez Reverte, aquella cruel Teresa Mendoza, “La reina del sur”, también es verdad que la preocupación femenina por la vida, el maternal cobijo a la existencia, constituye la fuerza principal que nos aferra a la sobrevivencia.
En lo individual o lo acumulativo todos estos factores operan para el desplazamiento de las mujeres en la escala de lo valioso. Por realzar la entelequia de la región de los hombres bravos, inconquistables, hemos llegado al grado de ostentar la cobardía de agredirlas disminuyendo la masculinidad al nivel más bajo. La mentira del Sinaloa valiente, del Culiacán bragado, del Mazatlán con sus musas que con las rosas se pueden comprar, comienza cuando una mujer es víctima de la violencia.
En tal escenario triste todos resultamos responsables, sin dejar de resaltar que el principal copartícipe es el sistema sistema de procuración e impartición de justicia al aportar la impunidad que la mayoría de las veces deriva de que criminaliza a la víctima, la somete a la incertidumbre psicológica y jurídica, la destruyen anímicamente, propiciando que quien sufre las consecuencias se niegue a denunciar.
La realidad sinaloense remarca que la importancia de los performances “Un violador en tu camino”, que se realizó la tarde del miércoles en Culiacán, y “El violador eres tú”, realizado el lunes en Mazatlán está en reiterar el grito universal por la seguridad de la población femenina, luego de que el 18 de noviembre de 2019 salió al mundo desde Valparaíso, Chile. Por razones obvias Sinaloa era el lugar más adecuado para insistir en el rechazo a este tipo de barbarie. Sin duda, es la mejor exigencia de estado de derecho presentada por las mujeres sinaloenses.
Lo que sigue es alcanzar escenarios tangibles de protección a ellas. Cambiar la vieja concepción elitista de la estructura de atención al delito, desde la base a la punta de la pirámide punitiva, yendo más adelante en la justicia incluyente con enfoque de género que en el discurso tiene enorme preponderancia y que en los hechos la relega la hipocresía del poder.
Lo principal es un cambio generacional que deseche el chip que insiste en considerarla el sexo débil o que la desestima en sus potenciales. Al final de cuentas siempre habrá una mujer en el origen de cada ser humano, de cada familia, así como en el impulso a los valores y en el trayecto hacia la vida digna que es la divisa común de cualquier sinaloense bien nacido.
Reverso
Si eres parte del tabú,
Que sus derechos les quita,
Es tu “yo” el que te grita
Que el violador eres tú.
Tres chicas de cuidado
En la reciente defensa del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Estatal y Municipal Anticorrupción de Sinaloa tres mujeres se pusieron al frente de la tarea para fortalecer la rendición de cuentas, transparencia y moralización del servicio público. Norma Sánchez Castillo, que resistió la embestida tendiente a convertir el CPC en burocracia muda; Consuelo Gutiérrez Gutiérrez, que dio aviso a tiempo de este tipo de violencia de género, y Edna Fong Payán, quien renunció a ser comparsa de la Comisión de Selección, la instancia que va hacia atrás en la tarea de construir y robustecer las atalayas cívicas.